miércoles, 28 de diciembre de 2011

Magia

No tener miedo a morir, no significa salir al encuentro de la Parca

Es curioso como la relatividad de las cosas puede asignar un valor o un tamaño distinto al tiempo y a la misma vida dependiendo de las circunstancias…

Fue hace ya muchos años, demasiados posiblemente, tantos que no sólo pesan en el cuerpo si no que también duelen en el alma.

Criado en una sociedad clásica basada en el catolicismo que ha predominado en Europa en los últimos siglos, yo también, junto con muchas personas de mi generación, intenté revelarme contra el orden establecido, contra la inmovilidad, contra la desigualdad y contra una injusticia que como si fuese el fiel de una balanza cuando sopla el viento, es prácticamente imposible que marque la equidad entre dos partes heterogéneas.

Fue así, como a pesar de no estar del todo convencido, el esnobismo de la época me impulsaba a continuar esa vena revolucionaria que invitaba una y otra vez a negar lo conocido con el fin de innovar aunque no estuviésemos seguros de las consecuencias que los posibles cambios tuviesen. Así pues, una y otra vez en lucha contra las creencias establecidas me fui creciendo en la facilidad que era, si no desbancar, si poner en tela de juicio un conjunto de creencias que hasta entonces se habían ido aceptando como dogmas sin ningún tipo de cuestionamiento.

De ese modo, empezando con iglesias y religiones, y luego con los gurús que se erigían a sí mismos como salvadores de no sé cuantas cosas, entre sectas y grupos variopintos, donde se dedicaban a vaciar los bolsillos de los pobres incautos que son empujados por creencias ajenas de un lado de la línea al otro, sin importar mucho donde se detengan en realidad

Religiosos, brujos, quirománticos, adivinadores, revelacionistas, salvadores, chamanes, sanadores, profetas, hechiceros… todos aquellos que se apoyaban en un mundo ajeno a la lógica, se convertía en un enemigo a derrotar, a dejar en evidencia, a mostrar al mundo su embuste y dejar patente mi marca de honestidad…

Si… ya no recuerdo cuantos años… demasiados sin duda. Alguien me habló de él, un chamán ermitaño que vivía en algún lugar de las sierras del oeste y cuyas profecías habían ido cogiendo popularidad y se habían extendido más allá de un entorno reducido. Dispuesto, una vez más a dejar lo evidente al descubierto, me dirigí hacia allá y gracias un muchacho de un pueblo cercano, no me resultó difícil localizarlo. Él vivía en una cabaña construida a raíz de una oquedad en la roca y la estancia, no excesivamente amplia, estaba repleta de objetos variopintos. Unos desconocidos por mí, otros ampliamente conocidos… unos, afines a un mundo de creencia, otros absurdos como una rueda dentada vieja y oxidada que colgaba de una ajada cuerda de cáñamo que mantenía tensa gracias a su peso que calculé al menos en dos o tres kilos.

Él estaba allí, agazapado en un rincón, como ausente, como si en realidad no le preocupase ni le interesase mi presencia… mi miró de soslayo y continuó con sus pensamientos sin moverse un ápice, como si formara parte de aquel extravagante y dispar entorno donde el olor a podredumbre y suciedad destacaba por encima de todo lo demás

Me dirigí a él preguntándole si podría ayudarme a encontrar mi camino y mostrarme mi futuro… él giró la cabeza y me miró con desconfianza y su respuesta fue un rotundo “no” que le aisló durante un buen rato… Esperé, seguí mirando aquél mugriento lugar pestilente… me fijé en la tremenda dejadez del lugar y de aquel hombre vestido con harapos, maloliente, y que no aparentaba buscar fama ni fortuna y por lo tanto, él, dentro de su ignorancia, estaba convencido de que realmente el mundo mágico le correspondía en su interés y por lo tanto, que él tenía los poderes que al resto de la humanidad se nos habían negado… A él, a aquel ser lleno de pulgas con fétido aliento y que difícilmente podría formar parte de la sociedad y tuvo que recluirse en plena sierra, alejado de sus semejantes… sí, a él… no cabía duda de que aquel individuo tenía un serio problema de salud mental.

Estando aún ambos embebidos en nuestras reflexiones, como dos luchadores observando, no a su oponente, si no la arena donde han de luchar, buscando resquicios, abrigos, armas y protecciones… él de un fuerte impulso se levantó y se dirigió directamente hacia una caja de donde sacó una sarta de huesecillos y otros pequeños objetos que no supe identificar… Se preparó en pocos segundos con una suerte de parafernalias, extraños cánticos y arrojar una y otra vez aquellos huesecillos dentro de una circunferencia toscamente realizada en la tierra que servía de suelo. De pronto, calló, tomó los huesecillos con cierta calma y los arrojó con una atención inusitada. Sus ojos se abrieron y sin saber como comenzó a gritar, a reír, a sentirse pleno y feliz… reía como loco mientras yo permanecía allí quieto, espectador mudo de aquel extraño espectáculo del que estaba creído se hacia en mi honor… él tomo mis manos mientras entre sus risas y un gran nerviosismo, insistía en que cerrase los ojos a lo que finalmente accedí…

No sé como fue, no sé que pasó, no tengo idea de cómo lo hizo, pero cuando abrí los ojos pocos segundos más tarde, me vi a mi mismo gritando y riendo, lleno de satisfacción, lleno de felicidad… miré mi cuerpo que se encontraba, sin saber como, viejo, sucio, cubierto de harapos, mal oliente, cansando… Miré sus ojos mientras aún me tenía cogidas las manos, y justo ahí me soltó mientras reía y reía… y entre esa risa y sus exagerados gestos, se alejaba de mí que me quedé como clavado allí, sin saber que hacer

Si, nunca supe como lo hizo pero él cambió su cuerpo por el mío y ahora soy yo quien busca en la magia lo que la lógica no me explica… soy yo quien busca hechizos, conjuros, pociones y fórmulas para poder recobrar, al menos parte de mi identidad… ahora soy yo al que visitan, al que juzgan de loco, a quienes le piden unos milagros que no sé hacer, a quienes creen y algunos a quienes siguen… pero ya no me importa todo eso y me paso la mayor parte del tiempo agazapado en el mismo rincón que estaba él cuando lo conocí, pensando en como poder escapar de aquel cuerpo, de aquella vida, de aquel encantamiento que me ata a una extraña vida que no deseo y de la que tampoco me puedo desprender…

Llevo ya muchos año, demasiado posiblemente, intentando encontrar el encantamiento para poder dejar esta maldición… y lo haré en cuanto alguien que reniegue de la magia y quiera asentar sólo la lógica, venga a intentar convencerme de que eso es así…


viernes, 16 de diciembre de 2011

Recuerdos

No todo lo que hace un artista es arte.

Donde estará la memoria!!! Ahora el hoy se confunde con el ayer, y la niñez se mezcla con la edad adulta… Ahora cuando las hojas del plátano bailan al son que marca el viento de otoño, parece que veo las golondrinas que regresan en primavera y buscan incesantes sus nidos…. Ahora que hay tiempo, no puedo organizar los recuerdos que parecen hojas de un libro que han caído mezclándose y que tienen una breve historia propia que carece de principio y no tiene final… Ahora que miro sus ojos y me resultan tan familiares que no sé si es mi hija o mi madre… Ahora que salgo a la calle y me pierdo pues no reconozco aquel pueblo donde me crie por que vivo en la gran ciudad y todo se vuelve anodino y repetitivo… Ahora que la gente celebra y no sé si es la navidad o la verbena de verano, pues todo se me hace conocido… Ahora que pregunto, más por necesidad que por curiosidad, y no comprendo las respuestas que me dan… Ahora que soy consciente que he olvidado su perfume, el tacto de su piel, el sabor de sus besos y el canto de su voz, dudo si fue una realidad o tan sólo un sueño entre fantasías que jamás se cumplieron… Ahora que pierdo el tiempo cuando quiero darme prisa, pues no sé ni que es lo que debo hacer… Ahora que he terminado mi vida, parece que ni tan siquiera la he vivido… Donde estará mi memoria!!!

