lunes, 4 de abril de 2016

Odiseas

A veces estudiamos tanto nuestro pasado, que nos olvidamos planificar el futuro

Creo que todos somos conscientes de la evolución tecnológica que estamos realizando durante los últimos tiempos. A poco que podamos hacer un breve análisis, veremos que existe lo que podríamos definir como progresión geométrica de descubrimientos, y cada día la ciencia y la tecnología nos sorprende con nuevos y entusiastas descubrimientos encaminados intentar hacer la vida más sencilla a las personas.

Desde la producción de cualquier elemento, por sencillo o complejo que pueda parecer, realizado por eficientes y rápidos robots, hasta entregas de paquetería por drones (en un estudio muy avanzado ya), prácticamente todo puede ser automatizado

Imaginemos, por poner un sencillo ejemplo, que deseamos comprar un artilugio tecnológico más o menos complejo… ¿qué tal un pequeño televisor???  Pues allá vamos… Hoy, se puede acceder a varias páginas web donde, sin salir de casa, accedemos a la información que necesitamos sobre los televisores que deseamos ver y comparar. Accedemos a toda la información que necesitemos y la que no nos interesa, y apenas unos minutos, podemos proceder a la compra del mismo.

Suponiendo, (para intentar avanzar un poquito en la evolución) que la entrega se realice forma automática, con un dron para ser totalmente modernos, el proceso podría ser más o menos así:

Desde nuestro terminal, seleccionamos el aparato que deseemos y procedemos a su pago mediante nuestra tarjeta de crédito. Y de una forma u otra, ahí comienza todo un proceso de mecanización dirigido por ordenadores y robots... El fabricante no almacena para ahorrar costes de producción y almacenaje, así que en el momento que lanzamos nuestro pedido, en algún lugar llega la orden de comenzar el proceso y cientos de robots comienzan a crear transistores, resistencias, diodos, chips de todo tipo, y otros elementos necesarios, tales como placas o procesadores varios. Una vez que el proceso de fabricación de todo esto se ha concluido, todo el material comienza a ensamblarse con precisión matemática y con una rapidez envidiable. De esta manera, en poco tiempo, apenas unas pocas horas, nuestro televisor, ha sido creado casi de la nada, por robots que incluso se han asegurado de que la calidad del resultado final cumpla con los estándares de calidad exigidos en su propio proceso. Una vez que el televisor ya es tal, el proceso de embalado tampoco tarda mucho en finalizar. Protectores plásticos son creados en segundos desde moldes realizados para su ajuste milimétrico y finalmente, el cartón lo aislará y protegerá de posibles agresiones exteriores. Una vez que nuestro televisor sale del centro de embalaje, convenientemente identificado, marcado, numerado y etiquetado, el sistema de reparto automático sólo tiene que leer el código al que debe enviarlo (que ya incluimos en nuestro pedido) y un rápido dron volador se encargará de dejarlo en nuestra casa a la hora acordada...

Seguramente, a muy pocos de nosotros esto les parecerá imposible, pero creo que todo este proceso no duraría más de 24 horas. Naturalmente hoy en día todavía no resulta tan sencillo pero estoy convencido de que en breve, será mucho más factible y si se me permite decirlo, incluso rápido.

En cualquier caso, podemos comprobar como la mecanización está desbancando al trabajo humano, mucho más costoso y lento... si todo este proceso hubiera tenido que ser realizado por personas, seguro que todos somos conscientes de que sería casi imposible alcanzar esos tiempos y costes

Así pues, bienvenida sea la tecnología que nos permite abaratar costes y acelerar e incrementar la producción de casi cualquier artículo de consumo... pero un momento... consumo??? y quien va a consumir todo esto??? si cambiamos a los ofinicistas por ordenadores, cambiamos a los mecánicos por robots, cambiamos a los transportistas por drones, cambiamos a los vendedores por páginas de internet... ¿quien va a trabajar??? ¿quien va a tener dinero para consumir todo esto???

Puede que en los comienzos todo sea parabienes y las empresas que desarrollen estos sistemas obtengan grandes beneficios, pero tal vez en unos años, todo ese proceso, como si de una mala película de ciencia ficción se tratase, esté simplemente abandonado, cubierto de polvo y oxidado... nadie podrá usarlo por que nadie podrá consumirlo al no existir trabajo y por lo tanto, los ingresos necesarios para adquirirlos...

En fin, esto es lo que pienso al día de hoy... tal vez mañana ya pueda dictar al ordenador una idea para que él la desarrolle por mí... o las máquinas terminarán realmente dominando la vida del hombre, primero bajo las órdenes de otros hombres, y luego bajo su propia dirección para que ni eso tengamos que hacer... Recuerdo a Kubrick y su 2001 A Space Odyssey

miércoles, 30 de marzo de 2016

Delincuentes

Aun no he visto al hombre invisible.

