No confíes en recibir lo que no estás dispuesto a dar.
Y finalmente, llegó el invierno. Pese a ser su época, pese a ser conscientes de su llegada, igualmente deseada por unos y temida por otros, creo que llegó como de improviso, como si nadie lo esperase… Llegó el invierno trayendo el frío, la lluvia, el viento y la nieve… Llegó el invierno y con él, los días se vuelven perezosos y se acortan mientras que la noche se estira más allá de lo que nos gustaría… Siempre ha sido así… siempre.
Para muchos, es la época de poder practicar deportes donde la nieve y el frío son compañeros necesarios y cómplices obligados... para otros, la nieve y el frío son crueles enemigos que han de sortear con paciencia y cuidado en carreteras y caminos... Para otros, simplemente es la época en que casi se hiberna y se procura salir lo menos posible, bien abastecida la despensa y la leñera, bien alimentado el fuego de la estufa o del hogar, bien abrigado el cuerpo, por fuera con prendas de abrigo, por dentro con sustanciosos guisos y buen vino cuando sea posible...
Cada cual pasa el invierno como cree mejore, y por ello, para algunos, ese clima frío y desapacible (no inhóspito ni ventiscoso), se torna en algo familiar mientras paseo por los bosques de mi pueblo, huyendo de todos... o de todo... o tal vez solamente de mí mismo. Allí la lluvia chorrea entre el escaso follaje que aún perdura y donde la luz del sol se difumina entre oscuras nubes preñadas de lluvia que el frío de la noche se encargará de convertir en nieve… esa extraña sensación de soledad confiere un grato placer de plenitud donde el ostracismo se torna en una libertad difícilmente sentida en otros ambientes… una extraña sensación que sólo puede perpetuarse en ese entorno y ese momento…
Pero el tiempo no se detiene… y llegará la primavera cambiando una magia por otra, pero mientras, estamos en este presente que nos ha tocado vivir, y es que aunque parezca una paradoja, estamos prisioneros del tiempo… A veces pretendemos escapar de la realidad que nos ha tocado vivir y algunas veces estudiamos el pasado intentando comprender el camino que se ha recorrido hasta llegar a hoy, e incluso en ocasiones desearíamos haber formado parte de algo importante... el Renacimiento, los grandes descubrimientos, el Romanticismo del XIX... ser partícipes de grandes acontecimientos del pasado… pero en el fondo sabemos que eso es imposible, por que somos rehenes de nuestro propio tiempo, del ahora que vivimos, de este instante… no podemos abandonar nuestra prisión… podemos desplazarnos entre sus muros, sí… podemos recorrer nuestro planeta o incluso escaparnos de él, pero siempre estaremos en el ahora… no sólo somos lo que somos, y estamos donde estamos, si no que también estamos cuando estamos... simplemente.
A veces es triste pensar que a pesar de ser coetáneas, dos personas no han de participar en el mismo tiempo (la una en el "tiempo" de la otra). Así, aquellos amigos de la infancia que fueron íntimos en su día, aquellos amores de adolescencia que nos hacían pensar que el mundo se acabaría sin ellos, aquellos compañeros de trabajo que nos ayudaron o nos pusieron trabas … muchos de ellos, simplemente han desaparecido de nuestra vida, ya no están en nuestro tiempo presente, han dejado de existir en nuestro "ahora", y nuestra vida se complementa con otras personas que si lo están… pareja, amigos, compañeros, etc… son ellos quienes ocupan nuestro presente, nuestros esfuerzos, nuestras preocupaciones, nuestros sueños, incluso muchos de nuestros recuerdos, y sólo de vez en cuando emergen del semiolvido otras personas que estuvieron y de una forma u otra se fueron... y pese a que muchas veces desearíamos cambiar nuestra vida, seguimos subyugados a la tiranía del tiempo en que vivimos…
Tampoco podemos garantizar que el transcurrir del tiempo no nos aporte más, ya sean personas, lugares o situaciones… durante todo nuestro tiempo no dejamos de percibir sensaciones y creo que la mayoría de ellas están relacionadas con las personas que forman parte de nuestro presente… aquellas que quedaron atrás, que quedaron en la historia, apenas nos duelen ya, y aquellas que han de venir, que han de formar parte de nuestra historia futura, aún no las conocemos… somos lo que somos por que estamos aquí, pero sobre todo por que estamos ahora…
Nuestra vida es tan breve, que es sólo este momento... pero dura toda una vida
viernes, 22 de enero de 2016
lunes, 23 de febrero de 2015
Dolor
El tiempo nos da las piezas con las que construimos nuestra vida. No siempre son las que queremos o incluso las que necesitamos, pero ahí están…
