viernes, 19 de noviembre de 2010

Duna

No deberías subir a un árbol del que no se puede bajar.

Qué curiosa que es la vida... es cómo un caminar sin sendero, sin camino, sin forma, sin señales ni indicaciones... tal vez algunos consideren que es una crueldad y otros piensen que es una maravilla... En cualquier caso, es cómo una enorme superficie variopinta con todo aquello que podemos encontrar aunque jamás demos con ello. No hay un punto de partida, pero las personas debemos definirlo... en este caso el tiempo... el día, al que se le adornan con signos de zodiaco de toda índole y profetizaciones diversas, encaminadas a intentar descubrir el futuro, siempre incierto y misterioso...

A nadie parece importar el donde... y es que la vida es un paisaje que no se puede ver con los ojos, si no con los sentimientos... somos lo que sentimos, y lo que nos rodea es eso mismo... cierto que para describir cosas es necesario expresarlas y la imagen se vuelve casi imprescindible. Hablar de colores, de formas, de tamaños, nos hace comprender de una forma más sencillo aquello que se desea transmitir. Pero la vida tiene puntos de inflexión extraños y se puede pasar de un vergel al desierto en un sólo paso, en un sólo instante... podemos pasar de tener todo a no tener nada y ni tan siquiera sabemos por qué...

En la vida hemos de caminar solos... cierto que nos encontraremos a otros... gente de mucha índole diversa que en ocasiones vendrá con nosotros, pero jamás podrán caminar por nosotros... la compañía será larga o breve, divertida o aburrida... siempre en función de lo que deseemos, de lo que desee quien nos acompañe... pero no es más que eso... compañía... y algunas veces, parece que es imprescindible

La vida suele darnos la posibilidad de caminar hacia atrás... cierto es que los errores sirven para aprender y que pedir perdón es cómo darse cuenta de que hay un camino sin salida... enmendar y rectificar es algo que cuesta mucho pero que es necesario e imprescindible... forma parte del crecimiento, forma parte del camino, forma parte del individuo...

En este figurado espacio de vida, no hay límites de ningún tipo... en la vida real hemos de respetar la propiedad privada, y la pública, y los espacios habilitados para unas cosas y para otras y al final, nos vamos constriñendo a lugares específicos pero siempre limitados. Pero la vida se siente y por lo tanto, el caminar no se hace con los pies... No, no hay límites y por lo tanto, no hay seguridad de donde empieza algo o donde acaba... y si alguna vez tenemos la sensación de estar perdidos en un desierto, podemos ser afortunados de encontrar un oasis...

No sé en qué punto de la vida me encuentro... no sé si estoy en el vértice que une la noche o el día, no sé si estoy pasando de puntillas entre el filo suave y quebradizo que separa la tierra del mar... la vida no tiene mapas y la dirección que hemos de tomar es sólo nuestra, por mucho que los demás se empeñen en decir por donde hemos de ir...

Ya he comentado por ahí, en más de una ocasión que es lo que pensarán de nosotros los aquí dejamos todo esto, dentro de unos cuantos siglos… ¿quién se acordará de nosotros entonces??? quedarán los textos o por el contrario será necesario hacer espacio y serán borrados tan fríamente cómo si fuese correo basura??? , pero sobre todo, me gustaría saber si aún se podrá pensar con libertad, por que no hay que engañarse, eso es lo único que aún se puede hacer libremente, ya que hoy la sociedad nos exige ser “políticamente correctos” aunque la doble moral es algo tan habitual que ya a nadie asombra

Hoy, no sé dónde estoy en ese extraño devenir que tras algo más de medio siglo, me ha traído hasta aquí… pero hoy, otra vez, me siento cómodo, tranquilo, a gusto, relativamente feliz y no tengo ganas de grandes cambios… he llegado a ese punto de descanso donde el agua es limpia, la fruta es fresca y el clima es suave y la compañía interesante... No puedo evitar esa comparación de situaciones que tanto me gusta exponer a título de ejemplo, pero ¿cómo poder definir que ahora, me gusta sentirme así sin importarme nada donde es en realidad??? y es que sigo estando en mi vida y hoy, me encanta disfrutarla así…

Por qué dunas??? Por que en ellas, siempre monótonas, puedes encontrar la belleza, un oasis para disfrutar y todo un mundo para descubrir posteriormente…



4 comentarios:

arda dijo...

uauuu, acabo de dar un buen trecho del camino contigo, mientras leía tu entrada y volaba por los pensamientos y emociones que explicas. gracias.

Anónimo dijo...

Qué gran análisis has hecho. Mucha sabiduría veo en este post.

Unknown dijo...

Hola Buho...

volviste...me alegro..mucho..

por otro lado el que estés en una meseta...o duna como tu dices.. está muy bien disfrútala..

es una situación en la que se está cómodo..

y esa comodidad yo me planteo como trasladarla a la situación en que no estemos en meseta o duna..

y sean cambios y vaivenes..... los que nos soplen..

y en ese mismo cambio y vaiven, ser como el bambú y dejarte llevar y no dejar de ser feliz..... ni bondadoso..

esa es la cuestión al menos para mi


Un beso querido amigo.. y gracias por tu comentario en mi blog

PIZARR dijo...

Tu lo has dicho Buho, somos lo que sentimos, eso es lo que importa, el donde, cuando, como... da igual si somos capaces de sentir y de vibrar con cada nimio y cotidiano detalle encontrado en ese caminar llamado vida.

Me alegra visitarte, aunque lo haga menos de lo que me gustaría

Me ha encantado ese recorrido vital

Un abrazo