miércoles, 24 de junio de 2009

Esquinas

Ser transparente, no significa ser invisible.

Siempre era en la misma esquina donde desde hacía ya varios meses, Michelle hacía surgir música de su violín. Ni este era un Stradivarius, ni Michelle era gran músico, pero ambos, en esa mediocridad que nos otorga usualmente la vida, se complementaban muy bien. Todos sabemos que en la vida hay gente que tiene suerte y otra que no... Michelle es, sin duda alguna, de este último grupo y pese a esa vida bohemia que algunas veces deseamos, las necesidades de tener que subsistir en una gran ciudad, siempre le conferían un problema de dinero que intentaba paliar con su repetitiva musiquilla...

Solía tocar sin mucho talento pero con gran empeño y entusiasmo... durante horas y sin aparente cansancio, rasgaba una y otra vez las cuerdas del violín que regalaba a quienes la escuchaban conocidas o improvisadas piezas... pero ella tocaba ajena a su público... ajena a la calle donde estaba... ajena a la ciudad donde habitaba... ella tocaba ajena a todo y a todos... ajena incluso a su propia existencia pues en aquellos momentos, sólo su música le confería la sensación de vida que necesitaba...

Pero aunque la sociedad fuese ajena a ella, ella no era ajena a la sociedad... y alguien se brindó a ayudarle... cada vez más personas se interesaban por ella y poco a poco consiguieron recluirla en un centro asistencial donde camina de forma lánguida por un limitado jardín...

Hoy, Silvano ha ocupado la misma esquina que usó Michelle... él carga con su guitarra que rasga con más brío que arte... sí... parece que Silvano tampoco ha tenido mucha suerte... quién sabe si dentro de un tiempo la sociedad también se preocupe por él... quien sabe...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El hombre y la sociedad. Los cuerdos queriendo bajar de la colina a los locos... Este tema siempre da tela qué cortar.

Unknown dijo...

Todos tenemos nuestros músicos callejeros... a lo que a fuerza de verlos una y otra vez.. les tomas cariño...

.. por que en parte.. sientes cada día su deterioro..y notas.. que es tambien en cierto sentido el propio y el de esta sociedad que permite tantas desigualdades.....

..y oportunidades a zafios...y groseros.. vease nuestra TV... y tan pocas a gente sensible pero fragil.

BEsos amigo BUHO

Ericarol dijo...

todas las personas que hacen música, tienen todo mi respeto... aunque el público sea solo un puñado de personas...

Besos!!

PIZARR dijo...

Es curioso, en mi entorno diario, me muevo entre media docena de personas como las que citas.

A base de vernos, hemos acabado estableciendo lazos. Se de sus familias y de sus miserias. Intento ayudarles en lo que puedo. Y curiosamente hay una mujer Rumana a la que veo a diario desde hace unos 4 años y que casi ha aprendido el español hablando conmigo, de la que se mucho más que de muchos compañeros de trabajo.

Cuando algún día falta alguno en su esquina habitual me preocupa pensar que no vuelva por allí, porque no se si le ha ocurrido algo.

Serán invisibles para muchos, pero estas personas en concreto, no lo son para mi. Es tremendo lo que sus vidas ocultan.

Un beso Buho

Juan Luis Carreras M. dijo...

Creo que la sociedad de alguna manera, por tarde que llegue, nos entrega la justa recompensa por tanto tiempo sin dejar de tocar nustras mejores melodías.

Un abrazo.

la danza de la vida dijo...

en el mar de la vida se nos quita, se nos da..tantas cosas....