domingo, 30 de octubre de 2011

Jalogüin

No sé si estoy perdiendo la memoria o si estoy perdiendo la ilusión por recordar

Hay mucha gente que se queja de la importación de la fiesta de Halloween, aunque en realidad, lo único que ha ocurrido es que esta fiesta que, según quien la cuente, tiene una connotaciones distintas, si bien parece que el origen de la misma siempre ha sido el mismo (celta) y siempre por lo mismo, siendo aceptada y adaptada por los católicos que la amoldaron a sus tradiciones.

Así pues, durante no sé cuánto tiempo, el primero de noviembre ha sido siempre un día para rendir culto a los difuntos, para recordar a quienes nos dejaron y a intentar que allá donde estén si es que están, que estén bien… todo un propósito espiritual que ha perdurado durante siglos.

Y sin embargo, hoy en día, hemos hecho de esta fecha, como de la mayoría, un producto de fiesta y consumo tal vez exagerado… es más, creo que hemos hecho del miedo en sí, un estado necesario que nos hace elevar la adrenalina y sentirnos vivos… Ya no sólo la festividad de Halloween se ha convertido en un extraño carnaval donde los vivos nos disfrazamos de muertos, si no que además, en la mayor parte de los parques de diversión, existen zonas específicas donde el miedo y el terror están presentes y pagamos por ello

Supongo que es por que en el fondo, esa sensación de “pasar miedo” está condicionada a la lógica de que sabemos que no nos va a pasar nada… Imagino que si en cualquier lugar hubiese una atracción que se llamase, por ejemplo, el francotirador, donde alguien anónimo pegase tiros reales de forma indiscriminada a los visitantes, seguramente nadie acudiría… aunque siempre encontraríamos gente decidida a entrar y lo peor, gente decidida a disparar…

Pero es que somos muchos quienes tenemos la sensación de que es justo a los demás a quienes le pasan las cosas malas… es a los demás a quienes les suceden los accidentes, son lo demás quienes pierden el empleo, son los demás quienes enferman, son los demás lo que llevan los cuernos, son los demás quienes tienen problemas… ¿seguro???

Sea como fuere, ruego a las empresas patrocinadoras de eventos y festividades diversas y que se lucran con la venta de disfraces y máscaras (más-caras) de goma y látex, y demás zarandajas encaminadas a llevar calabazas y como es habitual, ingerir alcohol sin mayor control que el límite que la botella imponga, que sepan disculparme por que yo no me apunte a estos festejos ni me considere inmerso en la vértigo de este consumo que ha nacido a base de ver películas y que muchos fomentan por el beneficio que les reporta.

Feliz día a todos… vivos y muertos…


jueves, 20 de octubre de 2011

Aprendizaje

Nadie puede domesticar el sueño de otro.

Realmente ignoro como se hace, pero la educación de las personas es muy compleja… De niños, nos dedicamos a hacer trastadas y a decir palabras que no dejan de ser graciosas y a las que quienes nos rodean, no pueden evitar sentirse bien con nosotros

Ignoro en qué momento se produce, cuando de repente, nuestros padres, nuestros tutores, nuestros mayores en definitiva, comienzan a decirnos “eso no se hace”, “eso no se dice” y poco a poco comienzan a aparecer los castigos… poco a poco comenzamos a doblegarnos a la voluntad ajena… comienza la “educación”

Este proceso de educación ya se mantendrá para siempre con nosotros quienes nos diga lo que está bien y lo que está mal…

Así, primero nuestros padres, luego nuestros profesores, después nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestro jefe… y si eso no es suficiente, comienzan a aparecer líderes políticos, líderes religiosos, líderes sociales… y en casos extremos, son los que ahora se denominan “asesores” quienes nos dicen lo que hay que hacer, y así nos asesoran de cómo invertir nuestro dinero (el que lo tenga), nos asesora un experto en leyes cómo actuar ante un conflicto, nos asesora un técnico de medio ambiente que bombillas debemos comprar, un médico que drogas tomar y por supuesto, la publicidad continua que es lo que tenemos que comprar…

Asi pues, me pregunto si de verdad somos libres para escoger nuestros caminos o siempre habrá alguien que nos guie por ellos...