Hoy recordé, sin saber por qué, una escena de una película de esas que difícilmente ganarán algún premio. La trama era muy sencilla: un grupo de amigos estaban apostados en un aparcamiento y cuando veían un vehículo de alta gama, lo envestían con el suyo que, como es lógico, quedaba casi destrozado.

El truco estaba en que a pesar de lo que el auténtico perjudicado (el vehículo de alta gama) pudiese decir lo que fuese, el grupo de amigos se hacían pasar por desconocidos, pero todos eran testigos y al final, o bien el hombre pagaba una cantidad de dinero, o iban a un juicio que ya se sabía sentenciado de antemano.

Un grupo de testigos falsos conseguían que una persona inocente fuese declarada culpable y una persona culpable, no sólo fuese declarada inocente, si no que fuese considerada víctima.

En la película, finalmente encuentran a un hombre que dispuesto a no dejarse amedrentar, afronta todo aquello con honestidad y todo eso, y claro, al final se descubre todo y ganan los buenos en perjuicio de los malos.

Pero dudo mucho si en la vida real todo eso funciona así. Hoy, lamentablemente parece que hay que demostrar más la inocencia que la culpabilidad. Supongo que el ejercicio de legislar y el de aplicar las leyes, está tan lleno de lagunas que la justicia es un mero instrumento para muchas cosas, pero su imperfección no puede subsanarse sino con la intención de honradez de los ciudadanos y me temo que eso cada día está más lejos de cumplirse.

Cuando vemos que grandes estafadores, defraudadores, timadores, embaucadores, delincuentes de toda índole se blindan ante la justicia que carente de pruebas queda impotente para poder hacer su cometido. Que complicado habrá de ser enjuiciar al jefe de una banda cuando sus secuaces están dispuestos a atestiguar lo que haga falta, bien por miedo a posibles represalias, bien por ese mal entendido sentido del deber...

La justicia, corta de medios y lenta de proceso, ha de rendirse una y otra vez a las leyes que se crearon para prevenir los delitos, que a su vez se adaptan constantemente para sortear las leyes y por lo tanto, si hablásemos de una carrera, siempre gana el delincuente ya que irá siempre por delante...

Atrás quedó la honradez del hombre sencillo al que por ingenuo le volverán a timar ese grupo de holgazanes a los que hacía mención al principio... Tal vez por eso, es posible que cada día más y más gente opte por tomarse la justicia por su mano... ojo por ojo... diente por diente... y así se empiece a confundir justicia con venganza... o lo que es peor, la justicia deja de ser algo de todos para pasar a ser propiedad del poderoso...


martes, 22 de marzo de 2016

Crueldad

No es difícil comenzar, no es fácil terminar

Durante estos últimos días donde la barbarie y la tragedia está apoderándose de todos los noticiarios, no he podido evitar el recuerdo que de los niños, especialmente los míos, tengo cuando ellos son pequeños.

Esa carga de inocencia, donde taparse los ojos equivale a estar escondido, donde el tocar el dedo de su madre o su padre equivale a sentirse protegido, donde el decir una palabra diferente provoca risas y eso equivale a repetirla una y otra vez, donde todo es tan natural y sencillo que parece que no debería terminar nunca, ya que parece que el mundo de los mayores es cada día más inhumano y difícil.

Pero curiosamente es ahí, en esa etapa infantil, donde todos hemos comenzado a ser lo que somos... es esa etapa donde una simple mentira infantil, intenta poner un parapeto entre el castigo y la absolución, y donde la picaresca comienza a desarrollarse de forma rápida e imparable... es justo en esa etapa donde los adultos ya empezamos a corregir esos pequeños gestos innatos en los niños, donde el egoísmo es algo tan elemental en ellos que no logran entender por que han de esperar su turno en el columpio, por que han de compartir sus juguetes, o por que se les niega un caramelo cuando les apetece.

No recuerdo la cita exacta ni su autor, pero venía a decir que el hombre es un animal violento en origen y sólo la educación (no sólo la cultura) le va convirtiendo en tolerante y respetuoso para con los demás y para con lo demás.

No, no renuncio a esos mágicos momentos donde un niño hace esa gracia inesperada y sobre todo sincera... no renuncio a esos momentos donde su asombro ante los descubrimientos nos hacen plantearnos algunas cosas que, asumiendo que son obvias, en el fondo desconocemos... ni tan siquiera renuncio a ese descubrir del mundo infantil en el que cuesta introducirse para compartir con ellos esos momentos mágicos donde de nuevo y sin previo aviso, incluso reencontramos esa parte infantil nuestra que nunca termina de abandonarnos.

