jueves, 31 de enero de 2008

Utilidades


Para qué sirve la Luna cuando no es de noche???

Para qué sirve el color cuando no puedes verlo???

Para qué suena la música cuando no la escucho???

Para que tienen fragancia las flores, si no llego a olerlas???

Para qué se dan los besos si yo no los recibo???

Para qué sirve un abrazo que nunca me llega???

Para qué sonríes si yo no estoy???

Es posible, que para que otros también disfruten de todo ello.

martes, 29 de enero de 2008

Coño!

He aquí una de las expresiones más usadas habitualmente, y que más difícilmente encontraremos escritas. ¿Acaso pensamos que por no escribirlo somos más educados???

NOTA: En este post, no se usan medios audiovisuales, por razones obvias.

lunes, 28 de enero de 2008

Entendimiento


Internet, es un invento genial para conocer personas y para, por qué negarlo, dejar volar la imaginación...

Coincidimos en el chat, hace ya un par de años y lo que al principio, fue un conjunto de conversaciones superfluas, poco a poco fue haciéndose más profundo, más sincero, y no lo niego, más tentador...

las palabras rezumaban deseo y las frases olian a lujuria...

Un día, me atreví y le pregunté si deseaba salir de esa irrealidad virtual para mirarnos directamente a los ojos...

Aun recuerdo su respuesta: "supercalifragilisticoespialidoso"

¿quién entiende a las mujeres???

domingo, 27 de enero de 2008

Cansancio



Me encuentro cansado. Sé que es algo que le ocurre a todo el mundo, pero aún así, eso no es eximente para que yo, me encuentre cansado

Cansado de las largas horas de trabajo que se acumulan en el día, a la que suele añadirse alguna más en incómodos desplazamientos en transporte público o en horas perdidas en caravanas y búsqueda de un lugar donde poder dejar el coche…

Cansado de enfermedades, propias o ajenas, del cuerpo o del alama que condicionan constantemente el tiempo, donde las obligaciones se solapan unas con otras, donde la responsabilidad tomada, que no obligada, incide en la vida de otras personas, muy cercanas, y que casi sin darse cuenta, sin darnos cuentas, se han convertido en dependencias…

Cansado de la realidad que obliga, aunque no lo deseo, a una eterna ceremonia de vesitmenta, de consumo, de dedicación al trabajo, de ceder a todo cuanto la sociedad me exige para, se supone, que los míos y yo mismo, seamos más felices…

Cansado de la sociedad que con sus normas, leyes y obligaciones de ciudadanía, parece que siempre se salta o deja en blanco, esos aspectos donde más me atañe, y que se esmera en ayudar a una inmensa mayoría donde, por muchas diversas y extrañas razones, parece que nunca me encuentro…

Cansado de perseguir el pasado, de historias extintas que quedaron a medias y que cuando se fueron, cerraron con llave y me causaron tal vacio que algunas veces el dolor es insoportable, sin remedio, sin esperanza, pero sólo mirando al futuro, incierto y dudoso, encuentro un cierto alivio pensando siempre que tal vez mañana…

Hoy no escribiré nada, por que estoy cansado… pero siempre que me es posible, cuando la noche convierte el día en oscuridad, cuando los cuerpos buscan el refugio de la sábana, cuando la mente se alimenta de televisión… me gusta colocarme frente a este monstruo lleno de letras incompresibles y tratar de compartir esas otras vidas ajenas, acompañado de esa música que moldea muchas veces mi ánimo, de una pequeña vela que sirve como zigzagueante sombra de los dedos que se deslizan por el teclado, y de una pequeña barrita de olor que endulza, como si fuese un postre, otro día, para que el cuerpo recupere, en el reposo, su energía, y la mente, en la noche, su cordura… o para que continúe con la locura que la hace moverse

sábado, 26 de enero de 2008

Ancianidad


Le gustaba que le llamasen D. Anselmo… siempre le había gustado. D. Anselmo ya había cumplido más años de los que la mayoría le gustaría cumplir y vivía sólo en su pequeño piso en el barrio de toda la vida.

Todos los días, hiciese sol o lluvia, salía a dar un paseo cerca del medio día, intentado mantener lo que otrora fue un cuerpo atlético y musculoso, aún en movimiento. Cada día, apoyado en su andador, recorría las cuatro aceras que bordeaban su manzana, deteniéndose en cada escaparte, en cada puerta, en cada banco, en cada apoyo donde encontraba unos ojos que le miraban, aunque difícilmente encontrase unos oídos que le escuchasen y más difícilmente, unos labios que le sonriesen.

Todos los días, excepto los fines de semana y festivos, acudía a visitarle Remedios, trabajadora social que se encargaba de llevarle la comida, adecentar su casa y su persona y que D. Anselmo aprovechaba para robarle unos minutos de compañía y unas migajas de cariño.

Él, D. Anselmo, que siempre vistió el orgullo antes que la camiseta, había parado su reloj hace ya muchos años y no lograba entender como el mundo se movía distinto.

D. Anselmo, en sus cortos pero lentos paseos, siempre preguntaba a todos los comerciantes del barrio, como iban las cosas, si las ventas eran buenas o malas, y daba su obsoleta opinión de cómo deberían hacerse las cosas. Recriminaba ciertas actitudes de los jóvenes y muy asiduamente, hablaba a solas, sus largas retahílas de la vida que le acompañó antaño… D. Anselmo, apenas encontraba respuesta a sus prerrogativas.

Él, D. Anselmo, no llegaba a entender que es lo que pasaba en el mundo, en su ciudad, en su barrio…

D. Anselmo, fue en tiempos pretéritos, el violador y asesino de varias niñas de su barrio, y regresó al él tras su salida de la cárcel.

Agua


Me siento cansado de este eterno otoño... Añoro la lluvia, las tormentas que refrescan el rostro, el frío que corta la piel, el abrigo que pesa con el agua y la sensación de alivio al recibir una ducha tibia... añoro el agua que limpie las calles y el cielo, que de forma a las nubes para que el sol juegue al escondite con ellas y la luna pueda mirarse por encima de ellas como si fuese un espejo... añoro la lluvia que, como ese amor que marchó, no termina de llegar...

miércoles, 23 de enero de 2008

Dormir


Duermo… su mirada acaricia mi piel… su sonrisa abriga mi sueño… sus labios apenas rozan los míos para regalarme un beso inesperado, incomprensible, necesario… Duermo… ella está conmigo… Duermo y no quisiera despertar, pero si no lo hago, jamás disfrutaré esas sensaciones…