sábado, 12 de mayo de 2007

Vacío

Algunas fechas de nuestra vida, nunca las olvidamos… nuestro cumpleaños, nuestros aniversarios, la fecha que encontramos el amor, los problemas de los hijos… Pero hay otras fechas que desaparecen de nuestro recuerdo por que aparentemente no serán importantes… ¿recuerdas la fecha que te salió una muela??? Yo no, lo reconozco… y tampoco recuerdo la fecha de mi primer beso… no, hay cosas que se olvidan…

Pero no por ello, han dejado de existir… Así, ella ha estado conmigo desde hace ya tantos años, que podría decir, “siempre”. Hay cosas a las que no prestas demasiada atención… hay cosas que por ser tan cotidianas, tan cercanas, tan propias, parece que son parte de tu vida rutinaria y que jamás, te va a faltar… pero no siempre son así las cosas.

Un día, no sabes como ni por qué, pero algo no va bien… y de pronto un dolor intenso te avisa de que las cosas ya no son como antes… hay dolores que se calman con una aspirina, pero no, este no era el caso… Ella siempre estuvo conmigo, y yo con ella… habíamos compartimos los besos, las risas, palabras que hablaban de amor y otras que hablaban de dolor… habíamos comido y bebimos juntos, habíamos dormido e incluso íbamos juntos al baño, e incluso un día, donde el fin del mundo parecía que llegaba, allí estaba ella, siempre conmigo…

Pero… un día, algo no va bien y el dolor se hace insoportable, y cuando quieres arreglarlo, te das cuenta de que ya no hay solución… tratas de buscar soluciones… otras veces ha pasado algo similar, pero no la he perdido… ahora sí… la he perdido, ahora hay un hueco enorme dentro de mi… un hueco que tal vez pueda llenarse nuevamente, pero jamás será como ella… jamás…

Sí, no nos damos cuenta de muchas cosas… ella no era la única, lo sabía… pero como en tantas listas, ella siempre estuvo arriba y jamás abajo… Tal vez, por que la rutina estaba demasiado presente, no la presté toda la atención que me demandaba, pero yo la cuidaba, la protegía, la dedicaba tiempo y dinero y siempre intenté que nuestra relación fuese lo mejor posible… Supongo que las cosas han de pasar así… apenas sin avisar… primero algunos desajustes… algo no funciona, y es entonces cuando tratas de poner la solución… curas la herida, pero las cosas no siempre tienen cura… y entonces la pierdes… la pierdes para siempre…

Ahora, ese hueco se ha quedado dentro de mí, un vacío que será imposible de llenar hasta pasado algún tiempo, cuando la herida cicatrice, cuando la calma haya vuelto, y cuando pueda pagar al dentista la prótesis de la muela que me ha extraído para que tape el vacío que me ha quedado… pero eso sí, jamás volverá a dolerme esa muela.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos de nosotros sentimos ese vacío, es horrible. Insoportable pensar qué ha sucedido.

Lunarroja dijo...

Hay cosas que es mejor cortarlas de raíz...

Isabel dijo...

La boca nos atraca de vez en cuando en forma de maravillosa cita con el dentista,amigo...
¡Si al menos fuera en los mejores restaurantes!..jaja ;-)

Lo miremos como lo miremos, cuando duele alguna pieza, tanta ruina es dejarla como quitarla...
Si encima pagamos hasta con placer,sobre todo porque descansamos del dolor...
Mejor semana y que no te moleste otra muela,al menos en mucho tiempo..jaja
Besotes,Pablo.

Anónimo dijo...

Al negarnos a aceptar un poder superior inmutable que nos supera, hemos colmado el vacío a golpe de imperativos personales y, súbitamente, nuestra vida se ha vuelto espeluznante.
(Paranoias varias...)

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Ay después de una temporada metida en dentistas, al leer tu post me han dolido las muelas ¡hasta postizas!

Cuidate y enseguida a reponerla.

Pena de Ratoncito Pérez.

Un beso

Perovsquita dijo...

A mi me da miedo ir al dentista, así que... no voy hasta que no es demasiado tarde.
Y luego claro... pasa lo que pasa. Más caro y menos solucionable