viernes, 25 de febrero de 2011

Encuentro

Si haces una muralla para defenderte de tus enemigos, ten mucho cuidado por que tal vez tampoco tus amigos puedan llegar a ti

El encuentro fue tan casual cómo inesperado. Hacía ya varios años que no sabía de ella… había pasado, no sin dolor, el tiempo donde miraba el teléfono en busca de un mensaje, donde escudriñaba el correo en busca unas palabras, donde giraba cada esquina con la esperanza de encontrarla…

Cuando la vi tras tanto tiempo, pareció que todo siguió tal cual era en el pasado… Hablamos animadamente tras el saludo y una rápida puesta al día… hablamos de lo que fue, de lo que pudo haber sido, de lo que nunca será… Pasamos así, anclados en el pasado de nuevo, casi toda la tarde…

Al ver cómo se alejaba, me di cuenta de que había sido estupendo volver a revivir el pasado… Cuando ella desapareció en la distancia, me giré y aprecié lo maravilloso que es vivir el presente.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Oportunidad

Si la materia ni crea ni se destruye, y el dinero es materia… entonces cuando alguien es más rico, es por que otro es más pobre.

Hoy perdí un tren… carreras, prisas, la precipitación de la mañana… y perdí un tren… todo un esfuerzo baldío para nada… No sé si había pasado un minuto, y ya llegó otro. Estaba casi vacío, frente al anterior que se encontraba abarrotado de gente. Me senté, fui leyendo el periódico cómodamente y llegué cómo siempre… tal vez uno o dos minutos más tarde.

Las oportunidades, parece que siempre se pierden y no somos capaces de apreciar que algunas veces, precisamente por no haber tomado un tren, podemos tomar otro mejor… un destino que se cambia a última hora, una relación que se acaba, un trabajo que se pierde, una casa que no se puede comprar… hay cosas importantes y otras no tanto, pero tal vez cada oportunidad perdida, no es si no una oportunidad ganada…. ¿por qué no???

viernes, 18 de febrero de 2011

Neuronas

Aunque el resultado suele ser similar, no es igual caer que bajar.

Comentando el último programa de “Redes”, de Eduard Punset, enlazamos con el texto de la camiseta del encabezado, que no por graciosa, es incierta.

La opción era la de comentar el programa, que puede verse en el enlace anterior, pero resulta demasiado amplio para mis cortas entendederas, así que mejor que cada cual saque sus conclusiones (demasiado extensas cómo para describirlas brevemente en unas pocas líneas) pues por extensión, a mí sí parece increíblemente importante, la función de cada una de las células del cuerpo…

Tras la frase “ninguna de tus neuronas sabe quién eres… ni le importa”, se esconde un orden que la naturaleza ha establecido para que cada organismo funcione de la forma más eficaz posible. Cada neurona cumple su cometido lo mejor que se pueda y no se preocupa de hacer cualquier otra cosa… y ese ejemplo es generalizable a cada una de las células que componen los seres vivos… Ninguno de nosotros suele preocuparse de algo tan sencillo y necesario cómo respirar, cómo ver, cómo escuchar, cómo sentir… todas las células se han organizado sin que haya ningún líder, y ellas han configurado el ser vivo… tú o yo…

Al cerrar los ojos, “siento” a mi yo en mi cerebro… tal vez por que la consciencia de la vida esté más cerca del sentido de la vista, muy importante en la mayoría… o tal vez por que en realidad, la verdadera identidad de las personas está precisamente ahí, en el cerebro… si esto fuese así, se acabó el poner “con todo mi corazón” tras afirmaciones de sentimientos… deberíamos cambiarlo por “todo mi cerebro”.

Así pues, nuestro propio cuerpo ha sido capaz de fabricar, colocar, organizar, y hacer funcionar a cientos de miles de células, cada una de las cuales, de forma independiente al resto, asumen su misión y cumple su requisito de forma ejemplar. Gracias a esto, el ser vivo, puede sentirse vivo…

No hay nada que obligue a una célula a hacer lo que debe hacer, pero lo hace… puede enfermar, puede envejecer, puede resultar defectuosa, pero aún así, mientras le es posible, cumple su misión hasta el final, sin importarle absolutamente nada más. ¿Sería esto extrapolable a cualquier sociedad???

Imaginemos que nuestra sociedad, a los seres humanos, se nos encomienda ser cómo las células y que cada uno, ha de cumplir su cometido para que todo pueda funcionar… Vaya caos que se montaría… ¿Quién de todos… de cualquiera… aceptaría de buen grado su papel??? Seguro que diríamos aquello de “No es justo… yo quiero ser…” y entonces se formarían partidos políticos para ver quien pone orden (una vez que hayan sido elegidos en las urnas)… empresarios para poder darnos trabajos y así poder alimentarnos… sindicatos para… bueno, para algo estarán… bancos, instituciones, transportes… y así, entre todos, hacer que toda la raza humana pueda funcionar igual que si fuera un solo organismo vivo… ¿alguien pilla la diferencia???

Sólo nos queda entender el por qué tenemos esos sentimientos que, a veces por suerte y otras por desgracia, nos hacen ser humanos en lugar de bestias… ¿tampoco pillamos la diferencia???

