sábado, 23 de octubre de 2010

Prisiones

La educación de los hijos acaba, cuando estos comienzan a educar a sus padres.

Es fácil describir una prisión y es fácil igualmente, el entender el por qué están allí los internos. Pero esta prisión era distinta, y no estaban allí si no por el hecho de haber sido abandonados. Perros grandes y pequeños, de razas algunos y de mezclas variopintas la mayoría. Muchos perros mayores, cansados y pesados cuyo destino parece muy claro enfrentado al de los perros jóvenes, inquietos y juguetones.

Pero todos tienen en común algo, y es su mirada… tal vez por que los perros no entienden de envidias, de rencores, de odios… tal vez por que la mayoría de ellos daría la vida por sus dueños sin pedir nada a cambio, y profieren ladridos y gemidos suplicando de alguna manera una muestra de cariño

Cuando la cogimos, tiritaba. No sé si era de frío o de miedo, o tal vez ambas cosas… lanzada a vivir una vida incógnita donde las circunstancias pueden ser favorables o no. Nunca sabemos cómo el destino jugará sus cartas

Bienvenida a casa Lili

2 comentarios:

Vocabulario con orejas... dijo...

He leído una frase: "Que me entierren en el cementerio de los perros"

¡¡¡Ayyys!!!

A Lili le deseo un buen "destino" tan dulce como su mirada...

¡Besos variopintos!

Unknown dijo...

Ummm Buho.. yo quiero pegarla un achuchó a Lily...

he tenido muchos perros la de ahora de llama NIna, pero antes ha estado otros...Niebla... Perrón.

en fin..

me encantan..

eres suertudo...

cuídala mucho.

Un beso