Por tanto, permitid que hoy me sienta libre, plenamente libre para escribir que me parece mal que ETA haya hecho “sólo” un anuncio del “fin de la lucha armada” ¿lucha??? Ojalá que esta banda de terroristas jamás hubiese empezado de forma unilateral esa “lucha” que tanta sangre ha derramado de forma esteril. Espero que ahora no sólo comience una etapa de paz (difícilmente se encuentra la paz a base de disparos) si no que ahora, las voces que la gente escuche, no sean las de quienes en su locura opta por la violencia Ojala que la noticia fuese que no hay noticia por que nunca hubo violencia… pero la realidad está ahí y hoy, cuando los asesinos insinúan que no van a seguir matando, es, al menos, un alivio


martes, 18 de octubre de 2011

Trenes

Por muy grande que sea el Universo, sin ti está incompleto

La mañana había sido fría y poco a poco la ciudad despertaba entre antes de que el alba hiciese aparición.

Como arroyuelos, filas de personas que se dirigen absortas en sus pensamientos hacia la estación que poco a poco va llenándose de gente… cada tren que llega es como una bocanada de alivio que descongestiona los andenes pero que abarrota todo el convoy

Es mi turno… las puertas se abren y apenas pierdo unos instantes de mi lectura para no tropezar en los escalones… los mismos empujones y el mismo ambiente cargado de todos los días. Un pequeño hueco me sirve de territorio conquistado donde me aferro a una barra y me aíslo del mundo entre las letras de mi libro…

Llegó el túnel… la iluminación se intensifica y el ruido del tren retumba con mucha más estridencia acentuado por el eco de las paredes que nos rodean… yo sigo inmerso en la lectura… Al poco observo que hoy el túnel es más largo de lo habitual… miro el reloj… es extraño pero creo que ya deberíamos haber salido…

El camino se me estaba haciendo inusitadamente más largo y una cierta inquietud comenzó a recorrerme… miré a mi alrededor y no podía reconocer a aquellos que con el uso del transporte público ya me eran familiares… todo aquel vagón iba repleto de personas jóvenes, estudiantes en apariencia… y el túnel que no acababa…

Al cabo de un rato, la luz del día me sorprendió casi de improviso y mis ojos quedaron cegados al igual que mis oídos resentidos al perderse de improviso el eco del tren en las paredes angostas del túnel… apenas unos segundos para adaptarme a la luz y poder mirar por la ventanilla… Todo aquello me era desconocido, no recordaba haber pasado por allí nunca… todo era nuevo y la inquietud iba dejando paso a un sentimiento de angustia…

Me sentía incapaz de moverme, expectante de un desarrollo que no intuía mío, si no más bien como si fuese algo que se reflejase en mi cabeza, un sueño, una película o la misma historia que Follet recreaba en su libro, pero me así con fuerza a la barra del tren y supe que era verdad y cierto lo que ocurría… Aquellos jóvenes, inmersos en su cotidianeidad, se mantenían alejados de mi angustia que lentamente se iba transformando en miedo…

El tren seguía su curso por desconocidas tierras, por lugares que jamás vi y que no sabría identificar en un mapa… los silencios de los viajeros se multiplicaban en el sordo crepitar de las vías al paso del pesado convoy… sus miradas perdidas en el horizonte o al igual que yo, entre libros, me inquietaban tanto como mi destino… ¿Qué pasaba???

Al cabo de un buen rato donde todos los que allí estábamos permanecimos inmóviles, el tren comenzó a aminorar la marcha hasta que llegó a una estación, clásica, casi antigua diría yo, pero limpia y bien conservada… no había ningún indicador visible, pero todos los pasajeros descendieron con calma pero sin demora alguna… sólo yo me quedé en el vagón y el pánico se apoderó de mí, por lo que envuelto en la luz del día, corrí presuroso hasta la puerta para intentar encontrar alguna explicación a todo aquello…

Aquel instante de duda había servido para que el andén se despejase y ahora todo parecía desierto… crucé la puerta de la estación y descubrí un enorme edificio que me resultaba vagamente familiar… sí, pese al silencio que rodeaba todo descubrí que estaba frente a mi antigua universidad… No había vuelto allí hacía unos 20 ó 30 años, pero la reconocí sin duda alguna… me di la vuelta… vi la estación que parecía haberse escapado de un siglo anterior para detenerse allí… el entorno estaba desierto… volví a mirar la universidad… son horas de clase… sí, ahora lo entiendo todo… me he equivocado de tren!!!

viernes, 7 de octubre de 2011

Preguntas

La incertidumbre es una gran sala con algunas puertas cerradas y que no sabemos dónde nos conducen.

