martes, 10 de agosto de 2010

Caravelle

Si todos tenemos razón, es por que hay mucha o es poco valiosa

Reconozco que no soy excesivamente cuidadoso a la hora de ponerme al volante y doy por sentadas demasiadas cosas. No tardo mucho tiempo en tomar la autovía y es casi un acto tan reflejo que apenas me fijo en otra cosa que no sea ponerme el cinturón de seguridad

Sin embargo, una vez llegada a la autovía, es cuando miré por los espejos y fue ahí cuando en el retrovisor exterior izquierdo, vi la imagen de la “Caravelle” negra que llenaba todo el campo de visión. Por la imagen, parecía que estuviese a no más de 30 cms de mí y reconozco que me asusté al verla ahí.

Intenté separarme un poco echándome lo que el ancho del carril me lo permitía, hacia la derecha, e incluso reduje un poco la marcha para me adelantase cómodamente, pero la “Caravelle” seguía ahí, manteniendo mi mismo ritmo y distancia…

Es una situación que no me gusta mantener, ya que me gusta viajar cómodo y tranquilo, relajado y comenzaba a ponerme tenso y hasta algo asustado por que podría desencadenar un accidente si se mantenía tan cerca de mí.

Reduje y apreté el acelerador, el turbo empezó a funcionar y rápidamente me situé rondando los 160 Kms/h y al mirar, ahí seguía la furgoneta negra, cómo si se tratase de una parte fija de mi propio vehículo. Me asusté mucho, lo reconozco… me vino por unos segundos la imagen de la película “El diablo sobre ruedas” (Duel en inglés, uno de los primeros trabajos de Spielberg, que de paso recomiendo), así volví a acelerar hasta sobrepasar los 190 y la “Caravelle” no cedía un centímetro… Era casi imposible que pudiese llevar mi ritmo, pero cada vez que miraba al espejo, ahí estaba…

Un desvío a una zona de servicio, yo iba demasiado deprisa, la salida era de un carril, así que en apenas unos segundos, reduje de sexta a tercera, pisé el freno, un fuerte volantazo a la derecha y enfilé la salida con un riesgo extremo. El coche derrapó y un rápido movimiento de volante consiguió enderezarlo. De nuevo un pisotón al acelerador y el chirriar de las ruedas evitó la salida total, aunque a los pocos metros, otra vez a tocar el freno, controlar la dirección y salir de allí para poder controlar el vehículo… no más de cien metros y llegué a la explanada llena de gravilla que saltaba en todas direcciones bajo el paso de las ruedas aún aceleradas.

Un frenazo hasta dejar el coche en mitad de la explanada, el corazón que se había desbocado y las piernas que no dejaban de temblarme… El coche se caló y poco a poco fui recobrando la realidad mientras veía a la gente que salía del bar con caras de asombro… Miré de nuevo y ahí seguía la “Caravelle”… miré por el cristal, y no había nada, no había nadie… me bajé del coche y seguía su imagen en el espejo… una simple pegatina que alguien había adherido al cristal…

5 comentarios:

La Guardiana Del Oráculo dijo...

así son los miedos, no? nos hacen correr para huir de ellos y cuando te das la vuelta y los miras de frente, desaparecen....
Un abrazo

Manuela Fernández dijo...

Me encanta, genial, genial, genial. Por la metáfora conseguida, por el suspense en todo el texto, por lo impredecible del final. Genial, genial, genial.

Coronita de reina dijo...

Sabes que el alcohol es el mejor tónico para fortalecer a los fantasmas????? lo he vuelto a sufrir en mis "carnes del alma"..
Así que: "si bebes no conduzcas".
Buho, siempre es un placer descubrir el desenlace de tus escritos.

El búho rojo dijo...

Alas... tienes razón, pues los miedos sólo existen cuando intentamos huir de ellos. Mejórate pronto.

Manly, me alegro de verdad que te gustase...

Reina... noche de fantasmas... sabemos mucho de eso y no necesitamos ningún tónico para despertarlos... Tal vez existen por que creemos en ellos... o tal vez creemos en ellos por que existen...

Espero que el alba traiga duendes distintos... al fin y al cabo todo puede ser mágico

"La Marquise" dijo...

Mantienes la intriga hasta el final...

Viendo Pequeña Miss Sunshine, lo que da de sí la "caravelle" aunque no tenía cortinillas de colores... Pero es auténtica igualmente.

¡¡¡Besos sin miedo!!!