Ya no recuerdo que es lo que venía a decir aquí…

sábado, 10 de diciembre de 2011

Historias

No soy el que fui, ni seré el que soy, pero siempre seré como tú sientas que sea

Se acerca la hora del balance. Desde hace ya mucho tiempo, cuando se acaba un ciclo, todos tenemos la sensación de intentar saber si ha sido bueno o malo, y el final de un año, es un ciclo que se cumple con rigurosa pulcritud y en los últimos días se empeñan en recordarnos las cosas más o menos importantes que han ocurrido y tal vez por ello, nosotros (al menos yo) también nos paramos a hacer un breve recuento de lo que hubo y lo que faltó

La mayoría de las veces, terminamos ese resumen de forma escueta y breve y eso, tras 365 días de vía, me parece un poco triste y es que a pesar de que la mayoría de los días han estado presididos por la rutina, es posible que cada día hayamos tenido unos pocos minutos de tristeza infinita o de felicidad completa… Es triste pensar que eso se termine olvidando y que sólo queden los momentos del trabajo y aquellos donde la vida familiar sumergida en la monotonía de la lucha diaria, termine siendo poco importante aunque sea por ella por la que precisamente, luchamos y nos esforzamos a diario

Y sin embargo, estoy seguro que a lo largo de un año, la mayoría ha tenido historias suficientemente importantes como para que pasen a formar parte del archivo de la memoria que está ahí presente y que nos harán reir o llorar más de una vez cuando miramos atrás y volvemos a sentir aquellas experiencias

Curiosamente, si analizamos con cuidado todas estas historias, podrían ser perfectamente argumentos de historias de novelas o de películas que muchas veces nos sorprenderían, aunque no siempre hayan de gustarnos. Historias que cada cual podrá dar importancia que desee y de las que indudablemente, no sólo hemos sido los protagonistas, si no también los creadores y es que cuando leemos cualquier novela, podremos sentirnos más o menos integrados en el argumento, pero no tenemos opción alguna a poder cambiarlo… la obra del escritor ya quedó ahí reflejada

La vida nos da la posibilidad de poder modificar nuestras propias historias… aquellas cuyo final no fue el deseado, tal vez no pueda repetirse por muchas circunstancias, pero siempre puede volver a escribirse otra con otros personajes que encajen mejor en nuestra trama… y aquellas otras que inevitablemente tenían que tener un final triste o doloroso, se les puede poner un punto y final para que definitivamente, no vuelvan de nuevo. Pero hay otras, pocas tal vez, que se quedan como escritas a medias, con el deseo de darles una continuación que no podemos pero de la que nos negamos a poner el punto final… historias inconclusas que intentamos retomar varias veces aunque no podamos añadir absolutamente nada… Pero las más importantes historias, son aquellas que permanecen vivas, palpitantes, aquellas a las que día a día podemos añadir palabras, sucesos, sentimientos, sonrisas y mucha ilusión…

Muchas veces desconozco que tipo de historia me deparará mañana mismo, pero sé que gracias a todos los que me rodean, continúo con ganas de seguir escribiendo mi propia historia, que no será posiblemente ni emocionante ni aburrida, pero que contiene ese cúmulo de sensaciones que me hacen sentir vivo, que me hacen sentir feliz… gracias a todos aquellos que me dictan al oído para que al terminar el día pueda afirmar que el día no se ha perdido, y cuando llega esta época del año, donde hay que hacer balance, pueda, pese a todo, esgrimir una sonrisa y decir que no ha sido malo

sábado, 3 de diciembre de 2011

Justicia

Los mejores finales, son los que decidimos nosotros mismos.

Ayer vi en un escaparate un libro sobre Robin Hood. Supongo que todos conocen la historia de este personaje legendario a caballo entre la realidad y la leyenda que Errol Flyn interpretó en el cine dejando, posiblemente, la imagen de un héroe al que muchos deseábamos imitar… Luego se encargó Disney de promulgar su historia y hacerla mucho más popular entre niños, jóvenes y padres que visualizan con paciencia y muchas más veces de lo que se dice, con ilusión, ese conjunto de aventuras donde el bien se vuelve protagonista principal.

De lo que no estoy seguro es de que esos héroes populares tengan cabida en nuestros días y es que para quien no lo sepa, Robin Hood era un proscrito que robaba a los ricos para repartirlo entre los pobres… y si bien es cierto que hoy en día siempre hay una cierta confusión entre la definición de rico y pobre, no la hay en absoluto entre la definición de robo, y de esta manera, el otrora malvado sheriff de Nottingham, hoy sería un dedicado funcionario encargado de velar por la seguridad de todos nosotros

Hoy, Robin sería, sin duda alguna, protagonista de infinitas horas de noticieros escritos y televisados y contaría con detractores y simpatizantes, pero la ley ha de ser igual para todos y por ello, un ladrón no deja de ser un ladrón y habrá que pagar por ello

Pero hay veces, muchas seguramente, que las leyes se quedan quietas y pierden parte de su valor si no quedan claramente obsoletas… si hoy la ley castiga con una sanción económica una falta, con el paso del tiempo puede ser más rentable pagar dicha sanción que evitar la propia falta… y de esta manera tan peculiar, resulta que hay profesionales para caminar en esos senderos que bordean las leyes y se benefician de los olvidos, desconocimientos o de una no muy clara interpretación que dictaron los legisladores

Hoy en día, hay quienes se esfuerzan en ello, consiguen sin mucho esfuerzo, seguir robando a los ricos (aunque insisto, no todos tenemos el mismo concepto de “ricos”) para dárselo a los pobres… o algo así… y de esta manera, el dinero deja de ser de papel e incluso de plástico y pasa como un mero apunte contable de banco a banco, borrando pistas y huellas y terminando no se sabe muy bien donde ni a nombre de quien… y ahí queda, ingresado y engordando día a día mientras sus responsables discuten a quien han de darse esos óbolos… y entonces, muchos optan por crear empresas y sociedades donde se colocan personas conocidas y afines y a los que se les premia con un opíparo salario que muchas, por no decir, todas las veces, no está justificado…

Pero el problema de hoy en día, es que ya no hay más bosque para tanto Robin que se cree en la obligación de seguir robando y tampoco tanto rico a quien robar… ni muchos menos hay sheriff suficientes para tanto ladrón… Hoy en día será algo más complicado saber quien es el héroe y quien el villano… ¿no???



Sé que Guillermo Tell y Robin Hood ni se conocieron ni nada parecido, pero la obertura más divertida es la del primero… así que ahí queda…

domingo, 27 de noviembre de 2011

Anuncios

Hay tantos caminos en la vida que será imposible recorrerlos todos

Ha comenzado a hacer frío por las noches… el otoño ha tardado en llegar pero lo ha hecho con fuerza. Llegan los días de estar en casa, de mirar por la ventana, de sofá, manta y TV… y es aquí cuando de repente todo nos anuncia que se aproxima la Navidad… otro año más ya nos acercamos sin remedio a estas fiestas que unos aman y otros odian… a mí, personalmente, me gustan aunque no sean mis favoritas…

Y sin hacer recuento de los recuerdos que esta época me trae y que ya he ido comentando por ahí, en el pasado, hoy me he dado cuenta de que en muchos aspectos, seguimos siendo conducidos por la sociedad y su publicidad que es políticamente muy correcta… y así en los incontables anuncios que nos recuerdan una y otra vez que las fiestas están ahí mismo, las colonias nos venden todo aquello que tal vez nunca hemos tenido ni que tendremos… éxito, fama, sex appeal, belleza, elegancia… incluso juventud.

No sé si los actores y actrices que hacen estos anuncios son escogidos con sumo cuidado o simplemente el azar se encarga de que sus rostros y sonrisas nos saluden desde el otro lado de la pantalla y traten de convencernos de que usando ese producto, podremos sentir unas sensaciones que no estoy muy seguro de que existan en mi mundo…

Tal vez mi realidad sea muy particular y muy íntima, pero llegando a eso que muchos de nosotros entendemos como edad madura, los valores de las cosas cambian y los de algunas personas también… y los sueños también cambian y las ilusiones y los deseos…

He dejado de soñar con cambiar de trabajo, de casa, de coche para conseguir uno mejor… he dejado de soñar viajes a lugares remotos y con vestir con los mejores trajes de Armani… Ya no deseo ser un conquistador de fama y fortuna ni un play boy que sabe moverse en cualquier situación para seducir a la chica que sale en la película. He dejado de luchar por cambiar todo lo de mi alrededor y ahora sólo me adapto a todo cuanto me rodea… Se acerca la navidad y en estas fiestas que unos odian y otros aman, a mí me gustan por que volverá a juntarse la familia al completo y eso son lujos que cada vez son más valiosos… aunque no se anuncie por jóvenes que nos sonrían ni nos prometan que nuestro mundo será mucho mejor… hay cosas que no se pueden mejorar.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Escape

Tiempo es lo único que realmente nos regala la vida y el mayor lujo es saber perderlo

Te miraba desde no muy lejos de la ventana de tu casa y creo que divisé hasta lágrimas cuando te diste cuenta de que me había ido. La casualidad había incidido para que yo diese el paso y ahora te había dejado sola, pero aun así, no pude alejarme mucho antes de volver la vista atrás…

No sé cuánto tiempo llevábamos juntos ya… Sé muy bien que casi te debo toda mi vida, ya que desde el primer día, me cuidaste, me mimaste y aunque tal vez yo no lo supe valorar así, sé que me quisiste y no niego que durante mucho tiempo, aquello me pareció que era todo lo que necesitaba… Apenas me hacía falta preocuparme por nada y tú me sermoneabas haciéndote la enfadada de vez en cuanto, pero yo sé que algunas veces, hasta te gustaba esa situación por que tú, sin rubor alguno, sonreías

Pero por mucho que tú lo intentases, yo me sentí siempre prisionero, encerrado en una jaula… y ahora, he conseguido liberarme.

Es posible que sea para mí mucho más difícil que para ti, pues para mí todo será nuevo y sin embargo, es posible que tú pronto estés con otro… tú no has nacido para estar sola y yo… yo no lo sé, por ello he de intentarlo… por mucho que sea de oro, una jaula siempre es un jaula…

Ahora, que por fin soy libre, deberé aprender a volar… deberé aprender a vivir por mí mismo… pero aún así, jamás te olvidaré… te lo aseguro. Firmado, tu canario que acaba de escaparse.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Quietud

Su magia es tan extraordinaria, que no existe.

