lunes, 23 de febrero de 2015

Dolor

El tiempo nos da las piezas con las que construimos nuestra vida. No siempre son las que queremos o incluso las que necesitamos, pero ahí están…

El tiempo siempre nos da y nos quita… la vida es así de sencilla, llena de emociones y sentimientos… alegres unos, crueles otros… la vida no sólo es eso que vemos en los noticiarios, donde eso que llamamos vida parece que carece de algún valor de tan acostumbrados que estamos a la barbarie. En nombre de causas creadas por y para los hombres, otros han de morir… guerras, hambrunas, terrorismo, violencia… y sigo siendo incapaz de encontrar sentido a todo eso…

Pero no siempre es así… otras veces, las circunstancias escapan al control de las personas y ocurren los accidentes con un similar resultado… dolor, siempre dolor… Pero ese dolor que se siente cuando alguien ajeno muere en la circunstancia que sea, se multiplica cuando ese alguien es alguien que está cerca de nosotros, alguien a quien estamos unidos… una madre, una pareja, un hijo, un nieto… un dolor que se repite día tras día al existir un hueco que nadie podrá llenar jamás…

Esto es la vida… así de sencilla… Tenemos momentos mágicos, maravillosos… momentos donde el amor, la felicidad, las risas, el desear que el tiempo se detenga, están presentes en nuestros recuerdos y en nuestros sueños… Tenemos momentos donde el dolor nos arranca el alma lentamente y sin piedad y los recuerdos nos abruman una y otra vez… Tenemos momentos mediocres, repetitivos, monótonos, sencillos… que se olvidan pronto por carecer de contenido pleno…  Todo eso es la vida

Hoy, cientos de mensajes, libros, profesionales de la psique o un simple amigo, son consultados, leídos, analizados y todo buscando un remedio para que el dolor sea menos intenso… No se nos ocurre hacer eso cuando estamos radiantes y felices, pues toda nuestra dedicación se centra en ese punto que no queremos abandonar… Hoy, todos, o tal vez sólo la mayoría, tratamos de huir de la desesperación, de la guerra, del hambre, de la tristeza, del dolor… No me sirven los consuelos fríos y distantes, no me sirven palabras sin respaldo, ni me sirven los buenos consejos… sé que el dolor remite tarde o temprano… sé que siempre quedará una cicatriz que lo recordará… sé que tal vez un día el tiempo me dé una pieza más agradable, más deseada para construir mi vida… y sé, porque lo sé, que esta vida es mía y que es la que es, sin que pueda huir de ella, sin que pueda escapar… y el dolor, sigue formando parte de ella… al igual que también, aunque tal vez con mucha menos frecuencia, lo es la felicidad.

Tanto tiempo… tantas cosas… y sigo sin tener palabras