miércoles, 4 de octubre de 2017

Cataluña

Vida y muerte caminan de la mano. La vida da el primer paso, la muerte el último

Hasta hace poco tiempo, no lograba imaginar como aquellos grupos terroristas, fanáticos de creencias religiosas, podían convencer a jóvenes, o no tanto, para inmolarse en nombre de un dios a quien nunca vieron y que seguramente, jamás verán.

Pero ahora, viendo como en Cataluña, una región a la quiero en la tengo buenos amigos, ha crecido tal odio contra aquellos que piensan distinto, creo que la manipulación es muy sencilla. Y sí, digo manipulación y no digo educación… creo que si se hubiese existido una objetividad en la educación, no se habrían creado enemigos donde hasta ayer mismo había amigos… Recuerdo que hace poco más de un año, había manifestaciones a favor de la acogida de los exiliados de guerras y miserias, donde todos gritaban al unísono que no había extranjeros, que todas las personas tienen los mismos derechos… Hace pocas semanas, España y el mundo se rompía de dolor por que en Cataluña se había cometido un terrible atentado que costó varias vidas y en el que nadie (o mejor dicho, casi nadie) hizo distinción de si las víctimas eran de aquí o de allá… todos éramos iguales en ese momento.

Y de repente, Cataluña se ha fraccionado, se ha roto, se ha separado en dos bandos opuestos y confío que no siga albergando más odios ni rencores… la lucha por la independencia es lícita pero lamentablemente la independencia sólo se consigue con dos opciones: la legalidad, dando los pasos necesarios para ser reconocidos internacionalmente, o por medio de la sublevación y creo que se está buscando este último punto.

No sé si el gobierno de Cataluña es consciente de lo que está haciendo… esa idea romántica de la libertad, de la independencia no es tan hermosa como sucede en los cuentos… Hoy, cuando estamos inmersos en la globalización, todo nos va a pasar factura. Se quiere la independencia de España, pero se pretende, al mismo tiempo, seguir sometido a las normas de Europa… contradicción a mi modo de entender, ya que Europa es la que marca los pasos más importantes de cada país, encaminados a la convivencia y la solidaridad entre los estados miembros.

España nos roba llegué a oír. Tal vez para lo que unos sea robar, para otros sea necesidad. Hace muchos años, muchas personas tuvieron que emigrar de sus ciudades de origen hacia aquellos lugares donde la prosperidad parece que brillaba con más fuerza… con trabajo, esfuerzo y muchas más ganas que fruto, consiguieron cumplir a medias parte del sueño español, que exento de un plan Marshall, se tuvieron que conformar con un 600, un piso de dos habitaciones y el poder viajar al pueblo en el verano. Esas personas, hoy catalanas de adopción, son las que con esa parte de sus impuestos que van al resto de España, contribuyen a que sus regiones de origen, que aún siguen empobrecidas y algo atrasadas, puedan contar con vías de comunicación, con colegios, universidades, hospitales, algo de industria… sin ser, evidentemente, ese motor que ruge y empuja al resto como puede ser hoy Cataluña.

No soy independentista ni mucho menos, y no creo que la acción del gobierno haya sido la adecuada, pero si ha de haber un juego, que tenga las mismas reglas para ambos… No se puede enfrentar a un equipo de baloncesto con sus reglas, con otro de futbol con las suyas…  No sé si muy bien Cataluña desea que el gobierno la intervenga a su gobierno y de esta forma, este poder evitar una debacle aún mayor siendo proclamado por el pueblo como un héroe (es difícil que esto no suceda) o si realmente creen que la independencia resolverá los males que la sociedad catalana tiene… 

El gobierno de España, los gobiernos de España, han contribuido y acaso fomentado con su inacción ante sucesos graves, que la corrupción fuese algo tan usual entre los políticos que ya dejó de ser noticias… prácticamente ningún gobierno central ni autonómico se ha visto libre de aquellos que tenían la mano demasiado larga… millones y millones de euros despilfarrados en infraestructuras inútiles cuyo único propósito claro era que alguien se llevase una buena comisión con dinero público, dinero que siempre fue de todos… y mientras unos se culpaban a otros, en el fondo todos se protegían entre sí y el pueblo, seguía (y sigue) pagando las facturas de sus desmanes y de su incapacidad manifiesta al crear infinitas comisiones que no conducen a ningún sitio y que sólo se preocupan de tapar todo lo posible…  Quizás sea esa la causa por la que el pueblo catalán, ya cansado de un 3% aplicado casi por decreto, haya visto en la independencia un escape de todo eso… quien sabe