El tiempo siempre nos da y nos quita… la vida es así de sencilla, llena de emociones y sentimientos… alegres unos, crueles otros… la vida no sólo es eso que vemos en los noticiarios, donde eso que llamamos vida parece que carece de algún valor de tan acostumbrados que estamos a la barbarie. En nombre de causas creadas por y para los hombres, otros han de morir… guerras, hambrunas, terrorismo, violencia… y sigo siendo incapaz de encontrar sentido a todo eso…
Pero no siempre es así… otras veces, las circunstancias escapan al control de las personas y ocurren los accidentes con un similar resultado… dolor, siempre dolor… Pero ese dolor que se siente cuando alguien ajeno muere en la circunstancia que sea, se multiplica cuando ese alguien es alguien que está cerca de nosotros, alguien a quien estamos unidos… una madre, una pareja, un hijo, un nieto… un dolor que se repite día tras día al existir un hueco que nadie podrá llenar jamás…
Esto es la vida… así de sencilla… Tenemos momentos mágicos, maravillosos… momentos donde el amor, la felicidad, las risas, el desear que el tiempo se detenga, están presentes en nuestros recuerdos y en nuestros sueños… Tenemos momentos donde el dolor nos arranca el alma lentamente y sin piedad y los recuerdos nos abruman una y otra vez… Tenemos momentos mediocres, repetitivos, monótonos, sencillos… que se olvidan pronto por carecer de contenido pleno… Todo eso es la vida
Hoy, cientos de mensajes, libros, profesionales de la psique o un simple amigo, son consultados, leídos, analizados y todo buscando un remedio para que el dolor sea menos intenso… No se nos ocurre hacer eso cuando estamos radiantes y felices, pues toda nuestra dedicación se centra en ese punto que no queremos abandonar… Hoy, todos, o tal vez sólo la mayoría, tratamos de huir de la desesperación, de la guerra, del hambre, de la tristeza, del dolor… No me sirven los consuelos fríos y distantes, no me sirven palabras sin respaldo, ni me sirven los buenos consejos… sé que el dolor remite tarde o temprano… sé que siempre quedará una cicatriz que lo recordará… sé que tal vez un día el tiempo me dé una pieza más agradable, más deseada para construir mi vida… y sé, porque lo sé, que esta vida es mía y que es la que es, sin que pueda huir de ella, sin que pueda escapar… y el dolor, sigue formando parte de ella… al igual que también, aunque tal vez con mucha menos frecuencia, lo es la felicidad.
Tanto tiempo… tantas cosas… y sigo sin tener palabras
El tiempo siempre nos da y nos quita… la vida es así de sencilla, llena de emociones y sentimientos… alegres unos, crueles otros… la vida no sólo es eso que vemos en los noticiarios, donde eso que llamamos vida parece que carece de algún valor de tan acostumbrados que estamos a la barbarie. En nombre de causas creadas por y para los hombres, otros han de morir… guerras, hambrunas, terrorismo, violencia… y sigo siendo incapaz de encontrar sentido a todo eso…
Pero no siempre es así… otras veces, las circunstancias escapan al control de las personas y ocurren los accidentes con un similar resultado… dolor, siempre dolor… Pero ese dolor que se siente cuando alguien ajeno muere en la circunstancia que sea, se multiplica cuando ese alguien es alguien que está cerca de nosotros, alguien a quien estamos unidos… una madre, una pareja, un hijo, un nieto… un dolor que se repite día tras día al existir un hueco que nadie podrá llenar jamás…
Esto es la vida… así de sencilla… Tenemos momentos mágicos, maravillosos… momentos donde el amor, la felicidad, las risas, el desear que el tiempo se detenga, están presentes en nuestros recuerdos y en nuestros sueños… Tenemos momentos donde el dolor nos arranca el alma lentamente y sin piedad y los recuerdos nos abruman una y otra vez… Tenemos momentos mediocres, repetitivos, monótonos, sencillos… que se olvidan pronto por carecer de contenido pleno… Todo eso es la vida
Hoy, cientos de mensajes, libros, profesionales de la psique o un simple amigo, son consultados, leídos, analizados y todo buscando un remedio para que el dolor sea menos intenso… No se nos ocurre hacer eso cuando estamos radiantes y felices, pues toda nuestra dedicación se centra en ese punto que no queremos abandonar… Hoy, todos, o tal vez sólo la mayoría, tratamos de huir de la desesperación, de la guerra, del hambre, de la tristeza, del dolor… No me sirven los consuelos fríos y distantes, no me sirven palabras sin respaldo, ni me sirven los buenos consejos… sé que el dolor remite tarde o temprano… sé que siempre quedará una cicatriz que lo recordará… sé que tal vez un día el tiempo me dé una pieza más agradable, más deseada para construir mi vida… y sé, porque lo sé, que esta vida es mía y que es la que es, sin que pueda huir de ella, sin que pueda escapar… y el dolor, sigue formando parte de ella… al igual que también, aunque tal vez con mucha menos frecuencia, lo es la felicidad.