Pero todo lo anterior no nos exime de la responsabilidad de educar a nuestros hijos. La sociedad y la familia tratan (¿tratamos?) de hacerlo de la mejor manera posible, pero la sociedad y la familia no son entes inmóviles y constantes, si no que continuamente están en evolución y cambios.

Me es difícil responder a ciertas cuestiones en estos días sobre el comportamiento humano... y lamentablemente no sé cual es mi grado de responsabilidad en todo esto, pero me cuesta tanto creer que el ser humano pueda llegar a cambiar tanto... me cuesta tanto asimilar que el niño de hoy, pueda transformarse en un monstruo el día de mañana... me cuesta tanto aceptar que el dolor ajeno sólo duele cuando está reflejado en los medios de comunicación...

Tal vez nos hayamos acostumbrado a asimilar la violencia que el cine nos muestra como algo tan natural como el individuo... una violencia donde los "buenos" siempre ganan y al final todo parece que no ha sido nada... La vida real es muy distinta, excepto por la misma violencia... guerras, hambrunas, éxodos, miseria... Los que hemos tenido la fortuna de nacer en un entorno más o menos privilegiado, vemos todo eso como lejano, casi ajeno a nuestra propia existencia. No, posiblemente ya no sea cuestión de educación, si no de egoísmo y simplemente no deseamos compartir lo mucho o poco que tenemos por que, en definitiva, es nuestro y nos ha costado mucho conseguirlo...

Mientras, esos gestos infantiles e inocentes, se suceden por todo el planeta, ajenos a un futuro tan incierto como la misma vida, donde la subsistencia quedará marcada por el capricho de quienes empuñan las armas erigiéndose en líderes de algo que a la larga va a beneficiar a unos cuantos, a costa, como casi siempre, de la gran mayoría... y si no son las armas, será la política... y si no es la política, serán las empresas... y si no son las empresas, será la religión... y si no el medio ambiente, y si no... siempre habrá algo, mejor siempre habrá alguien...

No sé en que parte soy responsable de todo ello, pero sé que soy responsable de la educación que intenté transmitir a los míos... sé que creo que ellos son buenas personas... pero también sé que seguro que en algún sitio, alguien pensará que no es así... Mientras, permitid que siga disfrutando de la compañía de los niños... que en su inocencia se tapan los ojos para desaparecer y sólo necesitan el contacto de una mano amiga para sentirse seguros... tal vez no deberían cambiar nunca.

domingo, 20 de marzo de 2016

Responsabilidad

No importa cuantas batallas ganes o pierdas, pues la guerra siempre continúa.

He mirado en el diccionario las acepciones de la palabra “Libertad” y a pesar de que es algo tan intuitivo que creo que la mayoría entendemos, me ha sorprendido el cuantioso número de entradas que esta palabra tiene. Pero desde luego, creo que la más acertada y más extendida, es sin duda alguna la primera: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar , por lo que es responsable de sus actos”

De esta manera tan sencilla y lógica comenzamos a complicar el concepto básico que de la libertad podríamos tener: La libertad implica responsabilidad??? Pues así es y es que desde que salimos a la calle, ya estamos obligados a tomar opciones. Desde levantarnos para comenzar nuestras obligaciones hasta volver a acostarnos tras acabar el día, elegimos constantemente… ducharme o no hacerlo, cruzar la calle aquí o allá, llevar abrigo o no, comer a una hora u otra, o simplemente no comer… eso tan sencillo y lógico, es nuestra libertad

Pero podría haber una idea mucho más extendida y romántica de lo que es libertad, aunque me temo que esa idea se entremezcla ya con otros conceptos más amplios y por lo tanto exigen muchas más responsabilidades… la libertad de expresión, por ejemplo, no nos autoriza a decir lo que deseemos, ya que antes de decir algo, hemos de estar seguros de lo que decimos y si tenemos respaldo moral y ético de lo que estamos diciendo… mi libertad de expresión puede pasar por decirle a un enfermo que pienso que va a morir pronto por que tiene muy mala cara…

Pero volviendo al concepto general y extendido de libertad, en los países denominados “desarrollados”, ha sido una batalla constante el conseguir la libertad que ahora intentamos disfrutar… Todos deberíamos conocer la Historia y comprender que hace 50, 100 o 200 años, la libertad que hoy conocemos y de la que disfrutamos, dista mucho de aquella… Y aún así, seguimos luchando, pidiendo, exigiendo y solicitando de una u otra manera más y más libertad, para nosotros, para los nuestros, para todos… ¿Para todos??? Sí… desde esa idea de romanticismo, pedimos libertad para todos y es que es lógico que los seres humanos no estén viviendo subyugados por nada ni por nadie…