Al salir de casa, la calle parecía distinta… las luces de las farolas alumbraban a la nada ya que nada había en movimiento… ni tampoco había sonidos que destacasen… un extraño espectáculo que sucedía, como los eclipses, sólo alguna que otra vez y que me gusta disfrutar… Me dirigí calle arriba casi con vergüenza de haberme entrometido en aquella sensación de calma a la que no estaba acostumbrado y que me hacía sentir como si fuese un intruso… mejor, como un actor que no estaba en la obra que había ensayado…

Supongo que sin contagiarme de prisas ajenas y sin mirar el reloj, mis pasos se fueron haciendo más lentos y casi pesados, y vinieron a mi memoria aquellos tiempos donde la prisa no era más que una palabra que no siempre tenía un significado claro…

Llegaron a mi mente los recuerdos de antaño, donde las distancias no eran grandes y se hacían a pie y con calma… donde los amaneceres carecían de coches pero se llenaban las calles de caballerías y carros de ejes chirriantes… donde la gente se saludaba y paraba para conversar sabiendo que el destino al que iban… donde la comida era simple y bien aprovechada… donde el frío reinaba en las noches de invierno y en la mañana el fuego del hogar se recibía con alborozo y risas… Llegaron a mi mente los recuerdos de las tardes de primavera, sentado en alguna escalera soñando imposibles que se forjaban a la vez que se hablaban y compartían con amigos de la infancia… donde las mujeres secaban una silla a la calle, y cosían al tiempo que hablaban y reían…

Aquellos tiempos donde la vida era dura, pero simple, donde el silencio recorría libre las calles, perseguido, sólo tal vez, por algún can alborotador que a nadie preocupaba… aquellos tiempos donde el reloj se marcaba en el firmamento y el día comenzaba al salir el sol y terminaba justo cuando este se iba… No había prisa, no había extraños, no había ruidos…

Doblé la calle… me encontré con el tráfico, con la gente que precipitadamente se dirigía al trabajo… con el ruido de la ciudad… con extraños de los que nada sabía… Miré atrás… en mi calle se apagaron las farolas justo en ese momento y se quedó a oscuras… allí se quedó el silencio, resguardando mis recuerdos que me esperarán y volverán cuando no tenga prisa…


domingo, 13 de noviembre de 2011

Encuentro

Algunos de los universitarios revolucionaros que protestaron en el ayer, son los patronos explotadores que callan hoy.

Al asomarme a la ventana, pude vislumbrar la silueta de “La Narraja” y efectivamente me vino a la cabeza la gran similitud con un pecho de una mujer… una vertiente suave y redondeada que culminaba en un pequeño altillo de roca a modo de aureola que remataba con otra ligera altura que simulaba un pezón… Recortado entre las sombras de la noche, aquella pequeña montaña era motivo de burlas cuando éramos pequeños. “La teta” siempre había presidido la parte oeste del pueblo y todos los atardeceres era ella quien se ocupaba de guardar el sol

Me dirigí a la ducha y me vestí con calma… había tiempo de sobra… volvía mirar por la ventana y la sombra comenzaba a difuminarse con las luces del día… la silueta negra comenzaba a llenarse de colores bajo el manto de un cielo que comenzaba a clarear…

Cogí el coche y me dirigí al aeropuerto… miré el reloj… aún había tiempo de sobra y el día prometía ser radiante de sol y cálido otoño… El viaje no llegaría a una hora y en aquel tiempo no habría cabida siquiera para enumerar todos los momentos felices que viví con ella… A medida que me acercaba, no podía evitar sentir una sonrisa más amplia en mi rostro y una emoción más desbordante en mi corazón… No sé cuánto tiempo había estado fuera, y tampoco importaba, pues ahora regresaba…

Al entrar en la terminar, miré el tablero de llegadas… puntual… aún quedaba cerca de una hora pero aun así me dirigí directamente a la sala de llegada. La espera fue un trasiego de breves paseos entre la puerta de la sala de llegada y el tablero de llegadas, pendiente si una leyenda de “retrasado” aumentaría más la espera… no, todo estaba bien hasta que unos minutos antes de la hora prevista de la llegada, el tablero mostró la palabra “landed” y como si un mecanismo me hubiese lanzado hacia adelante, fui raudo a la sala de llegadas, clavado ante la puerta… aun tardó en salir, pero sabía que ella ya estaba al otro lado de la puerta…

Comenzaron a salir los primeros viajeros… al poco la vi aun cogiendo las maletas… como si estuviésemos coordinados, también ella giró la cabeza y me miró con esas gafas de cristales azulados que le cubrían sus ojos pardos… sonrió y pareció que el día se volvía aún más radiante y yo, lleno de orgullo y felicidad, casi rompo a llorar en aquel mismo instante… era una mujer admirable… siempre lo había sido, pero ahora, tal vez por que se iba haciendo mayor, lo demostraba de una forma que me enloquecía…

Cogió al fin su maleta y con aire rápido y decidido, aumentando si cabe su sonrisa, se dirigió a la puerta, allí donde yo estaba… deseaba abrazarla más a cada momento… Cruzó la puerta y de ambos corrimos en pos de un abrazo… sabía lo que iba a decirme, conocía de memoria aquellas dos palabras que siempre me repetía, pero que necesitaba en esos momentos… Nos encontramos y como si fuese un colegial, la levanté en volandas y la hice girar una vuelta… ella reía al tiempo que me decía: “hola papá”


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Mediciones

¿Y si fuese yo quien tuviese razón???

Fue en el metro… Como siempre, en hora punta, lleno de gente que, cansada y algo somnolienta, ya volvía a su casa. Caras de desidia e indiferencia y la vista perdida entre lecturas y puntos distantes que seguramente, aunque se miraban, no se veían… Paraguas y abrigos ya son compañeros de viaje habituales y el calor que aún existe en los túneles no ayuda a mitigar el olor ya conocido que se genera dentro de los vagones.

De improviso, un olor conocido pero totalmente fuera de lugar, rompió la monotonía del viaje y aunque mis ojos no buscaron su origen, a mi olfato le satisfizo ese olor a naranja… era una naranja que seguramente alguien, en mitad de aquel ordenado caos, comenzó a degustar mientras su aroma impregnaba el vagón y apartaba con descaro y fuerza cualquier otro olor a los que ya casi no prestamos atención.

Fue justo en ese momento cuando pensé que no necesariamente habría de ser una naranja muy grande, pero sí, muy aromática… y pensé que eso sería difícil de medir. Difícil, posiblemente, pero no imposible… estoy convencido de que alguien, en algún sitio, podría determinar cuántas partículas de componentes químicos específicos habría difuminados en aquel enrarecido ambiente donde todos íbamos apiñados… Estoy convencido de que alguien, en algún sitio, podría ser capaz de medir “el olor” de una naranja o de cualquier otro producto… Pensé entonces en la hermosa imagen con la que me regaló el atardecer, cuando el sol cansino se retiraba por entre las montañas, y el cielo repleto de jirones de nubes oscuras, perdió su azul para convertirse en rojo y el espectáculo del atardecer fue la comidilla de todos aquellos que tuvimos la oportunidad y la curiosidad de poder contemplar… Sí, estoy seguro que alguien en algún sitio sería capaz de efectuar una cuadratura del espacio, de consagrar a cada uno de esos puntos, una diferente calidad de los luxes, del fondo de contaminación o no, del grado de humedad existente en ese momento… Es más, estoy seguro que alguien habría que podría hacer comparaciones entre distintos atardeceres y otros más podrían, incluso, determinar en función de esas posibles mediciones, cual es más bello… aquél que tenga más luz, más tiempo, más de esto o menos de lo otro…

Y es que creo que, tenga utilidad práctica o no, en el fondo, casi todo es medible… Si alguien se pusiera a ello, seguramente sabríamos a ciencia exacta cuanta cantidad de agua hay en el planeta, en un río concreto o en un mar específico… cuantas patatas serán cosechadas en tal o cual lugar durante un tiempo determinado y aunque hoy en día el universo se mide en “años luz”, (es decir, mucha mucha mucha distancia) alguien que se ponga a ello, podría decirnos cuantos milímetros exactos mide una galaxia o incluso un conjunto de ellas… eso sí, sería un número bastante exagerado como para poder escribirlo, entenderlo y pronunciarlo… de momento, quedémonos en los años luz para estas cosas.

Así que continuando con la duda, ¿qué es lo que no se puede medir??? Pues sólo se me ocurre que los sentimientos… podemos hablar de que te amo con toda el alma, pero ¿Cuánto mide el alma???... o cuando confirmamos que odiamos con toda nuestro ser… ¿Cuánto de grande será este???

Es curioso… sí, me resulta curioso… podemos medir cuantas lágrimas lloramos, pero no el dolor que las causan… podemos contar los besos que damos, pero no la felicidad que nos proporcionan… pues mejor así, por que como alguien se empeñe en medir y valorar todo aquello que nos hace estremecer por una u otra causa, entonces, tal vez pierda parte de su propia esencia y deje de ser, como el atardecer, o el aroma de una naranja, bello de por sí.

domingo, 30 de octubre de 2011

Jalogüin

No sé si estoy perdiendo la memoria o si estoy perdiendo la ilusión por recordar

Hay mucha gente que se queja de la importación de la fiesta de Halloween, aunque en realidad, lo único que ha ocurrido es que esta fiesta que, según quien la cuente, tiene una connotaciones distintas, si bien parece que el origen de la misma siempre ha sido el mismo (celta) y siempre por lo mismo, siendo aceptada y adaptada por los católicos que la amoldaron a sus tradiciones.