¿Hola???... ¿Hay alguien ahí arriba???, ¿Un dios???, ¿un ser superior???, ¿un extraterrestre???, ¿algún ser que tenga respuestas???. Yo tengo un montón de preguntas que nadie sabe contestar…

Desde hace ya mucho tiempo, creo que, pese a que todos aseguran que “todos somos iguales”, creo que hay algo que no termina de convencerme… ¿por qué unos son altos y yo no???, ¿Por qué unos son ricos y yo no???, ¿por qué hay gente muy lista y yo no???, ¿por qué unos son delgados y yo no???... bueno, no, de esa sí sé la respuesta

No es lo mismo nacer aquí que nacer allá… estudiar aquí que allá… ¿Por qué el amor viene sin aviso y se va cuando quiere???, ¿por qué unos enferman y otros no???, ¿por qué hay quien encuentra un buen trabajo y otros no encuentran nada de nada???.

Todos me dicen que debo esforzarme, que debo luchar por mis sueños, que debo continuar levantándome por mucho que caiga… estoy cansado… de verdad, estoy muy cansado. Imagino que todos en algún momento ha pensado que la vida no es justa… y hay quien dice que la vida es una breve temporada de sufrimiento que nos será compensado después… Pero hay quien dice que la vida es lo que sentimos y hay temporadas que la vida duele… duele mucho y curiosamente, no por nosotros si no por las malditas circunstancias que Ortega nos dejó adheridas al alma y de las que no podemos desprendernos aunque queramos… no podemos desprendernos del dolor cuando quien amamos no nos corresponde, o cuando nuestros hijos se acercan lentamente a la miseria, o cuando nuestros padres pierden la noción del tiempo, del espacio y del recuerdo… ¿de qué sirve luchar en una batalla perdida???, ¿sólo para sufrir más???.

No… hoy es de esos días en los que creo que la vida no es justa… donde los problemas se agolpan sin que pueda encontrar soluciones, donde el tiempo se escurre entre los dedos sin que pueda retenerlo, donde el otoño es sólo una palabra en el diccionario y donde el mañana tiene la misma cara triste que el ayer, que el hoy…

¿Luchar???... ¿y contra qué o contra quién he de luchar???. ¿He de luchar contra los dioses para que devuelvan la salud de los que quiero???, ¿para que les proporcione un trabajo???, ¿para que me devuelvan el amor???, ¿para que no me falte que comer???,... ¿Quién es mi enemigo???,

Si… estoy cansado… de esta maldita cárcel sin barrotes que me obliga a vivir una vida que yo no escogí, si no que me escogió a mí… Miles de personas están atadas a sus seres queridos y precisamente por eso, no pueden abandonarlos… miles de prisioneros… todo un ejército que está perdiendo la vida día tras día, sabiéndolo, luchando contra no se sabe muy bien el qué, pero intentando hacer la vida de quienes les rodean más fácil y agradable aunque no siempre se sepa y lo peor, cuando la mayoría de las ocasiones, no sirve de nada…

Así que ha llegado el momento de buscar respuestas, respuestas sencillas… ¿por qué???, ¿por qué hay quien vive a la orilla del mar y yo estoy en mi prisión de la ciudad???, Miles de preguntas a las que no encuentro respuestas… luchar… sí, sigo luchando, pero estoy cansado… así que termino aquí esta historia para descansar un poquito.


jueves, 6 de octubre de 2011

Ausencia

"¿Por qué enrolarse en la armada cuando puedes ser un pirata?" (Steve Jobs)

Steve Jobs se ha ido... :-(

lunes, 3 de octubre de 2011

Cambios

La exactitud no es más que otra medida humana.

Donde otrora reinase el ocaso, ahora sólo queda la sombra recortada en negro de una ciudad… una sombra, sólo rota por alguna pequeña luz que a lo lejos apenas destaca.

El paisaje, poco a poco, va cambiando sus tonos verdes y brillantes por esos otros marrones y rojizos, ocres… incluso el castaño arroja sus erizos ya agrietados que marcan el inicio de la estación…

Entre el humo del fuego del hogar, bailan juntos al son del viento del otoño, los suspiros por los amores que mueren en verano, con esos otros suspiros de los amores que nacen entre las hojas caídas, aromatizados con fragancias de castañas y café recién hecho

Amores de antaño, que fueron gigantes entre los grandes, y que el tiempo terminó por secar… pero quedan los tocones que ocupan un inamovible lugar en los recuerdos mientras surgen brotes de jóvenes árboles que podrán ser tanto más gigantes que los anteriores… Personas y familia que nos dejan… personas y familia que vienen a quedarse…

Las casas, añorantes de aquellos que se han ido, se hacen grandes, demasiado grandes, y son inundadas de añorantes recuerdos que remplazan el vacío que nos dejaron quienes ya no están…

El otoño vuelve, y ya se espera la lluvia, ausente protagonista de esta estación… pero el otoño es sólo una forma de llamar a esta época… el otoño también se irá… pero la vida siempre nos acompaña… Sigamos disfrutándola.