A pesar de eso, siempre hemos visto en la lejanía, esas otras personas que por haber nacido en eso que casi de forma despectiva llamamos “el tercer mundo”, carecen de la libertad básica de la vida… por que hay personas, familias, pueblos enteros que carecen de agua, alimentos, sanidad… y por si fuera poco, hoy en día, las guerras (siempre sin sentido lógico salvo para unos cuantos que se enriquecen a costa de la miseria de la mayoría) consiguen que aquellos que sobreviven a la miseria puedan morir por defender una causa… o por no querer defenderla…

Miles de personas huyen cuando pueden de todo eso… la miseria, el hambre, la explotación, la guerra, el terror… la muerte casi cierta, e intentan buscar en otros lugares una vida muy incierta…  y es aquí cuando se les niega esa libertad de la que solemos hacer gala…

Casi todos los días vemos gente que huyen de sus países, de sus vidas, dejando atrás a sus mayores y arrastrando con ellos a sus hijos…  unos mueren, otros sobreviven, muy pocos lo consiguen… Tal vez es sólo cuestión de tiempo, tal vez es otra batalla en que la libertad, nuestra libertad, no deba expandirse tanto a nivel individual y deba ser entendida como una libertad social…

De esta manera, igual que aceptamos las leyes que ya nos han sido impuestas y que nos “obligan” a conducir por la derecha o por la izquierda, a comenzar nuestras obligaciones a una hora concreta y no cuando queramos, o a facilitar nuestros datos personales cuando queramos abrir una cuenta en un banco… tal vez deberíamos aceptar que el mundo es mucho más que aquello que vemos a diario y que complementamos con unos minutos al día de noticias en cualquier medio.

La libertad es actuar con responsabilidad y parte de esa responsabilidad es para con nuestros semejantes…




domingo, 28 de febrero de 2016

Reencuentro

No pierdas el tiempo planificando tu vida... ella ya tiene sus propios planes para ti.

Que gran diferencia entre un encuentro y un reencuentro. Esto que parece tan evidente y tan obvio puede ser una experiencia en nuestra vida... Recuerdo la primera vez que encontré con el mar, aún siendo muy pequeño. El pueblecito era casi tan pequeño como yo y las casas bajas y modestas se extendían a lo largo de las casi inexistentes calles que luchaban por no ser devoradas por los pastos... una escena que todos podremos imaginar de una época pretérita y que a pesar de que no es tan antigua como parece, si es cierto que se me antoja mucho más vieja de lo que realmente es... No podría concretar la fecha exacta de aquella experiencia, pero digamos que podríamos hablar de unos 50 años.

Años después, varios años después, tal vez 30, fue a visitar aquel pueblo pequeño y recogido... allí tuvo lugar ese reencuentro que me entristeció. Todo había cambiado tanto, que tuve la sensación de estar en otro lugar. El pueblecito se había convertido en un destino turístico, las casas modestas fueron engullidas por torres de apartamentos, los pastos que deseaban devorar la calle, fueron finalmente devorados por esta y apenas quedaban algunos resquicios que habían intentado mantener convirtiéndolo en parques que a su vez cubrieron de calles, bancos alguna fuente y muchos cachivaches para niños y ancianos...

También la playa había sufrido grandes transformaciones. Ahora estaba delimitada por tierra con un amplio paseo salpicado de caminos de diversos tipos y alturas que llevaban a la arena y allí a las duchas que salpicaban esta... al otro lado del paseo las inevitables terrazas repletas de turistas y lugareños intentando disfrutar de algo de tranquilidad en el más bullicioso lugar... y allí algo más lejos, donde el mar y la arena se abrazaban en su eterno baile, también algo había cambiado... todo era más regular, más perfecto, más... artificial tal vez. Sí, me contaron que habían arreglado la playa y usaron no sé cuantas toneladas de arena traída de no recuerdo donde...

Así, de esta forma, el encuentro y el reencuentro nada tenían que ver el uno con el otro... todo era tan distinto... y entonces me di cuenta de que yo también había cambiado... Yo mismo había crecido, madurado, había tomado decisiones, había cometido errores y había realizado aciertos... había vivido, con lo que eso implica... sí, yo también había cambiado.

Lo más probable es que todos hubiésemos cambiado y que aunque hubiese conservado memoria de algunas de aquellas personas con las que compartí, hoy hubiésemos sido unos totales desconocidos, como lo fue el pueblecito convertido en una pequeña urbe saturada.