Así pues, durante no sé cuánto tiempo, el primero de noviembre ha sido siempre un día para rendir culto a los difuntos, para recordar a quienes nos dejaron y a intentar que allá donde estén si es que están, que estén bien… todo un propósito espiritual que ha perdurado durante siglos.

Y sin embargo, hoy en día, hemos hecho de esta fecha, como de la mayoría, un producto de fiesta y consumo tal vez exagerado… es más, creo que hemos hecho del miedo en sí, un estado necesario que nos hace elevar la adrenalina y sentirnos vivos… Ya no sólo la festividad de Halloween se ha convertido en un extraño carnaval donde los vivos nos disfrazamos de muertos, si no que además, en la mayor parte de los parques de diversión, existen zonas específicas donde el miedo y el terror están presentes y pagamos por ello

Supongo que es por que en el fondo, esa sensación de “pasar miedo” está condicionada a la lógica de que sabemos que no nos va a pasar nada… Imagino que si en cualquier lugar hubiese una atracción que se llamase, por ejemplo, el francotirador, donde alguien anónimo pegase tiros reales de forma indiscriminada a los visitantes, seguramente nadie acudiría… aunque siempre encontraríamos gente decidida a entrar y lo peor, gente decidida a disparar…

Pero es que somos muchos quienes tenemos la sensación de que es justo a los demás a quienes le pasan las cosas malas… es a los demás a quienes les suceden los accidentes, son lo demás quienes pierden el empleo, son los demás quienes enferman, son los demás lo que llevan los cuernos, son los demás quienes tienen problemas… ¿seguro???

Sea como fuere, ruego a las empresas patrocinadoras de eventos y festividades diversas y que se lucran con la venta de disfraces y máscaras (más-caras) de goma y látex, y demás zarandajas encaminadas a llevar calabazas y como es habitual, ingerir alcohol sin mayor control que el límite que la botella imponga, que sepan disculparme por que yo no me apunte a estos festejos ni me considere inmerso en la vértigo de este consumo que ha nacido a base de ver películas y que muchos fomentan por el beneficio que les reporta.

Feliz día a todos… vivos y muertos…


jueves, 20 de octubre de 2011

Aprendizaje

Nadie puede domesticar el sueño de otro.

Realmente ignoro como se hace, pero la educación de las personas es muy compleja… De niños, nos dedicamos a hacer trastadas y a decir palabras que no dejan de ser graciosas y a las que quienes nos rodean, no pueden evitar sentirse bien con nosotros

Ignoro en qué momento se produce, cuando de repente, nuestros padres, nuestros tutores, nuestros mayores en definitiva, comienzan a decirnos “eso no se hace”, “eso no se dice” y poco a poco comienzan a aparecer los castigos… poco a poco comenzamos a doblegarnos a la voluntad ajena… comienza la “educación”

Este proceso de educación ya se mantendrá para siempre con nosotros quienes nos diga lo que está bien y lo que está mal…

Así, primero nuestros padres, luego nuestros profesores, después nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestro jefe… y si eso no es suficiente, comienzan a aparecer líderes políticos, líderes religiosos, líderes sociales… y en casos extremos, son los que ahora se denominan “asesores” quienes nos dicen lo que hay que hacer, y así nos asesoran de cómo invertir nuestro dinero (el que lo tenga), nos asesora un experto en leyes cómo actuar ante un conflicto, nos asesora un técnico de medio ambiente que bombillas debemos comprar, un médico que drogas tomar y por supuesto, la publicidad continua que es lo que tenemos que comprar…

Asi pues, me pregunto si de verdad somos libres para escoger nuestros caminos o siempre habrá alguien que nos guie por ellos...

Por tanto, permitid que hoy me sienta libre, plenamente libre para escribir que me parece mal que ETA haya hecho “sólo” un anuncio del “fin de la lucha armada” ¿lucha??? Ojalá que esta banda de terroristas jamás hubiese empezado de forma unilateral esa “lucha” que tanta sangre ha derramado de forma esteril. Espero que ahora no sólo comience una etapa de paz (difícilmente se encuentra la paz a base de disparos) si no que ahora, las voces que la gente escuche, no sean las de quienes en su locura opta por la violencia Ojala que la noticia fuese que no hay noticia por que nunca hubo violencia… pero la realidad está ahí y hoy, cuando los asesinos insinúan que no van a seguir matando, es, al menos, un alivio


martes, 18 de octubre de 2011

Trenes

Por muy grande que sea el Universo, sin ti está incompleto

La mañana había sido fría y poco a poco la ciudad despertaba entre antes de que el alba hiciese aparición.

Como arroyuelos, filas de personas que se dirigen absortas en sus pensamientos hacia la estación que poco a poco va llenándose de gente… cada tren que llega es como una bocanada de alivio que descongestiona los andenes pero que abarrota todo el convoy

Es mi turno… las puertas se abren y apenas pierdo unos instantes de mi lectura para no tropezar en los escalones… los mismos empujones y el mismo ambiente cargado de todos los días. Un pequeño hueco me sirve de territorio conquistado donde me aferro a una barra y me aíslo del mundo entre las letras de mi libro…

Llegó el túnel… la iluminación se intensifica y el ruido del tren retumba con mucha más estridencia acentuado por el eco de las paredes que nos rodean… yo sigo inmerso en la lectura… Al poco observo que hoy el túnel es más largo de lo habitual… miro el reloj… es extraño pero creo que ya deberíamos haber salido…

El camino se me estaba haciendo inusitadamente más largo y una cierta inquietud comenzó a recorrerme… miré a mi alrededor y no podía reconocer a aquellos que con el uso del transporte público ya me eran familiares… todo aquel vagón iba repleto de personas jóvenes, estudiantes en apariencia… y el túnel que no acababa…

Al cabo de un rato, la luz del día me sorprendió casi de improviso y mis ojos quedaron cegados al igual que mis oídos resentidos al perderse de improviso el eco del tren en las paredes angostas del túnel… apenas unos segundos para adaptarme a la luz y poder mirar por la ventanilla… Todo aquello me era desconocido, no recordaba haber pasado por allí nunca… todo era nuevo y la inquietud iba dejando paso a un sentimiento de angustia…

Me sentía incapaz de moverme, expectante de un desarrollo que no intuía mío, si no más bien como si fuese algo que se reflejase en mi cabeza, un sueño, una película o la misma historia que Follet recreaba en su libro, pero me así con fuerza a la barra del tren y supe que era verdad y cierto lo que ocurría… Aquellos jóvenes, inmersos en su cotidianeidad, se mantenían alejados de mi angustia que lentamente se iba transformando en miedo…

El tren seguía su curso por desconocidas tierras, por lugares que jamás vi y que no sabría identificar en un mapa… los silencios de los viajeros se multiplicaban en el sordo crepitar de las vías al paso del pesado convoy… sus miradas perdidas en el horizonte o al igual que yo, entre libros, me inquietaban tanto como mi destino… ¿Qué pasaba???

Al cabo de un buen rato donde todos los que allí estábamos permanecimos inmóviles, el tren comenzó a aminorar la marcha hasta que llegó a una estación, clásica, casi antigua diría yo, pero limpia y bien conservada… no había ningún indicador visible, pero todos los pasajeros descendieron con calma pero sin demora alguna… sólo yo me quedé en el vagón y el pánico se apoderó de mí, por lo que envuelto en la luz del día, corrí presuroso hasta la puerta para intentar encontrar alguna explicación a todo aquello…

Aquel instante de duda había servido para que el andén se despejase y ahora todo parecía desierto… crucé la puerta de la estación y descubrí un enorme edificio que me resultaba vagamente familiar… sí, pese al silencio que rodeaba todo descubrí que estaba frente a mi antigua universidad… No había vuelto allí hacía unos 20 ó 30 años, pero la reconocí sin duda alguna… me di la vuelta… vi la estación que parecía haberse escapado de un siglo anterior para detenerse allí… el entorno estaba desierto… volví a mirar la universidad… son horas de clase… sí, ahora lo entiendo todo… me he equivocado de tren!!!

viernes, 7 de octubre de 2011

Preguntas

La incertidumbre es una gran sala con algunas puertas cerradas y que no sabemos dónde nos conducen.

¿Hola???... ¿Hay alguien ahí arriba???, ¿Un dios???, ¿un ser superior???, ¿un extraterrestre???, ¿algún ser que tenga respuestas???. Yo tengo un montón de preguntas que nadie sabe contestar…

Desde hace ya mucho tiempo, creo que, pese a que todos aseguran que “todos somos iguales”, creo que hay algo que no termina de convencerme… ¿por qué unos son altos y yo no???, ¿Por qué unos son ricos y yo no???, ¿por qué hay gente muy lista y yo no???, ¿por qué unos son delgados y yo no???... bueno, no, de esa sí sé la respuesta

No es lo mismo nacer aquí que nacer allá… estudiar aquí que allá… ¿Por qué el amor viene sin aviso y se va cuando quiere???, ¿por qué unos enferman y otros no???, ¿por qué hay quien encuentra un buen trabajo y otros no encuentran nada de nada???.

