martes, 28 de julio de 2009

Partida

Tenía tanto miedo a morir que se sentó en un rincón, viendo pasar la vida… y sin saberlo, se sentó sólo a esperar su muerte.

La vi partir y en aquél momento, le di la espalda… sabía que el adiós sería definitivo y que difícilmente volveríamos a encontrarnos… a pesar de todo lo que la amaba, tuve que decirle adiós…

Cómo casi todo lo que me pasó, fue más fruto de la casualidad que de los intentos de querer cambiar el mundo que de forma denodada, había intentado sin logro alguno. En una lucha desigual y totalmente desproporcionada, quedaron atrás los años jóvenes de lucha y esfuerzo y cuando pensé que el mundo me había vencido, ella apareció y todo cambió.

Es curioso como el tiempo puede hacer que las sensaciones se desborden o se desvanezcan… todo necesita su tiempo para que madure… pero sólo cuando la fruta está en su punto, es el tiempo de la cosecha…

Sólo en ese momento, el tiempo se detiene para siempre…

1 comentario:

Ericarol dijo...

Se detiene, pero igual pasa tan rápido.... en nuestras memorias si se detiene.

un beso!!!