Y entonces, por que hay reencuentros que son tan agradables???  Supongo que en ocasiones, ese reencuentro se realiza con personas que también desean reencontrarse contigo... Personas que estás más que dispuestas a ponerte al día de su vida y a seguir participando de la tuya, sin importar lo que es superficial y adentrándose en lo importante, en lo profundo, en aquello que siempre ha merecido la pena aunque no siempre se haya conseguido... Otras, sin embargo, ese reencuentro se produce con personas casi desconocidas y de las que lo único que se comparte son los recuerdos de tiempos pasados que jamás volverán...

De esta forma, podríamos asegurar que cada día nos encontramos y reencontramos con gente, con personas de las que conocemos su historia, sus vivencias, sus expectativas... y de otras que sólo conocemos su nombre, y aquello que todos los demás conocen... simplemente... aunque le pongamos todos los adjetivos que nos vengan a la mente...

Tal vez, el más complicado de los reencuentros es aquél que hacemos con nosotros mismos.


viernes, 19 de febrero de 2016

Odio

No nos hace mayores el paso del tiempo, si no perder el interés por las cosas...

Hay quien asegura que el sentimiento más fuerte que existe es el amor... y es posible que así sea. Al fin y al cabo es algo a lo que la mayoría anhelamos y deseamos poseer con intensidad y sobre todo siendo correspondido.

Es entonces cuando el mundo que tenemos bajo nuestros pies cambia de forma radical y el universo entero se concentra en esa persona cuyo magnetismo nos devora al tiempo que nos engrandece y ese extraño sentimiento toma tal protagonismo que todos los demás parecen nimios e insignificantes, e incluso la muerte es algo que carece de valor y no nos importaría morir de amor, morir por nuestro amor... que bella idea romántica...

Sin embargo, la realidad se empeña, como en tantas ocasiones, de cambiar nuestras expectativas y ese amor infinito termina cayendo en la rutina y termina marchitándose como la fruta que no es recogida a su tiempo del árbol...  O peor aún, cuando nos empeñamos inútilmente en un amor que agoniza por una parte, sea resucitado a base de absurdos gestos, cuando no violentos... No, el amor, salvo más que honrosas excepciones, tiene una fecha de caducidad que si bien en muchas ocasiones deja un poso y rescoldos de un cariño con el que muchos se conforman para vivir en pareja...

Pero cuando nuestras aspiraciones son mayores, entonces esa escasa brasa de un fuego que agoniza, ya no es suficiente y pueden surgir problemas, reproches, violencia, indiferencia... y de alguna extraña manera, en muchas ocasiones crece un extraño deseo de fracaso en el que terminamos culpando al "otro" por no haber hecho, o por hacer, aquello que pensamos que no debería haber sido...

Así, se podría decir que el dicho "del amor al odio hay un paso", se vuelve realidad en muchas, tal vez demasiadas ocasiones... y entonces el amor pierde toda su fortaleza y simplemente cae derrotado por este otro sentimiento que aunque no nos guste, es mucho más fuerte que el amor: El odio

El odio, acompañado en la mayoría de las veces por la venganza, se cuela en nuestra alma y al contrario que le ocurre al amor, que cualquier pequeño incidente le hace tambalear, el odio crece y se hace más fuerte con cualquier pequeño detalle. Si alguien nos dice que ha visto a nuestra pareja hablando con alguien, queremos no darle importancia, pero nos crece un requemor interior que hace que nuestro amor baje un poquito... Si alguien nos dice que ha visto a la que fue nuestra pareja hablando con alguien, entonces recordamos cuando nosotros necesitábamos ese tiempo y no nos fue concedido y el odio crece y crece... y con él el deseo de venganza...

Y si es cierto que se odia a las personas que hemos llegado a amar, no es menos cierto que también se odia (y con mucha fuerza) a otros aquellos a los que nos enseñado a odiar... a quienes piensan distinto, a quienes no son de aquí, o a quienes por circunstancias de la vida han triunfado y han atravesado una línea de riqueza que nunca podremos cruzar la mayoría... y esas personas tienen algún problema, en el fondo de nuestro corazón nos alegramos ya que nuestro odio y nuestra envídia necesitan ser alimentados... Dicen que no hay nada que una más a dos personas que el odio hacia una tercera...

Me entristece pensar en quienes habiendo amado, han optado por olvidar sus vivencias, han arrinconado en un rincón oscuro y profundo de su memoria esos sentimientos que otrora fueron prácticamente toda una existencia... Sí, el amor termina, como termina la vida, pero si no renunciamos a vivir, por que hemos de renunciar a amar???

Como casi siempre, una moneda con dos caras opuestas... amor y odio... dificilmente encontraremos a alguien que no haya sentido en su alma el toque de ambas caras...

jueves, 18 de febrero de 2016

Sirenas

Cuando encontramos respuestas que no nos gustan, tal vez no estamos haciendo las preguntas correctas.