Todos me dicen que debo esforzarme, que debo luchar por mis sueños, que debo continuar levantándome por mucho que caiga… estoy cansado… de verdad, estoy muy cansado. Imagino que todos en algún momento ha pensado que la vida no es justa… y hay quien dice que la vida es una breve temporada de sufrimiento que nos será compensado después… Pero hay quien dice que la vida es lo que sentimos y hay temporadas que la vida duele… duele mucho y curiosamente, no por nosotros si no por las malditas circunstancias que Ortega nos dejó adheridas al alma y de las que no podemos desprendernos aunque queramos… no podemos desprendernos del dolor cuando quien amamos no nos corresponde, o cuando nuestros hijos se acercan lentamente a la miseria, o cuando nuestros padres pierden la noción del tiempo, del espacio y del recuerdo… ¿de qué sirve luchar en una batalla perdida???, ¿sólo para sufrir más???.

No… hoy es de esos días en los que creo que la vida no es justa… donde los problemas se agolpan sin que pueda encontrar soluciones, donde el tiempo se escurre entre los dedos sin que pueda retenerlo, donde el otoño es sólo una palabra en el diccionario y donde el mañana tiene la misma cara triste que el ayer, que el hoy…

¿Luchar???... ¿y contra qué o contra quién he de luchar???. ¿He de luchar contra los dioses para que devuelvan la salud de los que quiero???, ¿para que les proporcione un trabajo???, ¿para que me devuelvan el amor???, ¿para que no me falte que comer???,... ¿Quién es mi enemigo???,

Si… estoy cansado… de esta maldita cárcel sin barrotes que me obliga a vivir una vida que yo no escogí, si no que me escogió a mí… Miles de personas están atadas a sus seres queridos y precisamente por eso, no pueden abandonarlos… miles de prisioneros… todo un ejército que está perdiendo la vida día tras día, sabiéndolo, luchando contra no se sabe muy bien el qué, pero intentando hacer la vida de quienes les rodean más fácil y agradable aunque no siempre se sepa y lo peor, cuando la mayoría de las ocasiones, no sirve de nada…

Así que ha llegado el momento de buscar respuestas, respuestas sencillas… ¿por qué???, ¿por qué hay quien vive a la orilla del mar y yo estoy en mi prisión de la ciudad???, Miles de preguntas a las que no encuentro respuestas… luchar… sí, sigo luchando, pero estoy cansado… así que termino aquí esta historia para descansar un poquito.


jueves, 6 de octubre de 2011

Ausencia

"¿Por qué enrolarse en la armada cuando puedes ser un pirata?" (Steve Jobs)

Steve Jobs se ha ido... :-(

lunes, 3 de octubre de 2011

Cambios

La exactitud no es más que otra medida humana.

Donde otrora reinase el ocaso, ahora sólo queda la sombra recortada en negro de una ciudad… una sombra, sólo rota por alguna pequeña luz que a lo lejos apenas destaca.

El paisaje, poco a poco, va cambiando sus tonos verdes y brillantes por esos otros marrones y rojizos, ocres… incluso el castaño arroja sus erizos ya agrietados que marcan el inicio de la estación…

Entre el humo del fuego del hogar, bailan juntos al son del viento del otoño, los suspiros por los amores que mueren en verano, con esos otros suspiros de los amores que nacen entre las hojas caídas, aromatizados con fragancias de castañas y café recién hecho

Amores de antaño, que fueron gigantes entre los grandes, y que el tiempo terminó por secar… pero quedan los tocones que ocupan un inamovible lugar en los recuerdos mientras surgen brotes de jóvenes árboles que podrán ser tanto más gigantes que los anteriores… Personas y familia que nos dejan… personas y familia que vienen a quedarse…

Las casas, añorantes de aquellos que se han ido, se hacen grandes, demasiado grandes, y son inundadas de añorantes recuerdos que remplazan el vacío que nos dejaron quienes ya no están…

El otoño vuelve, y ya se espera la lluvia, ausente protagonista de esta estación… pero el otoño es sólo una forma de llamar a esta época… el otoño también se irá… pero la vida siempre nos acompaña… Sigamos disfrutándola.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Sociedad

Un león domesticado, aún conserva las fauces y las garras.

Llevaba días viéndolo pero ayer también lo comentaron en las noticias. Mucha gente se “cuela” sin pagar en los transportes públicos. También, y eso suele estar a la vista de todos, mucha gente tira al suelo papeles, colillas y desperdicios varios… y somos testigos mudos de eso, lo que tal vez nos convierta en cómplices, pero es algo tan habitual que ya no se le dé ninguna importancia, a pesar de que es algo que todos sabemos que no se debería hacer…

¿Qué ocurriría si en nuestras calles, en lugar de existir la actual arboleda, hubiesen plantado árboles frutales??? ¿y si los parques se sustituyesen por huertos??? Quiero suponer que muchos de nosotros tomaríamos las frutas y las hortalizas que estuvieran ahí, a nuestra disposición… Pero… ¿Cuándo??? En el momento de que estuviesen en su punto??? Posiblemente no, ya que entonces podríamos arriesgarnos a que otro se las llevase antes que nosotros y entonces es muy posible que las recolectásemos cuando aún les queda un poco de tiempo para madurar… pero también es posible, en ese caso, que alguien se nos adelante… y así sucesivamente hasta que la realidad nos devolviese a que sería casi imposible conseguir algún producto de esos… y sin embargo, ¿Cuántos de nosotros estaría dispuesto a cuidar esas plantaciones para que dieran fruto??? Pues sinceramente, todos tenemos tanto que hacer, que no creo que nadie, de forma voluntaria, se hiciese cargo de su cuidado, máxime sabiendo que muy posiblemente serán otros los que se lleven los frutos…

Sí, supongo que el ser humano es un ser social, pero eso no le convierte en un ejemplo de sociedad, donde las desigualdades se muestran, no sólo entre puntos geográficos lejanos, si no que en pocos metros y más en estos tiempos de crisis, se pueden encontrar situaciones totalmente opuestas y no siempre nos comportamos para el bien social, si no que la mayoría de las veces, lo hacemos a título personal y es que a mí no me molesta que la gente se cuele en el metro por que no es mi problema (¿?) o que tire la basura al suelo por que no es mi problema (¿?)… aunque estas actitudes tan comunes pueden ir ascendiendo en una escala que pronto degeneraría en gamberrismo y en delitos… el límite sólo lo hemos puesto nosotros y aunque hay cosas tan habituales como tirar la colilla de un cigarrillo al suelo, no deja de ser una costumbre insana y socialmente reprochable, pero que a fuerza de verlo y hacerlo, es tan común que a nadie le asombra…

Hay otras sociedades donde todo eso no pasa… tal vez no sirva de ejemplo, pero me sorprende como sociedades de insectos (hormigas, abejas, etc.) saben desde el primer momento lo que han de hacer… y lo hacen… cada cual tiene su cometido y cumple lo mejor que sabe y puede con él… ningún ser de esa sociedad pretende ser lo que no es, y todos son iguales e importantes dentro de su sociedad… Tal vez nosotros, por que somos los dueños del planeta, hemos ido tomando atribuciones que nadie nos ha dado… ¿o acaso una hormiga es más disciplinada que una persona??? No… supongo que será por que las hormigas ni fuman ni viajan en transporte público.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Hambre

Tal vez lo que denominamos defectos, no sean si no aquellas actitudes que a los demás no les gustan.

Desconozco su nombre, como casi la mayoría de las personas, pero sé que no le interesa en absoluto el problema del calentamiento global, ni tampoco se ha preocupado de reciclar nada. No le importa nada ni la globalización ni el estado de las bolsas del mundo. Ignora los problemas de la crisis energética y nunca le ha prestado atención a la economía. Desconoce que el mundo está envuelto de acciones terroristas, y no ha escuchado nunca hablar de ideas políticas o religiosas que le reclamen como adepto.

Él, con sus 4 años de vida, sólo está pendiente de su madre. No comprende que agoniza a sus pies, ignorada por todos en algún perdido lugar de Somalia… nunca comprenderá los problemas a los que los demás nos enfrentamos… él, sólo morirá de hambre muy pronto

martes, 6 de septiembre de 2011

Memoria

Ni todas las buenas historias tienen final feliz, ni todos los finales felices corresponden a buenas historias.