Genial Punset y su programa Redes.

lunes, 14 de febrero de 2011

Escupido

Sí… es Cupido quien debe tener una puntería certera al lanzar las flechas de amor, pero desde luego, ya podría hacer un test la mayoría de las veces… por si acaso

Una vez más, nos sorprende el día “D”. En este caso, el de los enamorados, cómo si el resto de los mortales no tuvieran derecho a celebrar, por ejemplo, su santo, cumpleaños, o el aniversario de haber terminado al fin la carrera… Pero es ese invento de marketing que durante años se ha empeñado en marcar días para que regalemos de forma insistente e indiscriminada, bajo sospecha de que si no regalas, no amas… y es que ese sentimiento de rebeldía a entrar en el mundo de un consumo un tanto absurdo, se ha convertido en una prueba palpable de falta de amor hacia la media naranja… ya no basta con querer, ahora, además, hay que poner dinero para demostrarlo… nada de besos, citas románticas o puestas de sol… Visa a tutiplén y cómodos plazos que ya veremos cómo se pagan… pero es que el amor es tan bonito…

Pues bajo esta presión, hoy llegué a casa sin regalo, así que para salir del paso, le dije a mi pareja: “Hoy te voy a regalar una cena romántica”. La idea, no por original si no por sorprendente, me ha salvado, al menos este año, pero… ah, sorpresa….

Lo primero que he tenido que hacer es aclarar que una cena romántica no significa irse a un sitio fuera de casa, así que me he ido a una tienda de “chinos” y he comprado dos velas por 50 céntimos para crear un ambiente agradable… he quitado la tele para que se cree un tono relajado y me he dirigido directamente a la nevera para preparar la cena… Que ingenuo he sido; a estas alturas de mes, final ya una vez que nos han pasado todos los recibos, la nevera no tenía ni la clásica botella de agua fresquita…

¿Qué hacer??? Pues improvisar… así que he ido buscando que había por ahí… tres zanahorias con tallos verdes, dos cebolletas, un huevo… hmmm. Empezamos a hurgar en los armarios… un bote casi gastado de pimentón (de la Vera, que al menos eso, viste mucho)… y mi bocadillo para el día siguiente… Ya está (Eureka lo tiene patentado Arquímedes) me dije: Unas sopas de ajo… así que cogí todo el verde de las pocas verduras que teníamos… un poco de aceite, algo de sal y todo a cocer para hacer un rico caldo… aparte, seis dientes de ajo bien picados, el poco jamón del bocadillo también picado y el pimentón de la vera, todo ello rehogado en aceite…

Una vez que el caldo estaba hecho, lo he colado, y mientras cocía, le añadí el huevo que había en la nevera… al poco le añadí unas rebanadas de pan (duro, que de eso entiendo), y el sofrito de ajos, jamón y pimentón…

Que gratificante es hacer un regalo sencillo y original... Tras esta grata experiencia, ahora me falta una para ser pareja…

miércoles, 9 de febrero de 2011

Pasado

Será imposible seguir a tu sombra, mientras sea esta quien te siga a ti.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que yo no me comería el mundo y ahora me alegro de que el mundo no me haya comido a mí.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que yo no era excesivamente listo y ahora me alegro de que no soy excesivamente tonto.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que no soy extremadamente feliz y ahora me alegro de que no soy extremadamente infeliz.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que tengo una débil salud, y ahora me alegro de que aunque débil, sea salud.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que soy un negado para hacer cualquier tipo de arte y ahora me alegro de saber apreciar el arte de los demás.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que no soy un valiente y ahora me alegro de saber que no soy un cobarde.

Ya hace tiempo que me di cuenta de que no soy un conquistador y ahora me alegro de saber que no soy un conquistado

sábado, 5 de febrero de 2011

Metro

La curiosidad es una puerta cerrada sin llave

He perdido parte de mi vida para siempre y no es por que la haya malgastado (que de eso ya entiendo mucho), si no por que simplemente, ha desaparecido… no ha existido.

Recuerdo que iba en metro al trabajo, y todo lo demás, vida, recuerdos, sensaciones… todo lo demás, ha desaparecido de mi vida durante unos minutos… no sé si pocos o muchos.

En un fondo amarillento y rancio, recuerdo vagas sensaciones que me llegaron después… Gente que se agolpaba a mi alrededor y yo tumbado en el suelo del andén. No sabía que pasaba, que hacía allí y por qué de esa situación. Alguien me tenía los pies levantados… Luego recuerdo que estaba, igualmente, en un banco, tumbado y con los pies en alto… una chica embarazada… el personal de seguridad del metro… el servicio médico de urgencias… Todos me preguntan mi nombre, si sé dónde estoy, cómo me encuentro… No sé por qué, estoy cansado, tengo ganas de dormir… De repente me pregunto qué hago allí y soy yo quien pregunta… el fondo amarillento va desapareciendo y empiezo a ser consciente de que he sufrido un desvanecimiento…

Me llevan fuera y el aire fresco de la mañana me despeja y alivia… todo vuelve a ser normal, pero yo no me siento bien. En pocos minutos estoy en el servicio de urgencias del hospital… de nuevo urgencias… Apenas un intercambio de papeles y comienzan las pruebas… la realidad se va imponiendo… todo está bajo control y mi vida vuelve a pertenecerme… sé qué está sucediendo ahora, me guste o no.

Todo está bien… infecciones, complicaciones, el corazón que está usado, pero nada que no se solucione de una forma razonable… Sólo la duda de que en mi vida ha habido un tiempo que yo no he vivido y no sé qué ha pasado

Sea cómo fuere, quiero agradecer a todos quienes me ayudaron y asistieron, su dedicación y desinterés… y es que el ser humano, sigue siendo ejemplar la mayoría de las veces.