En apenas unos pocos años, el mundo ha cambiado tanto que me siento terriblemente extranjero, no en mi pueblo o en mi ciudad o incluso en mi pais... me siento extranjero en mi plantea... en mi vida... con mi gente... con mis propias ideas, las cuales, como yo, han quedado antiguas y obsoletas, devoradas por la evolución tecnológica, pero sobre todo por la evolución social que se adueñado de una buena parte de nuestra forma de pensar y que terminará haciendo claudicar a aquellos que hoy en día creen que tienen escapatoria...

Seguramente esté equivocado, pero si así es, he de acogerme a mi derecho de ser humano que intenta, aunque no siempre lo consigue, ser reflexivo y objetivo... difícil encomienda cuando cada día me siento más rodeado de ideas, productos y personas que desconozco, aunque en el pasado fueran parte importante de mi vida...

Creo que hoy que tenemos tantas opciones para comunicarnos los unos con los otros... tantas oportunidades para intercambiar ideas, proyectos, trabajos... tantas ocasiones para conocer lugares y personas... pero creo que también es el momento cuando más nos encerramos en nosotros mismos, intentando protegernos del enemigo exterior a quien desconocemos y tememos, aunque sólo sea por simple prudencia.

Haciendo un pequeño y breve recorrido por mi memoria creo que en el fondo de la historia de la humanidad, la sociedad ha necesitado de unos cuantos líderes que nos mostrasen lo que para ellos era el camino correcto... y en muchas ocasiones, aquel que no creía que el camino fuese el correcto, directamente dejaba de caminar (y de moverse... no sé si queda claro). Sea por el convencimiento de que las cosas mejorarían en el futuro, sea por el miedo a que podrían empeorar de inmediato, las sociedades se han ido formando bajo las luces y las sombras de creencias, tradiciones, y sobre todo líderes ya sean estos políticos, religiosos, filosóficos e incluso, para qué negarlo, deportivos o artísticos...

Hoy en día, sin embargo, el gran poder mediático está dirigiendo nuestros pasos y obediencia a esa extraña libertad que nos brinda la comunicación... Las redes sociales se están erigiendo en los grandes gurús de la juventud, donde en nombre de la libertad de expresión, parece que todo tiene cabida y de repente, frases de personajes más o menos célebres, sacadas o no de contexto, se convierten en reglas y normas de conducta para muchos... y así, a todos se nos incita a luchar por nuestros ideales, mientras se nos critica al tiempo sobre injusticias que a juicio del emisor, han de ser erradicadas... "Lucha por tus sueños"... "No cedas tu libertad"... "No te dejes engañar por el flautista de Hamelín"... Lo malo de toda esa retahíla de frases es que muchas de ellas son incluso contradictorias, pero son tan breves y tan concisas que es fácil que muchas veces las tomemos como una excelente filosofía de vida... "Divide y vencerás" o "La unión hace la fuerza"... que cada cual tome lo que crea....

De esta forma, mientras que todos pregonan la grandeza de la sociedad, también todos promulgan la necesidad de ser libre e independiente y de esta forma tan sencilla, cualquiera puede ser un gurú de lo que quiera ser siempre que pueda encontrar seguidores y que terminen asumiendo esas frases, palabras o ideas como suyas, de tan identificados que se sientan... que nos sentamos... partes de ello... incluso, tal vez yo ahora, de forma inconsciente, esté haciendo lo mismo: intentando convencerte a ti, desconocido, que yo tengo razón, que mis ideas son las mejores, y que esta pequeña reflexión goza tanta verdad (mi verdad) que es imposible rebatirla... quien sabe.

El cuarto poder que se extendió desde el siglo XIX cada vez con más fuerza, supongo que nunca imaginó que sería eclipsado por otro poder aún más popular, extenso, rápido y fuerte... las redes sociales no dejan de ser eso... unas redes en las que las palabras nos pueden atrapar como si de cantos de sirena se tratase...

Y así, en esta amalgama de comunicación, de información, de contacto entre personas, tengo la sensación de que cada vez luchamos más por mantener nuestro pequeño espacio de libertad, de privacidad y por lo tanto dedicamos menos tiempo a la sociedad a la que pertenecemos y de la que nos es imposible escapar...

martes, 9 de febrero de 2016

Caos

La paciencia se malogra en una inútil espera.

Uno de los más grandes retos al que el ser humano se enfrenta, es organizar la sociedad que él mismo ha construido para vivir, y así, de esta manera y con este objetivo pasan generaciones y generaciones de seres a los que les son imposible conseguir ese objetivo.

