viernes, 10 de diciembre de 2010

Viajeros

El pensamiento nos distingue de los animales. El comportamiento, en algunos casos, también.

Ya hace casi 30 años que la sonda espacial “Pioneer” comenzó su periplo dispuesto, primeramente a facilitar información sobre planetas más o menos cercanos, y posteriormente a adentrarse en lo misterioso del cosmos para dar una señal de que en esta parte del universo, hay vida (supuestamente inteligente).

Durante los primeros días, meses, años… la información era inspeccionada con entusiasmo, en busca de información tan deseosa cómo escasa en aquellos momentos. Todo era meticulosamente analizado, medido, estudiado, registrado… Pero el tiempo ha ido pasando y nuevas sondas más potentes se han lanzado con el mismo objetivo.

La nueva información enviada por las nuevas sondas, es más amplia y valiosa; los ingenieros de aquella primera misión ya fueron retirando y poco a poco y todo el interés que despertó la “Pioneer”. Al tiempo, el espacio exterior se fue haciendo más vacío y la información cada vez era menos preciosa, menos necesaria, menos interesante…

Un día, esa información, ese control, simplemente se cerró y ya nadie se preocupó de aquello

Pero la “Pioneer” siguió su curso y un día encontró lo que buscaba: vida. Una vida medianamente inteligente que tardó en descifrar el significado de la placa que marcaba quienes éramos, quienes somos…

Nadie sabe con exactitud cuánto tiempo pasó desde que la sonda salió de nuestro planeta hasta que alguien se decidió a venir a vernos, pero sucedió.

Con meticulosa precisión exploraron el cosmos, analizaron nuestro planeta y descubrieron las zonas más pobladas para saber dónde debían llegar.

Al fin llegó el momento en que su nave, siguiendo precisas coordinadas, tomó tierra justo donde sus detectores habían anunciado la mayor concentración de vida… apenas unos minutos y la nave sintió que todo se movía… no comprendían que podía suceder ya que no habían reparado en eso…

Rápidamente intentaron comprobar que pasaba; revisaron cálculos, y efectivamente, estaban en la zona más poblada del planeta… pero intuían que algo no iba bien. Intentaron comprobar con sus recursos que no se habían equivocado y descifraron los letreros que desde sus ventanillas se podían ver: “Vertedero central. Cinta de transporte a la incineradora”. Su nave de apenas unos centímetros de envergadura no aguantó tan altas temperaturas…

Vaya forma de promocionar el turismo, ¿no???

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me tengo que reír..

pero no..

es que me has fastidiado el final..

así de claro..!!!!

para no ser políticamente correcta
y arrojarte la verdad a la cara, ja, ja, ja.

que pena.. con lo que me gustaría conocer a algún extraterrestre...

en fin otra vez será..

Un beso

Coronita de reina dijo...

SIN NOTICIAS DE GURB
Es lo mas hilarante que me ha llegado de allí, de la mano de uno de aquí.
Hoy estoy por la risa, y el maldito Karma.
Bss

Unknown dijo...

Una novela de Eduardo Mendoza.

la buscare..

gracias Coronita... de Reina..

Besos para ti que a Buho ya se los deje..y pasa poco por estas tierras no alienígenas..

Unknown dijo...

Buho!!!!

con tu permiso !!!!

vengo a saludar... a Coronita de la Reina..

y a decirle que le agradezco mucho la música que me ha regalado..

además es que coincido con ella/él pues Pasión Vega canta de película... apasionada y sincera... en sus cánticos... y su estilo..

me gusta..

por cierto lei el libro de "la evolución de Calpurnia Tate.."

y me sentí muy identificada.. una niña naturalista, como yo misma..

niña

y naturalista, ja, ja, ja

sobre todo por lo de niña..

Besos para Corinita y para Buho..

arda dijo...

los viajeross aben que para concoer un lugar tienen que estarse allí cierto tiempo y conocer a las personas que viven allí, aunuqe la entrada sea literalmente basura, no?

El búho rojo dijo...

Señoras... mi casa es su casa, pónganse cómodas por favor

Gracias