lunes, 4 de abril de 2016

Odiseas

A veces estudiamos tanto nuestro pasado, que nos olvidamos planificar el futuro

Creo que todos somos conscientes de la evolución tecnológica que estamos realizando durante los últimos tiempos. A poco que podamos hacer un breve análisis, veremos que existe lo que podríamos definir como progresión geométrica de descubrimientos, y cada día la ciencia y la tecnología nos sorprende con nuevos y entusiastas descubrimientos encaminados intentar hacer la vida más sencilla a las personas.

Desde la producción de cualquier elemento, por sencillo o complejo que pueda parecer, realizado por eficientes y rápidos robots, hasta entregas de paquetería por drones (en un estudio muy avanzado ya), prácticamente todo puede ser automatizado

Imaginemos, por poner un sencillo ejemplo, que deseamos comprar un artilugio tecnológico más o menos complejo… ¿qué tal un pequeño televisor???  Pues allá vamos… Hoy, se puede acceder a varias páginas web donde, sin salir de casa, accedemos a la información que necesitamos sobre los televisores que deseamos ver y comparar. Accedemos a toda la información que necesitemos y la que no nos interesa, y apenas unos minutos, podemos proceder a la compra del mismo.

Suponiendo, (para intentar avanzar un poquito en la evolución) que la entrega se realice forma automática, con un dron para ser totalmente modernos, el proceso podría ser más o menos así:

Desde nuestro terminal, seleccionamos el aparato que deseemos y procedemos a su pago mediante nuestra tarjeta de crédito. Y de una forma u otra, ahí comienza todo un proceso de mecanización dirigido por ordenadores y robots... El fabricante no almacena para ahorrar costes de producción y almacenaje, así que en el momento que lanzamos nuestro pedido, en algún lugar llega la orden de comenzar el proceso y cientos de robots comienzan a crear transistores, resistencias, diodos, chips de todo tipo, y otros elementos necesarios, tales como placas o procesadores varios. Una vez que el proceso de fabricación de todo esto se ha concluido, todo el material comienza a ensamblarse con precisión matemática y con una rapidez envidiable. De esta manera, en poco tiempo, apenas unas pocas horas, nuestro televisor, ha sido creado casi de la nada, por robots que incluso se han asegurado de que la calidad del resultado final cumpla con los estándares de calidad exigidos en su propio proceso. Una vez que el televisor ya es tal, el proceso de embalado tampoco tarda mucho en finalizar. Protectores plásticos son creados en segundos desde moldes realizados para su ajuste milimétrico y finalmente, el cartón lo aislará y protegerá de posibles agresiones exteriores. Una vez que nuestro televisor sale del centro de embalaje, convenientemente identificado, marcado, numerado y etiquetado, el sistema de reparto automático sólo tiene que leer el código al que debe enviarlo (que ya incluimos en nuestro pedido) y un rápido dron volador se encargará de dejarlo en nuestra casa a la hora acordada...

Seguramente, a muy pocos de nosotros esto les parecerá imposible, pero creo que todo este proceso no duraría más de 24 horas. Naturalmente hoy en día todavía no resulta tan sencillo pero estoy convencido de que en breve, será mucho más factible y si se me permite decirlo, incluso rápido.

En cualquier caso, podemos comprobar como la mecanización está desbancando al trabajo humano, mucho más costoso y lento... si todo este proceso hubiera tenido que ser realizado por personas, seguro que todos somos conscientes de que sería casi imposible alcanzar esos tiempos y costes

Así pues, bienvenida sea la tecnología que nos permite abaratar costes y acelerar e incrementar la producción de casi cualquier artículo de consumo... pero un momento... consumo??? y quien va a consumir todo esto??? si cambiamos a los ofinicistas por ordenadores, cambiamos a los mecánicos por robots, cambiamos a los transportistas por drones, cambiamos a los vendedores por páginas de internet... ¿quien va a trabajar??? ¿quien va a tener dinero para consumir todo esto???

Puede que en los comienzos todo sea parabienes y las empresas que desarrollen estos sistemas obtengan grandes beneficios, pero tal vez en unos años, todo ese proceso, como si de una mala película de ciencia ficción se tratase, esté simplemente abandonado, cubierto de polvo y oxidado... nadie podrá usarlo por que nadie podrá consumirlo al no existir trabajo y por lo tanto, los ingresos necesarios para adquirirlos...

En fin, esto es lo que pienso al día de hoy... tal vez mañana ya pueda dictar al ordenador una idea para que él la desarrolle por mí... o las máquinas terminarán realmente dominando la vida del hombre, primero bajo las órdenes de otros hombres, y luego bajo su propia dirección para que ni eso tengamos que hacer... Recuerdo a Kubrick y su 2001 A Space Odyssey

No hay comentarios: