miércoles, 7 de julio de 2010

Allium

Fuera la cáscara, dentro la simiente… lo mejor de la fruta, está entre estos dos extremos.

Supongo que la mayoría de nosotros conoce lo que popularmente se denomina cebolla (allium cepa). Es una planta tan sencilla cómo indispensable en la mayoría de las cocinas y dietas, y quiero pensar que la mayoría sabe que la planta, al tratarse de un bulbo, se extingue una vez cosechada… Hasta aquí, nada que no se sepa… la planta, una vez arrancada, o se usa en un espacio de tiempo dado, o termina pudriéndose siendo por tanto infructuosa su cosecha.

Me pregunto si las personas también tenemos ese protagonismo… Hay personas que cumplen un determinado papel y una vez finalizado, nos abandonan, o a la inversa y somos nosotros quienes los dejamos, o los olvidamos… Hay profesores que recordamos y otros que casi ni sabemos de su existencia si alguien no nos los recuerdan; hay compañeros con los que seguimos en contacto y otros que han desparecido para siempre de nuestro recuerdo… incluso hay amigos que nos tendieron su mano, nos ayudaron y ellos o nosotros mismos, hemos seguido nuestro camino y hemos perdido todo contacto.

Sin embargo tal vez el caso que a mí me llama más la atención, es el caso de esas personas que fueron todo para nosotros, que fuimos todo para ellas y un día, eso cambia y la vida da un giro y aquel microcosmos que unía a una pareja de tal manera que la hacía dependiente de la otra parte, simplemente desaparece cómo la sombra al encuentro de la luz…

Tal vez la vida sean líneas que no sabemos dirigir… cada persona, su camino, su propia línea… algunas veces, las líneas se acercan, se acarician, se vuelven paralelas, convergen o divergen, pero siempre están cerca… y es entonces cuando tal vez nos quedemos con el recuerdo de esas personas… aparecen en nuestras vidas de vez en cuando, aparecemos en las suyas, aunque sólo sea enviando el consabido mail de fotos paradisíacas o textos de Bucay que nos incitan a ser mejores en la vida

Tal vez otras, sean líneas perpendiculares que en un momento dado se cruzan, chocan, ponen las vidas literalmente patas arriba y luego siguen su destino y mientras se alejan, la sombra del olvido se encarga de poner un gris final a aquello que, en su momento, tampoco pensamos que podría comenzar…

Y cómo las cebollas… ese cruce de caminos o se aprovecha, o simplemente termina pudriéndose…

En un pequeño cofre de madera labrada
con raíces nobles, muy bien trabajadas
de formas hermosas, de aves aladas
se guardan escenas de amor olvidadas

Con siete vueltas de llave cerrada
y a lo profundo del mar arrojada
la llave, ya vieja, ahora oxidada
la caja, de madera ahora mojada

El tiempo se empeña, no hace nada
y ahora es bruja quien antes fue hada
ya no es noche cerrada, si no madrugada
y es dulce recuerdo, pues fue mi amada

5 comentarios:

Unknown dijo...

Que te puedo decir...

es verdad...

pero no me lo planteo..

no lo suelo pensar...

me dejo llevar y en cada instante de mi vida, tomo las lineas que esta me ofrece, sean transversales, paralelas o adyacentes..

y cuando se alejan, suelo quedarme con lo mejor..

no guardo ni nostalgias, ni dolores, ni rencores... sólo lo mejor, lo que si me aportaron, lo que me hicieron crecer aun con sufrimiento..

y sigo caminando..

me es mas interesante pensar en todas las lineas que me quedan por conocer y las que actualmente tengo que cuidar..

que las que ya son lineas de autopistas y veredas que ya recorrídas.

Un besazo en alguna línea... por lo menos la de la amistad bloguera

Luna Azul dijo...

Hola Búho, la vida me ha enseñado a no preocuparme demasiado de las líneas. Algunas veces alguna me ha dejado magullada y malherida pero que vengan como quieran, aprovecharé el momento y el tiempo ya dirá como han sido.
Un abrazo

Coronita de reina dijo...

Me gusta imaginar, que vivimos mundos paralelos, caminos paralelos , que en un momento se cruza con la existencia de otro para-lelo ó para-tonto y de pronto le arrancamos a esta extistencia, la nuestra, un minuto de eternidad.
Después, solo, queda la memoria; motor de la propia eternidad. ¿no es mas eterno aquel qué es recordado?

En fin, a mí,se me antoja, que la cebolla es como algunas personas; tienen tantas capas que solo les queda un interior talloso...

La lechuza verde dijo...

O el choque de las líneas les hacen desviarse y lo que se alejaba, prefiere acercarse

¿Verdad búho?

Fósforo* dijo...

Con la de propiedades que tiene la cebolla, quizás no tantas como algunas personas, más no por ello hay que dejar de procurar acercarse; bien sea en línea recta, curva, poligonal o mixta.

:) Un beso encebollado (puede estar bueno)...igual consigue llegar a la última capa...