Maldita memoria la mía
pues pensé que ella me amaba
y ni siquiera me quería
ni cuando a solas, era mía
ni cuando sus besos me daba

Maldita memoria la mía
pues sin saberlo yo compraba
sus palabras y sus risas
sus pausas y sus prisas
y las miradas que me daba

Maldita memoria la mía
pues quemé todas sus cartas
y tiré todos sus regalos
me desprendí de los halagos
y quise borrar sus promesas

Maldita memoria la mía
traidora, aliada del enemigo
que mis recuerdos rebosas
de aquellas hermosas cosas
que ya no están conmigo

Maldita memoria la mía
que nunca me dejas olvidar
un pasado que no ha de volver
la eternidad que ya no ha de ser
una mujer que no quiero recordar

Maldita memoria la mía
deja memoria que olvide
deja que la paz encuentre
pues es similar a la muerte
cuando el corazón se divide

Maldita memoria la mía
por que me llenas de melancolía
si yo nunca la tuve y menos ahora
mi corazón más la añora
a pesar de que nunca fue mía

Maldita memoria la mía
en aquellos momentos locos
que me aprisiona entre recuerdos
y otros que hubo también cuerdos
aunque en el amor, estos son pocos

Maldita memoria la mía
que me susurra en todo momento
su nombre en la distancia
y yo aún le encontraba la gracia
de estar esperando el reencuentro

Maldita memoria la mía
que es quien de verdad me aprisiona
entre dolores y sufrimientos
y de escape en vanos intentos
pues ella ya me abandona

Maldita memoria la mía
que no me deja olvidarla

viernes, 2 de septiembre de 2011

Rutina

Las críticas de mis enemigos me hacen fuerte, las de mis amigos, me hacen grande

Ya se acaba agosto y la vida en la ciudad vuelve a la rutina acostumbrada. Prisas y aglomeraciones comienzan a ser habituales y las pieles oscurecidas por el sol, por las mañanas se esconden bajo prendas de ligero abrigo. Las caras de sueño se confunden con la de la resignación de volver al trabajo o al alivio de comenzar uno, mientras aquellos comercios e industrias que habían permanecido cerrados, también se dedican a prepararse para comenzar un nuevo curso que todos deseamos que sea bueno.

Al entrar en el metro, había algo más de gente de lo que era normal meses atrás. Al poco un aviso de megafonía informa de que hay un problema técnico que está ocasionando retrasos. Opto por sentarme hasta que llegue el tren y mientras la gente continúa llegando y llenando el andén. Al poco decido por acercarme a la parte del andén donde el tren se detiene ante el temor de que no pueda acceder a él. La gente continúa llenando el andén de forma inusual y poco a poco se llena, pero no dejan de llegar viajeros… me siento empujado una y otra vez y comienzo a hacer esfuerzos para mantenerme en mi sitio, pero cada a cada minuto hay más gente y más presión… el andén está abarrotado de viajeros, pero aún continúan llegando más… a lo lejos, dentro del túnel, las luces indican que el tren se aproxima y la gente comienza a agolparse en el borde del andén… la presión es mucha, la gente empuja, siento que estoy justo en el límite y el tren se acerca… la gente sigue llegando y el andén está a rebosar… el tren se acerca, la gente empuja… caigo a las vías… grito… el grito me despierta de mi asiento y me doy cuenta de que el andén se está llenando…

Ha sido sólo un sueño, pero afortunadamente, no ha pasado nada… pero el andén se sigue llenando de gente… Al poco decido por acercarme a la parte del andén donde el tren se detiene ante el temor de que no pueda acceder a él. La gente continúa llenando el andén…




martes, 16 de agosto de 2011

Impuestos

Todos podemos enseñar. Todos debemos aprender.

Desde hace unos días, la sociedad está un tanto revuelta con la visita del Papa a España. Está claro que hay gente que está a favor y gente que está en contra, pero hace poco he visto un cartel que rezaba “Con mis impuestos, no”. Está claro que estas personas no desean sufragar (y tienen todo el derecho a expresarlo) la visita del Papa, por más que los estamentos oficiales nos digan que el coste de dicha visita se asume por la iglesia.

En cualquier caso, esa frase: “Con mis impuestos, no” creo que en lugar de usarla como queja para un acto concreto, debería ser usada con mucha más frecuencia, al menos desde mi punto de vista, y así, yo me atrevo a decir que “Con mis impuestos, no quiero que se paguen:”

• Construcción de aeropuertos que no tienen aviones o de líneas de ferrocarril sin viajeros
• Subvenciones a la industria del cine y la música que siempre recaen en los mismos productores, directores y artistas (que en la mayoría, no pasan necesidades)
• Subvenciones a sindicatos, organizaciones empresariales y otros entes variopintos que asienten en silencio todo lo que está pasando
• Coches oficiales sin ningún control de uso
• Reformas inútiles de despachos y centros oficiales cuyo coste es desproporcionado para la función a que son destinados
• …y así hasta un largo etcétera

Claro que si fuese más allá, podría pedir que el aborto no se hiciese con mis impuestos (soy hombre, no lo necesito), que no se apoyen otras lenguas distintas a la mía, que la medicina sólo sea para quienes trabajamos y pagamos, y así otro largo etcétera...

Y es que me parece muy bien (y lo digo sinceramente) que la gente proteste de que sus impuestos vayan a cosas que realmente no desean y que, desde mi punto de vista y en muchas ocasiones, tienen un alto coste para el beneficio que aportan a los ciudadanos, que suele ser poco…

Pero sí es cierto que me preocupa, y mucho, que en el fondo de esa frase a la que tantos se pueden apuntar alegremente, haya en realidad, un rechazo hacia quienes profesan una creencia concreta.... ¿Se diría esto mismo de una hipotética visita del Dalai Lama, de algún lider religioso islamisa, judío, ortodoxo, protestante...???

Hoy en día, donde a todos se nos llena la boca de gritar que somos democráticos, es cuando tengo la sensación de que curiosamente somos más intolerantes con todos aquellos que son distintos de nuestra raza, de nuestro sexo, de nuestras ideas (políticas, sociales o religiosas) e incluso de nuestra procedencia geográfica… y es que, por si alguien lo ha olvidado, la historia nos ha enseñado que lo que comienzan siendo críticas a las convicciones ajenas pueden terminan en crueles guerras cuyas consecuencias son, siempre, trágicas… y de las que parece que nunca aprendemos.


sábado, 13 de agosto de 2011

Bondad

Para que una flor pueda ofrecer todo su colorido y belleza, las raíces de la planta han de estar bien enterradas.

Es curioso como la naturaleza tiene, algunas veces, la opción de marcar a algunos animales con características defensivas tanto para ellos como para su posible predador. Así, hay insectos y anfibios cuyo color, algunas veces demasiado llamativo, avisa de que son altamente venenosos, y así ellos están tranquilos y los cazadores seguros… Otros, simplemente son capaces de avisar de su peligro y esos colores son, precisamente, lo que le sirve para avisar a su presa de su peligro, aunque no siempre funcione.

Pero para el resto de los animales, el peligro es algo que está oculto y algunas veces la posible presa se revuelve contra su cazador. O el caso más cercano de los humanos, donde somos capaces de lo mejor y lo peor…

Y es que aunque no nos guste reconocerlo, la mayoría de nosotros tenemos la opción de ser “buenos” o de ser “malos” y como cada uno puede entender la bondad o la maldad de formas distintas, pues cada uno obra en consecuencia de forma distinta… y no, no me vale con que pensemos que nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros padres o la mayoría de las personas que conocemos, no pueden ser malvados… ¿por qué no??? Es cómo si pensásemos que una persona que sabe escribir, nunca escribiría algo lúgubre, cruel o morboso… tiene la capacidad de hacerlo y la voluntad o no de hacerlo, depende de cada uno.

Pero la naturaleza tiene sus excepciones y hoy he conocido a una persona cuya cualidad de maldad es nula… Ya había coincidido con él algunos días mientras los canes corretean por el parque, pero hoy ha sido distinto ya que hemos estado hablando de todo un poco… con sus más de 70 años cumplidos, mantiene un optimismo desbordante, una sonrisa llena de paz y palabras amables para las personas, los animales, las plantas y todo aquello que encontraba en su camino… todo cuando decía lo decía con honestidad, sinceridad pero cuidando las palabras para que no hiciesen ningún mal… Hoy, he tenido la oportunidad de poder hablar con una persona de la que desconozco que habrá llorado mucho, pero que estoy convencido que no ha hecho llorar a nadie… una persona que podría ser la representación de la bondad …

Hoy, me llevo una sonrisa y una grata ración de paz… y además, llegaron las lluvias y rompieron la monotonía del estío… lástima por las perseidas, pero ni la luna ni la ciudad me hubiesen dejado verlas…




domingo, 7 de agosto de 2011

Cajas

No importa mirar, si no ver… no importa oír, si no escuchar… no importa vivir, si no sentir…

Supongo que nos resultaría curioso que alguien nos dijese que se ha comprado un televisor, y al preguntarle como es, nos dijese, es negro y mide 1,20 x 75 x 12. También, cuando alguien se compra un teléfono móvil no nos dice “sólo” que es amarillo, tiene teclado, pesa 45 gramos y se puede hablar con la gente… y así podríamos decir ordenadores, casas, coches, etc… y es que realmente, lo que nos importa del televisor es si posee tecnología de tal o cual, si tiene conexión a esto o a aquello, si lleva el 3D y el sensurround en cuadrafónico… y cualquier cosa que no dicen, nos interesa sobre todo, las “tripas”…

Pero cuando hablamos de personas, las cosas cambian un poco y cuando alguien que conocemos nos dice que ha conocido una persona y le preguntamos cómo es, no podemos dejar de hacer una descripción… alta, baja, gorda, delgada, pelo oscuro o claro, largo o corto... si pudiésemos, seguro que le pedimos hasta una foto si pudiésemos… y si acaso le preguntamos cómo es como persona, lo más que vamos a obtener es un “excelente persona” que en realidad, no dice nada salvo que a nuestro conocido, le parece así.

Y es que las personas no tenemos un conglomerado de artilugios electrónicos a los que podamos hacer referencia y por tanto, a cada persona hay que descubrirla y aceptarla poco a poco y aceptar ese conjunto de virtudes y defectos que la configuran. Pero tal vez, sólo tal vez, el ser humano es, por lo general, lo suficientemente orgulloso para minimizar sus defectos y aumentar sus virtudes, o lo suficientemente modesto para engrandecer sus defectos y no ser consciente de sus virtudes, aunque lo que creo es que el ser humano… o tal vez, sólo tal vez, el ser humano es lo suficientemente inconsciente para no darse cuenta de sus defectos y lo suficientemente cretino para pensar que todo lo que tiene son virtudes… aunque luego, diga otra cosa… y así de esta simple manera, sólo sabemos lo que es por fuera… cómo si fuese una caja, nos queda la duda de lo que habrá dentro hasta que no miremos por nosotros mismos.



Y sigue el calor… hay que joderse que verano.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Liberación

La naturaleza del río mantiene las orillas separadas. La tenacidad del hombre le puso puentes.

La mirada es capaz de enfocar sólo a esa persona y poco a poco todo lo demás va quedando detrás, difuso , lejano… Las manos se apresuran con una pasmosa calma a tocar su piel, a sujetarla como temerosas de que se vaya mientras ella se acerca más y más… su olor se entremezcla con su aliento y es entonces cuando los labios se acarician sin prisa pero con pasión en un beso… en ese momento el miedo se desvanece pues las defensas del alma caen y se desarman pues no son necesarias y es ahí cuando el alma encuentra su plena libertad

domingo, 31 de julio de 2011

Anochece

Aunque siembres, nada te garantiza la cosecha… y existe quien la recoge sin sembrar nada

La noche llega con su acostumbrada calma y el día nos despide con su conjunto de anaranjados que tiñen de una extraña belleza repetitiva el momento de la despedida de un día que, algunas veces fue complicado y otras, maravilloso.

La ciudad sigue con su ritmo, casi impasible, y parece que es ajena a ese mágico momento.

Sólo hay que buscar un sitio y sentarse para contemplarlo… tomar la mano de quien tienes al lado y guardar silencio para poder disfrutar del espectáculo en toda su plenitud…

Los recuerdos se difuminan, el dolor se alivia, la soledad se calma y la vida nos abraza…

Un beso, suave y dulce, sabe dar la bienvenida a la noche cuando el día se va…

A quienes se fueron, a quienes se van, a quienes vuelven, a quienes volverán, a los que siempre han estado… no dejéis escapar la magia de la vida, pues muchas veces no hacen falta grandes cosas para ser feliz


miércoles, 27 de julio de 2011

Futuro

Aunque te empeñes en retrasar el reloj, jamás recuperarás el tiempo

El futuro es un conjunto de hojas en blanco que debemos escribir todos los días. El inconveniente, es que no sabemos de cuantas hojas disponemos, y lo triste es que la mayoría de las veces, no escribimos lo que desearíamos.

lunes, 25 de julio de 2011

Cumpleaños

Casi siempre, la heroicidad necesita de testigos.

Anselmo cumple hoy 87 años y desde que él recuerda, es la primera vez que lo celebrará solo, aunque eso no le preocupa en absoluto.

Se ha sentado pronto en el pequeño jardín de la casa, a la sombra de los dos limoneros que en floración inundan de azahar todo lo que allí se asienta, y mientras el sol se filtra entre las hojas tupidas ya, el frescor que desprende el césped refresca la mañana y el estío parece hacer un alto en su rigor para que Anselmo pueda descansar

Se sentó a leer un libro cuyas letras nada le decía, mientras saboreaba su café cuyo sabor se disfrazaba bajo un buen chorro de coñac. En la otra mano, un humeante cigarrillo volvía a acompañar sus silencios a pesar de que ese hábito ya lo había dejado tiempo atrás.

Entre las letras del libro de Daniel Defoe que siempre se le había antojado como un cierto paralelismo en su vida, los recuerdos comenzaron a aflorar y la eterna pregunta que se había hecho durante años, le llegó de nuevo a cabeza… ¿soy feliz???

Anselmo trabajó duro toda su vida cuidando su huerto y vendiendo lo que en él se producía. Había conseguido con eso mantener a su familia, construir su casa y vivir con cierta holgura. A pesar de eso las cosas no siempre habían sido fáciles y la vida, como la de la mayoría, había pasado entre pocas grandezas y muchas miserias…

El miedo había estado siempre presente en su vida… y de forma directa o indirecta, había tenido que pelear con él… miedo cuando cerró la fábrica recién casado y tuvo que ponerse a trabajar en la huerta, miedo cuando tres años de sequia habían conseguido que su familia pasase hambre por que el negocio no daba para más… pero sobre todo, miedo cuando su mujer enfermó hace años y fue consumiéndose hasta morir a los pocos meses… miedo cuando su hijo y su nieto fallecieron en un accidente hace ya mucho tiempo… miedo incluso cuando su perro “Sultán” se arrastraba lentamente hasta él cuando llegaba a casa y se mostraba cariñoso y zalamero hasta que también, hace tres meses, falleció de puro viejo siendo tan fiel como siempre lo fue.

Así que hoy Anselmo cambió el tiempo de la pregunta y a su cabeza vino el pasado… ¿He sido feliz??? No lo sabía… Toda la vida trabajando, esforzándose por su familia, por su trabajo, por su negocio… toda la vida angustiado por el dinero, por el bienestar de su hijo cuando él estaba vivo, por su mujer, delicada de salud pese a la fortaleza de carácter y cuerpo… por sus padres, por su hermana… No, Anselmo supo que no había sido feliz…

Ahora, los médicos le habían dicho que debía cuidarse… debía hacer ejercicio, debía hacer dieta sin grasa, sin sal, sin alcohol, sin tabaco… si, Anselmo también había tenido miedo por su propia salud, por su muerte…

Pero no hace mucho, se dio cuenta de que el miedo había sido su gran compañero de vida y que ese miedo había conseguido manipularle, mirando siempre un futuro incierto en lugar de un presente cierto. Así que a medida que todos aquellos que él quería se fueron yendo, él dejó de tener miedo por ellos y en esa soledad, llegó a tener sólo miedo por su vida, pero para qué vivir??? Así que optó por disfrutar de lo que le quedase con esos pequeños placeres a los que había tenido que renunciar…

Hoy, cuando Anselmo cumple 87 años, se hace de nuevo la pregunta de si él es feliz y sonriendo al sol entre los pequeños huecos que la floresta de los limoneros le permiten, sonríe y sabe que una vez que ya no tiene miedo, ahora es feliz, justo cuando su vida se acerca al final… Le hubiese gustado perder el miedo hace ya muchos años, pero tal vez no hubiese podido querer de igual forma.



Echo de menos la lluvia

martes, 12 de julio de 2011

Plumilla

Puedo ser la causa de tu amor o de tu odio, pero no me culpes de tus sentimientos, puesto que tuyos son.

Eugenio falleció ya hace varios años, pero María aún conservaba y cuidaba la casa como cuando él estaba…

Eugenio era un perfeccionista y como pasante de notarías que siempre había sido, se había esmerado en ser un pequeño artista de la letra. Jamás uso bolígrafo ni pluma estilográfica y siempre recurrió al plumín y tinta china. Pese a ello, jamás tuvo una mancha o una errata y su escritura, amén de precisa, siempre se rodeaba de una belleza que todos admiraban y envidiaban, e inclusive, para quienes debían trabajar con él, se hacía hasta empalagosa

Eugenio siguió escribiendo cuando se jubiló, y a pesar de que las máquinas de escribir ya se usaban con cierta regularidad, él jamás accedió a usarlas y todos sus textos se fueron acumulando en su pequeño escritorio, entre tinteros, plumillas y papel secante.

Poemas inacabados se fueron acumulando en sus cajones a la espera de la musa que nunca llegó y María, fiel compañera durante más de 70 años, observaba día a día cómo el papel iba reflejando las curvas de la tinta que formaban elegantes palabras, las cuales, a ella, muchas no le decían nada.

Un día Eugenio dejó de escribir y casi al tiempo, dejó de vivir… desde entonces María había seguía con su rutina: limpiando la casa, ordenando el escritorio, procurando que la tinta no hiciese grumos ni que las plumillas se oxidasen, ordenando los montones de papel en blanco que pronto comenzarían a amarillear y procurando tener a punto los pliegos de papel secante.