Normalmente, a cualquier otro animal, sólo un obstáculo natural le impediría su avance, ya sea este un obstáculo físico o una enfermedad o defecto...

El ser humano ha intentado que eso no sea un freno y a cada paso se que ha dado para avanzar, se han ido creando otros cientos en todas las direcciones que nos retienen... a cualquier acción, le sigue una reacción.

Naturalmente no me estoy refiriendo al freno de un avance físico, si no a ese gran desarrollo que se ha intentado organizar para que nuestra civilización viva en paz y armonía... y que hasta la fecha, ni una cosa ni otra se ha conseguido. Si preguntásemos el por qué de esto, seguro que cada persona tendría cientos de razones así que podrían ser millones de ellas las que tuviésemos que analizar y lo mejor de todo es que al final, ninguna sería la adecuada, por que esa, esa precisamente, siempre coincidirá con nuestro planteamiento de justicia, de libertad, de igualdad, de legalidad, de moral... de cualquier cosa

Cada acción más o menos importante que ocurre en el mundo, los periódicos se encargan de publicarlo para darlo a conocer a la ciudadanía y nosotros, siempre intentamos tomar la idea, no de una forma objetiva, si no de esa otra subjetiva que la cubre con nuestros principios. Y así, mientras que para unos las guerras son una lacra que no se debe consentir ya que sesgan vidas y cuestan muchísimo dinero, al tiempo que por otro lado exigen protección y seguridad frente a aquellos que quieren apoderarse de lo que han conseguido (supongamos que con honradez); otros consideran las guerras una necesidad vital para proteger lo que se ha conseguido (supongamos que con honradez), aunque puedan costar vidas y constituir una importante carga económica...

Por lo tanto, la sociedad se ha ido fragmentando cada día más en núcleos más o menos grades donde líderes de casi todos los tipos, ideologías, tamaños y colores, se erigen en recordarnos lo que está bien o lo que está mal... y en mi país está bien hacer algo que en el país vecino está totalmente prohibido y a la viceversa...

Poco a poco nos vamos separando de nuestros semejantes y seguramente nos dejemos influir por esa publicidad que nos ofrece una felicidad enlatada que casi nadie posee... y ya desde pequeños la publicidad nos dice a qué colegio hemos de ir para ser buenos estudiantes, que universidad nos preparará mejor para trabajar, que empresa nos pagará más para jubilarnos y donde se vive mejor la jubilación... y al final resulta que nos pasamos toda la vida persiguiendo la felicidad que la mayoría de las veces sólo llega de refilón... y sinceramente creo que en eso coincidimos todos los seres humanos, ya que en algún momento de la vida, todos hemos sonreído de felicidad, sin importar el estatus social o personal... en un momento de nuestra vida, todos hemos felices... y si me apuran un poco, diré que todos nos hemos sentido libres, sin ataduras ni obligaciones de ningún tipo en algún breve momento de nuestra vida...

Y aquí es donde nos encontramos los problemas... todos queremos ser así, felices, libres, y si fuese posible, guapos y ricos... y ahí es donde de nuevo el caos del hombre intenta poner orden al caos del hombre... y de esta forma, la libertad, ansiada y soñada es perseguida por tantos que es imposible que las libertades de unos choquen contra las de otros... y la frase de Madam Roland sigue estando plenamente vigente: "Libertad, cuantos crímenes se comenten en tu nombre"...

Libertadores de todo tipo no tienen reparos en acabar las vidas de los que no quieren ser liberados, ni con los bienes de quienes, tal vez por temor, sí lo desean... De esta forma, unos se autoprotegen con que la libertad ha de prevalecer ante todo, que la justicia es un valor esencial, y que la ética ha de formar parte intrínseca de las personas... y otros que evidentemente opinan lo contrario ya que la libertad tiene unos límites infranqueables, la justicia ha de velar antes por el bien social que por el individual, y la ética es algo que se aprende...

Dos titiriteros han sido encarcelados en Madrid por hacer una representación donde al parecer los niños no tenían cabida... y según los jueces, tampoco los mayores... apología del terrorismo dicen... incitación a la violencia de género dicen... Ellos se amparan en su derecho a la libertad, tanto física como de expresión... y con ellos otros muchos comparten esa idea... Entonces la justicia no es tan justa... Pero y si esa libertad de expresión le lleva por los caminos de que son unos cuantos judíos los que entran en un horno azuzados por un soldado con una cruz gamada???

No sé... la libertad es un tesoro muy preciado que no debe ser malgastado y la justicia un bien escaso con el que no se puede jugar... y así vamos intentando poner orden en esta sociedad que estamos creando...