Lo único que sé, a ciencia cierta, es que el odio hoy recorre las calles de Cataluña, que se señala a quien no piensa como tú, a quien no habla como tú, a quien no se manifiesta como tú… No me importa quién sea culpable de todo esto ya que aunque tengo mis ideas, tampoco estoy seguro de estar acertado en ellas, pero si me preocupa que aquellos que otrora fueron mis amigos, me recriminan el que no les apoye en su “lucha”, que aquellos con los que antes tomaba un café y compartíamos nuestra vida, se hayan alejado y me miren con recelo y desconfianza… me preocupa y me entristece pensar en todos aquellos catalanes que sintiéndose españoles se encuentran encerrados en una Cataluña que parece que sólo aceptará a quienes se sientan catalanes al 100%, y también me preocupa y me entristece pensar en todos aquellos catalanes que sintiéndose catalanes, hayan tenido que hacer su vida fuera de su tierra (como tantos emigrantes de antaño), y que deban sentirse hoy extranjeros en su tierra y, por qué negarlo, también sintiéndose acosados por los que antes eran sus vecinos y amigos…


No quiero dar esa educación a mis hijos… y espero que lo que hoy se está manifestando como un brote de violencia, de esa rara xenofobia, de odio a un supuesto invasor, desaparezca para que volvamos a abrazarnos y seguir gritando que todas las personas son iguales, que todas tienen derechos y que seguimos siendo un país (o dos) de acogida y de gente abierta donde aceptamos a todos. 

lunes, 4 de abril de 2016

Odiseas

A veces estudiamos tanto nuestro pasado, que nos olvidamos planificar el futuro

Creo que todos somos conscientes de la evolución tecnológica que estamos realizando durante los últimos tiempos. A poco que podamos hacer un breve análisis, veremos que existe lo que podríamos definir como progresión geométrica de descubrimientos, y cada día la ciencia y la tecnología nos sorprende con nuevos y entusiastas descubrimientos encaminados intentar hacer la vida más sencilla a las personas.

Desde la producción de cualquier elemento, por sencillo o complejo que pueda parecer, realizado por eficientes y rápidos robots, hasta entregas de paquetería por drones (en un estudio muy avanzado ya), prácticamente todo puede ser automatizado

Imaginemos, por poner un sencillo ejemplo, que deseamos comprar un artilugio tecnológico más o menos complejo… ¿qué tal un pequeño televisor???  Pues allá vamos… Hoy, se puede acceder a varias páginas web donde, sin salir de casa, accedemos a la información que necesitamos sobre los televisores que deseamos ver y comparar. Accedemos a toda la información que necesitemos y la que no nos interesa, y apenas unos minutos, podemos proceder a la compra del mismo.

Suponiendo, (para intentar avanzar un poquito en la evolución) que la entrega se realice forma automática, con un dron para ser totalmente modernos, el proceso podría ser más o menos así:

Desde nuestro terminal, seleccionamos el aparato que deseemos y procedemos a su pago mediante nuestra tarjeta de crédito. Y de una forma u otra, ahí comienza todo un proceso de mecanización dirigido por ordenadores y robots... El fabricante no almacena para ahorrar costes de producción y almacenaje, así que en el momento que lanzamos nuestro pedido, en algún lugar llega la orden de comenzar el proceso y cientos de robots comienzan a crear transistores, resistencias, diodos, chips de todo tipo, y otros elementos necesarios, tales como placas o procesadores varios. Una vez que el proceso de fabricación de todo esto se ha concluido, todo el material comienza a ensamblarse con precisión matemática y con una rapidez envidiable. De esta manera, en poco tiempo, apenas unas pocas horas, nuestro televisor, ha sido creado casi de la nada, por robots que incluso se han asegurado de que la calidad del resultado final cumpla con los estándares de calidad exigidos en su propio proceso. Una vez que el televisor ya es tal, el proceso de embalado tampoco tarda mucho en finalizar. Protectores plásticos son creados en segundos desde moldes realizados para su ajuste milimétrico y finalmente, el cartón lo aislará y protegerá de posibles agresiones exteriores. Una vez que nuestro televisor sale del centro de embalaje, convenientemente identificado, marcado, numerado y etiquetado, el sistema de reparto automático sólo tiene que leer el código al que debe enviarlo (que ya incluimos en nuestro pedido) y un rápido dron volador se encargará de dejarlo en nuestra casa a la hora acordada...

Seguramente, a muy pocos de nosotros esto les parecerá imposible, pero creo que todo este proceso no duraría más de 24 horas. Naturalmente hoy en día todavía no resulta tan sencillo pero estoy convencido de que en breve, será mucho más factible y si se me permite decirlo, incluso rápido.

En cualquier caso, podemos comprobar como la mecanización está desbancando al trabajo humano, mucho más costoso y lento... si todo este proceso hubiera tenido que ser realizado por personas, seguro que todos somos conscientes de que sería casi imposible alcanzar esos tiempos y costes

Así pues, bienvenida sea la tecnología que nos permite abaratar costes y acelerar e incrementar la producción de casi cualquier artículo de consumo... pero un momento... consumo??? y quien va a consumir todo esto??? si cambiamos a los ofinicistas por ordenadores, cambiamos a los mecánicos por robots, cambiamos a los transportistas por drones, cambiamos a los vendedores por páginas de internet... ¿quien va a trabajar??? ¿quien va a tener dinero para consumir todo esto???

Puede que en los comienzos todo sea parabienes y las empresas que desarrollen estos sistemas obtengan grandes beneficios, pero tal vez en unos años, todo ese proceso, como si de una mala película de ciencia ficción se tratase, esté simplemente abandonado, cubierto de polvo y oxidado... nadie podrá usarlo por que nadie podrá consumirlo al no existir trabajo y por lo tanto, los ingresos necesarios para adquirirlos...

En fin, esto es lo que pienso al día de hoy... tal vez mañana ya pueda dictar al ordenador una idea para que él la desarrolle por mí... o las máquinas terminarán realmente dominando la vida del hombre, primero bajo las órdenes de otros hombres, y luego bajo su propia dirección para que ni eso tengamos que hacer... Recuerdo a Kubrick y su 2001 A Space Odyssey

miércoles, 30 de marzo de 2016

Delincuentes

Aun no he visto al hombre invisible.

Hoy recordé, sin saber por qué, una escena de una película de esas que difícilmente ganarán algún premio. La trama era muy sencilla: un grupo de amigos estaban apostados en un aparcamiento y cuando veían un vehículo de alta gama, lo envestían con el suyo que, como es lógico, quedaba casi destrozado.

El truco estaba en que a pesar de lo que el auténtico perjudicado (el vehículo de alta gama) pudiese decir lo que fuese, el grupo de amigos se hacían pasar por desconocidos, pero todos eran testigos y al final, o bien el hombre pagaba una cantidad de dinero, o iban a un juicio que ya se sabía sentenciado de antemano.

Un grupo de testigos falsos conseguían que una persona inocente fuese declarada culpable y una persona culpable, no sólo fuese declarada inocente, si no que fuese considerada víctima.

En la película, finalmente encuentran a un hombre que dispuesto a no dejarse amedrentar, afronta todo aquello con honestidad y todo eso, y claro, al final se descubre todo y ganan los buenos en perjuicio de los malos.

Pero dudo mucho si en la vida real todo eso funciona así. Hoy, lamentablemente parece que hay que demostrar más la inocencia que la culpabilidad. Supongo que el ejercicio de legislar y el de aplicar las leyes, está tan lleno de lagunas que la justicia es un mero instrumento para muchas cosas, pero su imperfección no puede subsanarse sino con la intención de honradez de los ciudadanos y me temo que eso cada día está más lejos de cumplirse.

Cuando vemos que grandes estafadores, defraudadores, timadores, embaucadores, delincuentes de toda índole se blindan ante la justicia que carente de pruebas queda impotente para poder hacer su cometido. Que complicado habrá de ser enjuiciar al jefe de una banda cuando sus secuaces están dispuestos a atestiguar lo que haga falta, bien por miedo a posibles represalias, bien por ese mal entendido sentido del deber...

La justicia, corta de medios y lenta de proceso, ha de rendirse una y otra vez a las leyes que se crearon para prevenir los delitos, que a su vez se adaptan constantemente para sortear las leyes y por lo tanto, si hablásemos de una carrera, siempre gana el delincuente ya que irá siempre por delante...

Atrás quedó la honradez del hombre sencillo al que por ingenuo le volverán a timar ese grupo de holgazanes a los que hacía mención al principio... Tal vez por eso, es posible que cada día más y más gente opte por tomarse la justicia por su mano... ojo por ojo... diente por diente... y así se empiece a confundir justicia con venganza... o lo que es peor, la justicia deja de ser algo de todos para pasar a ser propiedad del poderoso...


martes, 22 de marzo de 2016

Crueldad

No es difícil comenzar, no es fácil terminar

Durante estos últimos días donde la barbarie y la tragedia está apoderándose de todos los noticiarios, no he podido evitar el recuerdo que de los niños, especialmente los míos, tengo cuando ellos son pequeños.

Esa carga de inocencia, donde taparse los ojos equivale a estar escondido, donde el tocar el dedo de su madre o su padre equivale a sentirse protegido, donde el decir una palabra diferente provoca risas y eso equivale a repetirla una y otra vez, donde todo es tan natural y sencillo que parece que no debería terminar nunca, ya que parece que el mundo de los mayores es cada día más inhumano y difícil.

Pero curiosamente es ahí, en esa etapa infantil, donde todos hemos comenzado a ser lo que somos... es esa etapa donde una simple mentira infantil, intenta poner un parapeto entre el castigo y la absolución, y donde la picaresca comienza a desarrollarse de forma rápida e imparable... es justo en esa etapa donde los adultos ya empezamos a corregir esos pequeños gestos innatos en los niños, donde el egoísmo es algo tan elemental en ellos que no logran entender por que han de esperar su turno en el columpio, por que han de compartir sus juguetes, o por que se les niega un caramelo cuando les apetece.

No recuerdo la cita exacta ni su autor, pero venía a decir que el hombre es un animal violento en origen y sólo la educación (no sólo la cultura) le va convirtiendo en tolerante y respetuoso para con los demás y para con lo demás.

No, no renuncio a esos mágicos momentos donde un niño hace esa gracia inesperada y sobre todo sincera... no renuncio a esos momentos donde su asombro ante los descubrimientos nos hacen plantearnos algunas cosas que, asumiendo que son obvias, en el fondo desconocemos... ni tan siquiera renuncio a ese descubrir del mundo infantil en el que cuesta introducirse para compartir con ellos esos momentos mágicos donde de nuevo y sin previo aviso, incluso reencontramos esa parte infantil nuestra que nunca termina de abandonarnos.

Pero todo lo anterior no nos exime de la responsabilidad de educar a nuestros hijos. La sociedad y la familia tratan (¿tratamos?) de hacerlo de la mejor manera posible, pero la sociedad y la familia no son entes inmóviles y constantes, si no que continuamente están en evolución y cambios.

Me es difícil responder a ciertas cuestiones en estos días sobre el comportamiento humano... y lamentablemente no sé cual es mi grado de responsabilidad en todo esto, pero me cuesta tanto creer que el ser humano pueda llegar a cambiar tanto... me cuesta tanto asimilar que el niño de hoy, pueda transformarse en un monstruo el día de mañana... me cuesta tanto aceptar que el dolor ajeno sólo duele cuando está reflejado en los medios de comunicación...

Tal vez nos hayamos acostumbrado a asimilar la violencia que el cine nos muestra como algo tan natural como el individuo... una violencia donde los "buenos" siempre ganan y al final todo parece que no ha sido nada... La vida real es muy distinta, excepto por la misma violencia... guerras, hambrunas, éxodos, miseria... Los que hemos tenido la fortuna de nacer en un entorno más o menos privilegiado, vemos todo eso como lejano, casi ajeno a nuestra propia existencia. No, posiblemente ya no sea cuestión de educación, si no de egoísmo y simplemente no deseamos compartir lo mucho o poco que tenemos por que, en definitiva, es nuestro y nos ha costado mucho conseguirlo...

Mientras, esos gestos infantiles e inocentes, se suceden por todo el planeta, ajenos a un futuro tan incierto como la misma vida, donde la subsistencia quedará marcada por el capricho de quienes empuñan las armas erigiéndose en líderes de algo que a la larga va a beneficiar a unos cuantos, a costa, como casi siempre, de la gran mayoría... y si no son las armas, será la política... y si no es la política, serán las empresas... y si no son las empresas, será la religión... y si no el medio ambiente, y si no... siempre habrá algo, mejor siempre habrá alguien...

No sé en que parte soy responsable de todo ello, pero sé que soy responsable de la educación que intenté transmitir a los míos... sé que creo que ellos son buenas personas... pero también sé que seguro que en algún sitio, alguien pensará que no es así... Mientras, permitid que siga disfrutando de la compañía de los niños... que en su inocencia se tapan los ojos para desaparecer y sólo necesitan el contacto de una mano amiga para sentirse seguros... tal vez no deberían cambiar nunca.

domingo, 20 de marzo de 2016

Responsabilidad

No importa cuantas batallas ganes o pierdas, pues la guerra siempre continúa.

He mirado en el diccionario las acepciones de la palabra “Libertad” y a pesar de que es algo tan intuitivo que creo que la mayoría entendemos, me ha sorprendido el cuantioso número de entradas que esta palabra tiene. Pero desde luego, creo que la más acertada y más extendida, es sin duda alguna la primera: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar , por lo que es responsable de sus actos”

De esta manera tan sencilla y lógica comenzamos a complicar el concepto básico que de la libertad podríamos tener: La libertad implica responsabilidad??? Pues así es y es que desde que salimos a la calle, ya estamos obligados a tomar opciones. Desde levantarnos para comenzar nuestras obligaciones hasta volver a acostarnos tras acabar el día, elegimos constantemente… ducharme o no hacerlo, cruzar la calle aquí o allá, llevar abrigo o no, comer a una hora u otra, o simplemente no comer… eso tan sencillo y lógico, es nuestra libertad

Pero podría haber una idea mucho más extendida y romántica de lo que es libertad, aunque me temo que esa idea se entremezcla ya con otros conceptos más amplios y por lo tanto exigen muchas más responsabilidades… la libertad de expresión, por ejemplo, no nos autoriza a decir lo que deseemos, ya que antes de decir algo, hemos de estar seguros de lo que decimos y si tenemos respaldo moral y ético de lo que estamos diciendo… mi libertad de expresión puede pasar por decirle a un enfermo que pienso que va a morir pronto por que tiene muy mala cara…

Pero volviendo al concepto general y extendido de libertad, en los países denominados “desarrollados”, ha sido una batalla constante el conseguir la libertad que ahora intentamos disfrutar… Todos deberíamos conocer la Historia y comprender que hace 50, 100 o 200 años, la libertad que hoy conocemos y de la que disfrutamos, dista mucho de aquella… Y aún así, seguimos luchando, pidiendo, exigiendo y solicitando de una u otra manera más y más libertad, para nosotros, para los nuestros, para todos… ¿Para todos??? Sí… desde esa idea de romanticismo, pedimos libertad para todos y es que es lógico que los seres humanos no estén viviendo subyugados por nada ni por nadie…

A pesar de eso, siempre hemos visto en la lejanía, esas otras personas que por haber nacido en eso que casi de forma despectiva llamamos “el tercer mundo”, carecen de la libertad básica de la vida… por que hay personas, familias, pueblos enteros que carecen de agua, alimentos, sanidad… y por si fuera poco, hoy en día, las guerras (siempre sin sentido lógico salvo para unos cuantos que se enriquecen a costa de la miseria de la mayoría) consiguen que aquellos que sobreviven a la miseria puedan morir por defender una causa… o por no querer defenderla…

Miles de personas huyen cuando pueden de todo eso… la miseria, el hambre, la explotación, la guerra, el terror… la muerte casi cierta, e intentan buscar en otros lugares una vida muy incierta…  y es aquí cuando se les niega esa libertad de la que solemos hacer gala…

Casi todos los días vemos gente que huyen de sus países, de sus vidas, dejando atrás a sus mayores y arrastrando con ellos a sus hijos…  unos mueren, otros sobreviven, muy pocos lo consiguen… Tal vez es sólo cuestión de tiempo, tal vez es otra batalla en que la libertad, nuestra libertad, no deba expandirse tanto a nivel individual y deba ser entendida como una libertad social…

De esta manera, igual que aceptamos las leyes que ya nos han sido impuestas y que nos “obligan” a conducir por la derecha o por la izquierda, a comenzar nuestras obligaciones a una hora concreta y no cuando queramos, o a facilitar nuestros datos personales cuando queramos abrir una cuenta en un banco… tal vez deberíamos aceptar que el mundo es mucho más que aquello que vemos a diario y que complementamos con unos minutos al día de noticias en cualquier medio.

La libertad es actuar con responsabilidad y parte de esa responsabilidad es para con nuestros semejantes…




domingo, 28 de febrero de 2016

Reencuentro

No pierdas el tiempo planificando tu vida... ella ya tiene sus propios planes para ti.

Que gran diferencia entre un encuentro y un reencuentro. Esto que parece tan evidente y tan obvio puede ser una experiencia en nuestra vida... Recuerdo la primera vez que encontré con el mar, aún siendo muy pequeño. El pueblecito era casi tan pequeño como yo y las casas bajas y modestas se extendían a lo largo de las casi inexistentes calles que luchaban por no ser devoradas por los pastos... una escena que todos podremos imaginar de una época pretérita y que a pesar de que no es tan antigua como parece, si es cierto que se me antoja mucho más vieja de lo que realmente es... No podría concretar la fecha exacta de aquella experiencia, pero digamos que podríamos hablar de unos 50 años.

Años después, varios años después, tal vez 30, fue a visitar aquel pueblo pequeño y recogido... allí tuvo lugar ese reencuentro que me entristeció. Todo había cambiado tanto, que tuve la sensación de estar en otro lugar. El pueblecito se había convertido en un destino turístico, las casas modestas fueron engullidas por torres de apartamentos, los pastos que deseaban devorar la calle, fueron finalmente devorados por esta y apenas quedaban algunos resquicios que habían intentado mantener convirtiéndolo en parques que a su vez cubrieron de calles, bancos alguna fuente y muchos cachivaches para niños y ancianos...

También la playa había sufrido grandes transformaciones. Ahora estaba delimitada por tierra con un amplio paseo salpicado de caminos de diversos tipos y alturas que llevaban a la arena y allí a las duchas que salpicaban esta... al otro lado del paseo las inevitables terrazas repletas de turistas y lugareños intentando disfrutar de algo de tranquilidad en el más bullicioso lugar... y allí algo más lejos, donde el mar y la arena se abrazaban en su eterno baile, también algo había cambiado... todo era más regular, más perfecto, más... artificial tal vez. Sí, me contaron que habían arreglado la playa y usaron no sé cuantas toneladas de arena traída de no recuerdo donde...

Así, de esta forma, el encuentro y el reencuentro nada tenían que ver el uno con el otro... todo era tan distinto... y entonces me di cuenta de que yo también había cambiado... Yo mismo había crecido, madurado, había tomado decisiones, había cometido errores y había realizado aciertos... había vivido, con lo que eso implica... sí, yo también había cambiado.

Lo más probable es que todos hubiésemos cambiado y que aunque hubiese conservado memoria de algunas de aquellas personas con las que compartí, hoy hubiésemos sido unos totales desconocidos, como lo fue el pueblecito convertido en una pequeña urbe saturada.

Y entonces, por que hay reencuentros que son tan agradables???  Supongo que en ocasiones, ese reencuentro se realiza con personas que también desean reencontrarse contigo... Personas que estás más que dispuestas a ponerte al día de su vida y a seguir participando de la tuya, sin importar lo que es superficial y adentrándose en lo importante, en lo profundo, en aquello que siempre ha merecido la pena aunque no siempre se haya conseguido... Otras, sin embargo, ese reencuentro se produce con personas casi desconocidas y de las que lo único que se comparte son los recuerdos de tiempos pasados que jamás volverán...

