No importa cuantas batallas ganes o pierdas, pues la guerra
siempre continúa.
He mirado en el diccionario las acepciones de la palabra
“Libertad” y a pesar de que es algo tan intuitivo que creo que la mayoría
entendemos, me ha sorprendido el cuantioso número de entradas que esta palabra
tiene. Pero desde luego, creo que la más acertada y más extendida, es sin duda
alguna la primera: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera
o de otra, y de no obrar , por lo que es responsable de sus actos”
De esta manera tan sencilla y lógica comenzamos a complicar
el concepto básico que de la libertad podríamos tener: La libertad implica
responsabilidad??? Pues así es y es que desde que salimos a la calle, ya
estamos obligados a tomar opciones. Desde levantarnos para comenzar nuestras
obligaciones hasta volver a acostarnos tras acabar el día, elegimos
constantemente… ducharme o no hacerlo, cruzar la calle aquí o allá, llevar
abrigo o no, comer a una hora u otra, o simplemente no comer… eso tan sencillo
y lógico, es nuestra libertad
Pero podría haber una idea mucho más extendida y romántica
de lo que es libertad, aunque me temo que esa idea se entremezcla ya con otros
conceptos más amplios y por lo tanto exigen muchas más responsabilidades… la
libertad de expresión, por ejemplo, no nos autoriza a decir lo que deseemos, ya
que antes de decir algo, hemos de estar seguros de lo que decimos y si tenemos respaldo
moral y ético de lo que estamos diciendo… mi libertad de expresión puede pasar
por decirle a un enfermo que pienso que va a morir pronto por que tiene muy
mala cara…
Pero volviendo al concepto general y extendido de libertad,
en los países denominados “desarrollados”, ha sido una batalla constante el
conseguir la libertad que ahora intentamos disfrutar… Todos deberíamos conocer
la Historia y comprender que hace 50, 100 o 200 años, la libertad que hoy
conocemos y de la que disfrutamos, dista mucho de aquella… Y aún así, seguimos
luchando, pidiendo, exigiendo y solicitando de una u otra manera más y más
libertad, para nosotros, para los nuestros, para todos… ¿Para todos??? Sí…
desde esa idea de romanticismo, pedimos libertad para todos y es que es lógico
que los seres humanos no estén viviendo subyugados por nada ni por nadie…
A pesar de eso, siempre hemos visto en la lejanía, esas
otras personas que por haber nacido en eso que casi de forma despectiva
llamamos “el tercer mundo”, carecen de la libertad básica de la vida… por que
hay personas, familias, pueblos enteros que carecen de agua, alimentos,
sanidad… y por si fuera poco, hoy en día, las guerras (siempre sin sentido
lógico salvo para unos cuantos que se enriquecen a costa de la miseria de la mayoría)
consiguen que aquellos que sobreviven a la miseria puedan morir por defender
una causa… o por no querer defenderla…
Miles de personas huyen cuando pueden de todo eso… la
miseria, el hambre, la explotación, la guerra, el terror… la muerte casi cierta,
e intentan buscar en otros lugares una vida muy incierta… y es aquí cuando se les niega esa libertad de
la que solemos hacer gala…
Casi todos los días vemos gente que huyen de sus países, de
sus vidas, dejando atrás a sus mayores y arrastrando con ellos a sus
hijos… unos mueren, otros sobreviven,
muy pocos lo consiguen… Tal vez es sólo cuestión de tiempo, tal vez es otra
batalla en que la libertad, nuestra libertad, no deba expandirse tanto a nivel
individual y deba ser entendida como una libertad social…
De esta manera, igual que aceptamos las leyes que ya nos han
sido impuestas y que nos “obligan” a conducir por la derecha o por la
izquierda, a comenzar nuestras obligaciones a una hora concreta y no cuando
queramos, o a facilitar nuestros datos personales cuando queramos abrir una
cuenta en un banco… tal vez deberíamos aceptar que el mundo es mucho más que
aquello que vemos a diario y que complementamos con unos minutos al día de
noticias en cualquier medio.
La libertad es actuar con responsabilidad y parte de esa
responsabilidad es para con nuestros semejantes…
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