sábado, 22 de agosto de 2009

Tatuaje

Nunca llueve encima de las nubes

Se habían amado con la intensidad de la juventud y con la calma de la experiencia… llevaban mucho tiempo juntos y cada vez era un auténtico descubrimiento

Sus cuerpos, cansados, sudorosos y satisfechos, yacían desnudos sobre las sábanas arrugadas que intentaban mantener el pudor de cubrir el colchón. Él se fijó una vez más en el tatuaje de ella que conocía en profundidad. Arrancaba desde su pecho izquierdo, rodeando con una suave línea el pezón que aún seguía erecto y orgulloso, aunque fuese pequeño. Subía ligeramente y bajaba entre los senos descubriendo serpenteantes giros por su estómago hasta desparecer por sus ingles, aunque sabía perfectamente que continuaba por la nalga derecha y dando extraños giros iba a terminar en una compleja espiral en el centro de su espalda.

El tatuaje era un conjunto de variopintas marcas, líneas, figuras que difícilmente podrían catalogarse de geométricas pese a la sincronía que manifestaban, otras que se asimilaban a ornamentos florales, elementos clásicos, tal vez basados en arte griego, y todo ello rematado con diminutas cabezas de animales fantásticos…

Hace tiempo le preguntó qué era todo aquel loco amasijo de figuras aparentemente colocadas sin sentido y que habían ido cogiendo forma en su piel… “mi vida” contestó ella… No insistió, pero le fascinaba pasar sus dedos por los contornos de aquel tatuaje. A él le excitaba recorrer una y otra vez la piel marcada con aquellos dibujos, símbolos y líneas que no comprendía… no era la sensación de acariciar su cuerpo, si no de acariciar “su vida” lo que le producía aquel extraño estado de euforia y excitación… a ella le gustaba sentir los dedos acariciar su piel, como si remarcara más aún esos dibujos… el placer que sentía cuando los dedos acariciaban de forma casi etérea su piel, o cuando apretaban como si quisiese que la tinta entrase más dentro aún… le satisfacía que él recorriera, sin preguntar, “su vida”

“Mañana iré al tatuador”
“Entonces… ¿hemos terminado???”
“Sí. Mi vida debe seguir, no quiero que se detenga”

13 comentarios:

la danza de la vida dijo...

Hay veces que es mejor no decir nada, porque cualquier comentario enturbiaría la belleza de la obra de arte.
Besos

Faro de Lisboa dijo...

"Mi vida"... quiero estar contigo...

Besosss

Anónimo dijo...

Así como lo describís son los tatuajes que tengo en el alma.

Eso sí, ¡la foto me dio mucha impresión!

Besos con tinta

Anónimo dijo...

Hoy he movido ficha en mi vida y en mi corazón... mua

Pufff!!!

Besos con todo mi corazón...

Espérame eh!!!

PIZARR dijo...

!Que buenísimo Buho!

Me ha impactado, lo mismo que la foto...

Pero sobre todo, la naturalidad de ese final... como si todo estuviese escrito de antemano y nada ni nadie pudiera modificar ese recorrido vital.

Como ves ya de vuelta... UNA LÁSTIMA que todo lo bueno dure tan poco... o quizás una suerte, porque de esa manera lo apreciamos tanto.

Un abrazo de vuelta

Palante dijo...

Nunca estuve tan segura de algo... Tú!!!

Gracias y un pelín más de paciencia por favor...

Besos con todo mi ser.

El búho rojo dijo...

Señorita anónima:

Le agradezco enormemente sus halagos hacia mi persona que me llenan de gran satisfacción, lo reconozco. No obstante, sigo pensando que se trata de un error del que no quisiera ser cómplice involuntario.

No puedo asegurale que ni a mi pareja, ni a mi larga lista de amantes, les guste estos comentarios en público y por otro lado, tampoco quisiera tener que censurar los accesos a las opiniones y comentarios sobre mis escritos que siempre son bien recibidos.

No dude en que sus cariñosos elogios son recibidos con alegría, pero le agradecería que, ya que dispone de mi dirección de correo (está en el perfil) me los dirigiese ahí y así podremos aclarar este, que entiendo, malentendido de forma mucho más personal.

Gracias

Anónimo dijo...

Perdón, perdón mil perdones.

El búho rojo dijo...

Señorita anónima

Perdonada, por supuesto, queda. No hay nada que sea irreperable, y está invitada a continuar, si es su deseo, leyendo y comentando

Mi más sincero agradecimiento por su compresión

Desde mi rincón... dijo...

Saber que servimos para recomponer el puzzle de la vida.
Y que no importa que falte una pieza, al final encontraremos la manera de rellenar ese hueco.


Desde mi rincón...

arda dijo...

¿cómo supo él que se había terminado? Bien podría haberse hecho un nuevo paso en la vida de su tatuaje referido sobre él, no sin él...

Desde mi rincón... dijo...

Hay personas que pasan por nuestras vidas, sin dejar rastro alguno. Ella sintió que él era importante en su vida. Y quería que quedase tatuado en su piel, en su alma.


Desde mi rincón...

EG dijo...

me en-can-tó!!!