sábado, 13 de agosto de 2011

Bondad

Para que una flor pueda ofrecer todo su colorido y belleza, las raíces de la planta han de estar bien enterradas.

Es curioso como la naturaleza tiene, algunas veces, la opción de marcar a algunos animales con características defensivas tanto para ellos como para su posible predador. Así, hay insectos y anfibios cuyo color, algunas veces demasiado llamativo, avisa de que son altamente venenosos, y así ellos están tranquilos y los cazadores seguros… Otros, simplemente son capaces de avisar de su peligro y esos colores son, precisamente, lo que le sirve para avisar a su presa de su peligro, aunque no siempre funcione.

Pero para el resto de los animales, el peligro es algo que está oculto y algunas veces la posible presa se revuelve contra su cazador. O el caso más cercano de los humanos, donde somos capaces de lo mejor y lo peor…

Y es que aunque no nos guste reconocerlo, la mayoría de nosotros tenemos la opción de ser “buenos” o de ser “malos” y como cada uno puede entender la bondad o la maldad de formas distintas, pues cada uno obra en consecuencia de forma distinta… y no, no me vale con que pensemos que nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros padres o la mayoría de las personas que conocemos, no pueden ser malvados… ¿por qué no??? Es cómo si pensásemos que una persona que sabe escribir, nunca escribiría algo lúgubre, cruel o morboso… tiene la capacidad de hacerlo y la voluntad o no de hacerlo, depende de cada uno.

Pero la naturaleza tiene sus excepciones y hoy he conocido a una persona cuya cualidad de maldad es nula… Ya había coincidido con él algunos días mientras los canes corretean por el parque, pero hoy ha sido distinto ya que hemos estado hablando de todo un poco… con sus más de 70 años cumplidos, mantiene un optimismo desbordante, una sonrisa llena de paz y palabras amables para las personas, los animales, las plantas y todo aquello que encontraba en su camino… todo cuando decía lo decía con honestidad, sinceridad pero cuidando las palabras para que no hiciesen ningún mal… Hoy, he tenido la oportunidad de poder hablar con una persona de la que desconozco que habrá llorado mucho, pero que estoy convencido que no ha hecho llorar a nadie… una persona que podría ser la representación de la bondad …

Hoy, me llevo una sonrisa y una grata ración de paz… y además, llegaron las lluvias y rompieron la monotonía del estío… lástima por las perseidas, pero ni la luna ni la ciudad me hubiesen dejado verlas…




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