viernes, 26 de marzo de 2010

Noche

…Y de nuevo la necesidad de escribir cartas a nadie... o tal vez a todo... siempre que hay algo que decir, me gusta decírselo a alguien...

la tarde ha seguido siendo triste, otoñal tal vez... no es de primavera aunque esté recién estrenada... dos velas con aroma de vainilla lucen tímidamente en un rincón y la música de Miten y Deva intenta poner una cierta calma a la estancia... me gustaría sentir el viento pero en el fondo, deseo que la tormenta estalle igual que lo hizo ayer, con fuerza, con furia, con toda la energía de la que yo no soy capaz... el baile de las nubes al son del viento me distrae y el olor de la lluvia se filtra por todos los lados... sigue lloviendo de forma leve y suave… Las nubes se entremezclan en el degradé de perla y plomo bajo un cielo oscuro, casi negro…

Tomo el té caliente impregnado de limón y algo de azúcar... su sabor amargo y fuerte me recorre el paladar y me hace sonreír... sigo mirando por la ventana mientras deseo escuchar de nuevo el crepitar del agua que se debería hacer más y más intenso... la luz de la calle ya ha desaparecido, la noche se ha asentado… me gustaría que hubiese una intensa cortina de agua que separe los faroles que intentarían sin mucho éxito volver a colocar el día donde la oscuridad es reina absoluta... Nadie por las calles desiertas... algún vehículo que sin prisa asoma por las calles… llueve despacio, es casi imperceptible… me lleno del tenue aroma de la noche y sonrío…

Quisiera describir esa sensación de paz que ahora me llena... quisiera compartir, con ella esa calma que me inunda... quisiera volver al pasado para soñar el futuro, pero quiero disfrutar también del presente, por que aunque apenas esté lloviendo, la tormenta ha comenzado a rezumar magia nuevamente... Caen inexistentes e invisibles muros infranqueables y ahora el horizonte está a la vista... es posible que nunca lo alcance, pero podré intentar llegar a él... pero no ahora... ahora quiero seguir disfrutando de la mágica noche, aliada y amiga… noche de vela y recuerdos... y es que algunas veces, la belleza es tan evidente que cuesta verla... otro sorbo de té, paro la música... el silencio se ahoga en un inexistente eco de un trueno que nunca fue, en la lluvia casi inexistente…


2 comentarios:

"El rayo que no cesa" dijo...

Hoy llueve como tiene que llover.
Sin ningún apetito de victoria
que se parezca a aquel
con el que tú diluvias cuando te echo de menos.("Las letras pequeñas")

¡Besos!

Ericarol dijo...

veo que tu blog sigue teniendo tinte nostalgia....