
Me siento cansado de este eterno otoño... Añoro la lluvia, las tormentas que refrescan el rostro, el frío que corta la piel, el abrigo que pesa con el agua y la sensación de alivio al recibir una ducha tibia... añoro el agua que limpie las calles y el cielo, que de forma a las nubes para que el sol juegue al escondite con ellas y la luna pueda mirarse por encima de ellas como si fuese un espejo... añoro la lluvia que, como ese amor que marchó, no termina de llegar...
3 comentarios:
También añoro la lluvía, esa limpieza, ese arrastrar la contaminación del ambiente, del alma, para sentirse de nuevo limpio...añoro ver llover a través de un cristal, sentir la música de sus gotas de agua al caer sobre un techo, un toldo...añoro caminar por las calles tranquilamente cuando el resto del mundo corre a refugiarse....añora esa vida llamada lluvía....
Por aqui tampoco cae ni una gota;es más,estos días pasados tenían el ambiente y la luminosidad de un abril cualquiera.
Pero tiene que llover,aunque no sea a cántaros.;-)Es una necesidad interior y exterior.
Un beso Pablo.Feliz domingo.
Ay yo también, para que termine ente otoño-primavera, para sentir frío... Frío de verdad, que por las mañanas te pida el cuerpo los guantes y la bufanda...
Besos
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