En los cajones, tal y cómo lo había dejado Eugenio, continuaban las palabras con frases inconclusas que ya, difícilmente serían leídas por nadie… y en el corazón de María, el mismo miedo que Eugenio le había infligido durante toda su vida y que aún le obligaba a realizar aquello que siempre le habían ordenado…


miércoles, 6 de julio de 2011

Cita

Algunas caricias consiguen erizar los cabellos… Algunas caricias consiguen hacer latir un corazón…

Aún era pronto pero ambos ya estaban preparados… la cita era muy inesperada y se había convenido de forma improvisada, casi precipitada pero a los dos les había agradado la forma en que, en esta ocasión, el destino les había tratado…

Durante horas estuvieron preparándose, acicalándose, perfumándose… con la tranquilidad que los dos tenías, con la seguridad que habían conseguido adquirir en ya casi medio siglo de existencia, todos sus movimientos eran firmes y seguros, pero a medida que la hora se acercaba, sus corazones palpitaban de forma apresurada y su estómago les apretaba las entrañas…

Ambos, por separado y con algunos minutos de diferencia, llegaron en taxi al restaurante de Fidel, amigo de ambos y artífice de este encuentro… Primero llegó él y le preguntó si ella ya había llegado. Fidel viéndolo tembloroso, le dijo que aún no, pero no se lo iba a comer, que se tranquilizase… le acompañó a la mesa y volvió a su trabajo…

Al poco llegó ella y la pregunta se repitió. En esta ocasión la respuesta fue afirmativa y no hubo mucho más que decir… Fidel, sonriente y satisfecho la acompañaba a la mesa… sin decir nada, la ayudó a acomodarse, y una vez sentados, tomó las manos de ambos y se las unió.

Los dos sintieron que el corazón se les disparaba y una sonrisa se reflejó en sus labios al mismo tiempo… Ella, tal vez un poco más lanzada extendió una mano y Fidel se la hizo llegar al rostro de él… lo recorrió con calma, con nervios, con ternura… durante un prologando instante, su mano recorrió y escudriñó sus facciones… luego fue el turno de él que hizo lo propio…

El silencio se había producido pero las sonrisas perduraban… Fidel les dijo que por que no salían a disfrutar del día de sol. Los dos asintieron… cogieron sus bastones blancos y se encaminaron por la calle, tomados de la mano y con el sol besándoles la piel…


sábado, 2 de julio de 2011

Ancianidad

La distancia que nos separa es la misma, pero mientras lo que para uno es cuesta abajo, para el otro es cuesta arriba

A esas horas, el metro siempre va escaso de pasajeros y los asientos, enfrentados unos a otros, son igual de codiciados, pero para nada disputado

Frente a mí, una mujer gruesa dormita apoyada en la barra… a su derecha, un anciano meditabundo y a la derecha de este un asiento vacío… las caras de los pasajeros reflejan el cansancio del día y el calor de la calle…

El tren, igual de cansino, se detiene algo más de tiempo en las estaciones pero muy pocas puertas se abren… poco a poco, los asientos vacíos van dejando de estarlos… a mi izquierda aún dos huecos por cubrir

Las puertas se abren y un pequeño de grupo de gente entra… Ella, joven y escultural, luce una ceñida minifalda que muestra sin recato alguno sus largas piernas… Se sienta a mi lado

Frente a mí, la mujer gruesa apenas ha hecho ningún gesto y continúa con sus ojos cerrados y la cabeza apoyada en la barra, pero el anciano de su derecha, ha reaccionado y se ha incorporado en su asiento… sus ojos miran con descaro las piernas y su boca muestra una mueca de satisfacción…

El tren sigue perezoso su camino, con un escaso movimiento de viajeros…

La chica de la minifalda que se sentó a mi lado, parece inmersa en su propio mundo, manejando con soltura el móvil al que también está unida por los cascos auditivos, pero al llegar a una estación se incorporó con soltura y salió sin dudarlo…

Frente a mí, la mujer gruesa dormita y junto a ella, el anciano mantiene su sonrisa y su mirada, perdida ahora en el vacío.

En la siguiente estación, la mujer gruesa se espabiló y comenzó a prepararse para salir. Justo al levantarse, el anciano, que de alguna forma estaba apoyado en ella, se derrumbó cayendo al suelo de forma estrepitosa

Tras varias horas de detención, se levantó el cadáver… un infarto dijeron los médicos… el anciano permanecía con la mirada perdida en el vacío y la sonrisa en la boca…

Ignoro como fue su vida, pero seguro que murió feliz.

martes, 28 de junio de 2011

Río

Solemos buscar fortuna. Solemos encontrar adversidad

Como arroyo… naciendo entre rocas y altura, el agua busca caudal, inseguro e incierto
Recorre campo y arena y regatea con todo cuanto se opone a su camino
Como arroyo… nervioso e inquieto
Avanza sin preocuparse de nada, sin conocer prisas ni reposos… avanza
Y descubre la noche, el día, la sombra, el frescor, el calor… y avanza
Y llega a la planicie y poco a poco forja y fuerza el cauce que ya existía…
Cómo río… lame las orillas del cauce, moldeándolo… avanza
Y la orilla moldea y dirige su curso… y la orilla une cauce y agua y forman el río…
Y los dos son uno… como río… uno solo…
No es río el cauce seco, ni es río el agua que brota medra por el páramo y que no sabe dónde ir
Cómo río… el agua acaricia la orilla, la lame, la moldea…
Cómo río… la orilla obliga al agua, lo guía, lo contiene, lo controla…
Ninguno pierde su identidad… el agua, el cauce… pero ahora juntos, como río
Cómo río… tú y yo… agua y orilla… luchando ambos por seguir siendo lo que somos
Perdidos por ser nosotros… como río… agua y orilla…
Luchando por no dejar de ser… como río
Hasta que ambos, al unísono sucumben en la desembocadura del mar… y ambos mueren, como río

miércoles, 22 de junio de 2011

Biodiversidad

Quien piensa sin aprender, sólo pierde el tiempo

Fue en 1859 cuando un grupo de aburridos cazadores llevaron unos cuantos conejos a Australia para seguir practicando su caza en los días en que el trabajo se lo permitía. El conejo, libre de depredadores naturales, se reprodujo como un conejo y se ha convertido en una auténtica plaga en aquel continente

Unos cuantos años más tarde, tras la segunda guerra mundial (creo recordar que poco antes de 1950), el mundo hambriento confío en el DDT para que sus cosechas no fuesen devoradas por insectos de cualquier índole y la agricultura dio un importante paso adelante con el deterioro de la población animal que hasta entonces había dependido de esos productos, ahora exclusivos para el ser humano

En otoño del 2005, un grupo de supuestos ecologistas puso en libertad a más de 30.000 visones de unas granjas gallegas que se dedicaban a su cría para el uso de su piel. Esta suelta indiscriminada ocasionó que el visón, un animal muy voraz, acabase con parte de la fauna autóctona produciendo una alteración muy importante de los ecosistemas

Tal vez el hombre sea el escultor del mundo tal y como lo conocemos, pero… es que no podernos estarnos quietecitos!!!


domingo, 19 de junio de 2011

Silencios

Para que la lluvia caiga del cielo, antes el agua subió allí

No hace tanto que un día intenté descubrir lo que es el silencio… Está claro que todos tenemos una noción básica de que el silencio es la ausencia de sonidos, lo opuesto a los ruidos

Soy urbanita, vivo en Madrid y como una gran ciudad es prácticamente imposible encontrar esos momentos de silencio que algunas veces nos empeñamos en buscar… es por ello que aquel día decidí dejar la ciudad para encontrarme con el silencio

Me fui a la sierra norte, a no más de 60 Km., dejando atrás, lentamente, el ruido del tráfico, de las obras, de las fábricas, de trenes, miles de pasos y cientos de voces, de teléfonos, de tertulias en el café, de risas en el parque…

Poco a poco la sensación de silencio se fue apoderando de mí mientras me alejaba entre senderos custodiados por lavandas, jaras, romeros y hierbabuena y ortigas… no demasiado lejos, pequeños sotobosques marcaban una precisa separación entre la abundante arboleda y la tenue vegetación de un terreno barbecho que otrora fue cultivo y huerta…

Hasta mí llegaron trinos de pájaros, cantos de cigarras y cuando todos ellos callaban, el ulular del viento creaba un improvisado ballet con las hojas y las ramas, y más allá, algún pequeño riachuelo cuyas aguas, muy posiblemente escasas, no dejaban de ser bravas para golpear lo que encontrasen repicando un ritmo repetitivo pero agradable…

Pese a todo, aún no había encontrado el silencio, así pues me dirigí a la cima de una pequeña colina cubierta de roca donde la vegetación era casi nula. A medida que el ascenso se iba produciendo, el viento era más fuerte y su silbido llenaba mis oídos a tal punto de que me fue imposible gritar para hacer sentir en una extraña comunión de igualdad con él…

No, tampoco encontré el silencio en las montañas no muy lejos de la ciudad, así pues decidí ir al mar y fue el rumor constante de las olas quienes me dieron una dulce bienvenida que se fue serenando a medida que el viento amainaba pero aún así, entre los peñascos que forman los acantilados, cientos de gaviotas y otras aves marinas coreaban sin cesar en pos de su sustento… Esperé a la noche cuando las aves descansasen y de nuevo el viento, acariciando la superficie del mar, enarbolaba la batuta de una extraña sinfonía que llenaba de sonidos casi hipnóticos, todo mi ser…No, tampoco en el mar estaba el silencio…

Así pues, decidí volver a la ciudad para intentar aislarme de todo y entré en la casa cerrando tras de mí todas las puertas y ventanas y aún así, aún llegaba hasta mí un murmullo de esta ciudad que palpita constantemente como si estuviese viva… aislé la habitación, cerré los huecos y quise permanecer quieto para tener la sensación de silencio… y fue entonces cuando comencé a escuchar mi corazón que palpitaba, marcaba un ritmo que hasta entonces yo desconocía… mi corazón ya no palpitaba si no que simplemente susurraba tu nombre