De esta forma, podríamos asegurar que cada día nos encontramos y reencontramos con gente, con personas de las que conocemos su historia, sus vivencias, sus expectativas... y de otras que sólo conocemos su nombre, y aquello que todos los demás conocen... simplemente... aunque le pongamos todos los adjetivos que nos vengan a la mente...

Tal vez, el más complicado de los reencuentros es aquél que hacemos con nosotros mismos.


viernes, 19 de febrero de 2016

Odio

No nos hace mayores el paso del tiempo, si no perder el interés por las cosas...

Hay quien asegura que el sentimiento más fuerte que existe es el amor... y es posible que así sea. Al fin y al cabo es algo a lo que la mayoría anhelamos y deseamos poseer con intensidad y sobre todo siendo correspondido.

Es entonces cuando el mundo que tenemos bajo nuestros pies cambia de forma radical y el universo entero se concentra en esa persona cuyo magnetismo nos devora al tiempo que nos engrandece y ese extraño sentimiento toma tal protagonismo que todos los demás parecen nimios e insignificantes, e incluso la muerte es algo que carece de valor y no nos importaría morir de amor, morir por nuestro amor... que bella idea romántica...

Sin embargo, la realidad se empeña, como en tantas ocasiones, de cambiar nuestras expectativas y ese amor infinito termina cayendo en la rutina y termina marchitándose como la fruta que no es recogida a su tiempo del árbol...  O peor aún, cuando nos empeñamos inútilmente en un amor que agoniza por una parte, sea resucitado a base de absurdos gestos, cuando no violentos... No, el amor, salvo más que honrosas excepciones, tiene una fecha de caducidad que si bien en muchas ocasiones deja un poso y rescoldos de un cariño con el que muchos se conforman para vivir en pareja...

Pero cuando nuestras aspiraciones son mayores, entonces esa escasa brasa de un fuego que agoniza, ya no es suficiente y pueden surgir problemas, reproches, violencia, indiferencia... y de alguna extraña manera, en muchas ocasiones crece un extraño deseo de fracaso en el que terminamos culpando al "otro" por no haber hecho, o por hacer, aquello que pensamos que no debería haber sido...

Así, se podría decir que el dicho "del amor al odio hay un paso", se vuelve realidad en muchas, tal vez demasiadas ocasiones... y entonces el amor pierde toda su fortaleza y simplemente cae derrotado por este otro sentimiento que aunque no nos guste, es mucho más fuerte que el amor: El odio

El odio, acompañado en la mayoría de las veces por la venganza, se cuela en nuestra alma y al contrario que le ocurre al amor, que cualquier pequeño incidente le hace tambalear, el odio crece y se hace más fuerte con cualquier pequeño detalle. Si alguien nos dice que ha visto a nuestra pareja hablando con alguien, queremos no darle importancia, pero nos crece un requemor interior que hace que nuestro amor baje un poquito... Si alguien nos dice que ha visto a la que fue nuestra pareja hablando con alguien, entonces recordamos cuando nosotros necesitábamos ese tiempo y no nos fue concedido y el odio crece y crece... y con él el deseo de venganza...

Y si es cierto que se odia a las personas que hemos llegado a amar, no es menos cierto que también se odia (y con mucha fuerza) a otros aquellos a los que nos enseñado a odiar... a quienes piensan distinto, a quienes no son de aquí, o a quienes por circunstancias de la vida han triunfado y han atravesado una línea de riqueza que nunca podremos cruzar la mayoría... y esas personas tienen algún problema, en el fondo de nuestro corazón nos alegramos ya que nuestro odio y nuestra envídia necesitan ser alimentados... Dicen que no hay nada que una más a dos personas que el odio hacia una tercera...

Me entristece pensar en quienes habiendo amado, han optado por olvidar sus vivencias, han arrinconado en un rincón oscuro y profundo de su memoria esos sentimientos que otrora fueron prácticamente toda una existencia... Sí, el amor termina, como termina la vida, pero si no renunciamos a vivir, por que hemos de renunciar a amar???

Como casi siempre, una moneda con dos caras opuestas... amor y odio... dificilmente encontraremos a alguien que no haya sentido en su alma el toque de ambas caras...