Y mientras, los políticos buscando lo mejor para nosotros, y son incapaces de ponerse de acuerdo... Si, la sociedad es un caos creado por el hombre al que el hombre no sabe solucionar... o no quiere???

viernes, 22 de enero de 2016

Tempus

No confíes en recibir lo que no estás dispuesto a dar.

Y finalmente, llegó el invierno. Pese a ser su época, pese a ser conscientes de su llegada, igualmente deseada por unos y temida por otros, creo que llegó como de improviso, como si nadie lo esperase… Llegó el invierno trayendo el frío, la lluvia, el viento y la nieve… Llegó el invierno y con él, los días se vuelven perezosos y se acortan mientras que la noche se estira más allá de lo que nos gustaría… Siempre ha sido así… siempre.

Para muchos, es la época de poder practicar deportes donde la nieve y el frío son compañeros necesarios y cómplices obligados... para otros, la nieve y el frío son crueles enemigos que han de sortear con paciencia y cuidado en carreteras y caminos... Para otros, simplemente es la época en que casi se hiberna y se procura salir lo menos posible, bien abastecida la despensa y la leñera, bien alimentado el fuego de la estufa o del hogar, bien abrigado el cuerpo, por fuera con prendas de abrigo, por dentro con sustanciosos guisos y buen vino cuando sea posible...

Cada cual pasa el invierno como cree mejore, y por ello, para algunos, ese clima frío y desapacible (no inhóspito ni ventiscoso), se torna en algo familiar mientras paseo por los bosques de mi pueblo, huyendo de todos... o de todo... o tal vez solamente de mí mismo. Allí la lluvia chorrea entre el escaso follaje que aún perdura y donde la luz del sol se difumina entre oscuras nubes preñadas de lluvia que el frío de la noche se encargará de convertir en nieve… esa extraña sensación de soledad confiere un grato placer de plenitud donde el ostracismo se torna en una libertad difícilmente sentida en otros ambientes… una extraña sensación que sólo puede perpetuarse en ese entorno y ese momento…

Pero el tiempo no se detiene… y llegará la primavera cambiando una magia por otra, pero mientras, estamos en este presente que nos ha tocado vivir, y es que aunque parezca una paradoja, estamos prisioneros del tiempo… A veces pretendemos escapar de la realidad que nos ha tocado vivir y algunas veces estudiamos el pasado intentando comprender el camino que se ha recorrido hasta llegar a hoy, e incluso en ocasiones desearíamos haber formado parte de algo importante... el Renacimiento, los grandes descubrimientos, el Romanticismo del XIX... ser partícipes de grandes acontecimientos del pasado… pero en el fondo sabemos que eso es imposible, por que somos rehenes de nuestro propio tiempo, del ahora que vivimos, de este instante… no podemos abandonar nuestra prisión… podemos desplazarnos entre sus muros, sí… podemos recorrer nuestro planeta o incluso escaparnos de él, pero siempre estaremos en el ahora… no sólo somos lo que somos, y estamos donde estamos, si no que también estamos cuando estamos... simplemente.

A veces es triste pensar que a pesar de ser coetáneas, dos personas no han de participar en el mismo tiempo (la una en el "tiempo" de la otra). Así, aquellos amigos de la infancia que fueron íntimos en su día, aquellos amores de adolescencia que nos hacían pensar que el mundo se acabaría sin ellos, aquellos compañeros de trabajo que nos ayudaron o nos pusieron trabas … muchos de ellos, simplemente han desaparecido de nuestra vida, ya no están en nuestro tiempo presente, han dejado de existir en nuestro "ahora", y nuestra vida se complementa con otras personas que si lo están… pareja, amigos, compañeros, etc… son ellos quienes ocupan nuestro presente, nuestros esfuerzos, nuestras preocupaciones, nuestros sueños, incluso muchos de nuestros recuerdos, y sólo de vez en cuando emergen del semiolvido otras personas que estuvieron y de una forma u otra se fueron... y pese a que muchas veces desearíamos cambiar nuestra vida, seguimos subyugados a la tiranía del tiempo en que vivimos…

Tampoco podemos garantizar que el transcurrir del tiempo no nos aporte más, ya sean personas, lugares o situaciones… durante todo nuestro tiempo no dejamos de percibir sensaciones y creo que la mayoría de ellas están relacionadas con las personas que forman parte de nuestro presente… aquellas que quedaron atrás, que quedaron en la historia, apenas nos duelen ya, y aquellas que han de venir, que han de formar parte de nuestra historia futura, aún no las conocemos… somos lo que somos por que estamos aquí, pero sobre todo por que estamos ahora…

Nuestra vida es tan breve, que es sólo este momento... pero dura toda una vida