Tanto tiempo… tantas cosas… y sigo sin tener palabras
domingo, 12 de enero de 2014
Weekend
La mayoría de las veces, el valor depende del tamaño del arma que se porte
Al fin, Aurora volvía a
casa de trabajar… dos semanas ausente, como ya era habitual y apenas un largo
fin de semana para estar con la familia… No había otra opción y la vida les
había deparado ese destino… El ritual se
repetía siempre y los besos y los abrazos entre la familia, eran inevitables,
así como preguntas de todo tipo… qué ha pasado con esto??? Cómo terminó
aquello??? La extenuación de los primeros momentos del encuentro, iba dando
paso a todo esa tranquilidad de relajarse… al fin en casa, en la fortaleza, al
fin segura…
Aurora, se arregló para salir con Ricardo, su marido… siempre
salían a cenar fuera para escapar de la esclavitud de los hijos, y poder
comentar de forma más tranquila los pormenores… no había ya grandes sorpresas
entre ellos, pero era inevitable hablar de esos problemas de dinero que habían
obligado a Aurora a irse lejos de casa para poder seguir manteniendo a la
familia.
Al regreso a casa, los niños ya acostados, Aurora y Ricardo se
entregaron a una noche de amor donde los besos y las caricias se sucedían y
alternaban sin respiro, haciendo que el deseo creciese hasta los límites del
ansia… Al rato, Ricardo abrazó a Aurora
y esta se adhirió a él presa del deseo…
Aurora cerró los ojos y sintió que el cuerpo de su marido se convertía
en realidad en el de Antonio, el amor de su vida, tal vez imaginario, tal vez
real… ya no lo sabía, pero ella sentía que cada vez que sentía un abrazo, era
realmente Antonio quien la abrazaba, quien la susurraba al oído suavemente que
la amaba, que la deseaba, que no quería que el tiempo siguiese adelante… Aurora
disfrutaba entre fantasía y realidad… y al filo del orgasmo, su cuerpo adquirió la rigidez de querer perpetuar aún
más el momento… Abrió los ojos y miró a los ojos de quien tenía delante… ella
seguía viendo a Antonio y el amor y el deseo seguían entremezclándose con los
abrazos y los besos que se intercambiaban… pero en el fondo de aquellos
ojos se dio cuenta de que ella no era la
abrazada.
Cómo ha cambiado todo!!!
domingo, 25 de agosto de 2013
Cultura
Para qué sirve errar, si no para enmendar???
Hace poco escuché, no sin un cierto grado de perplejidad,
que una mujer conocida en el mundo de la fama rosa, se quejaba de que la subida
de impuestos (que no comparto) en el cine, teatro y demás, acabaría con la
cultura en España.
Intrigado por el qué tiene que ver la cultura con el mundo
del artisteo, miro la definición de cultura en el diccionario y me encuentro
con las siguientes definiciones:
1. f. Cultivo
3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de
desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
Así pues, me entra una terrible duda de el por qué los
actores y actrices de este país hablan de que ellos con “cultura”. Tal vez
tenga algo de cabida en la acepción 3ª, donde indica que el arte forma parte de
la cultura… Arte… arte quiere decir arte, y no cualquier cosa que haga una
persona.
La literatura es uno de los géneros artísticos y sin
embargo, no todo lo que se escribe ha de ser arte necesariamente, incluso lo
que escriben los grandes autores consagrados y en cuyas casas se aposentan
premios variopintos y fotos con grandes personalidades.
Banal por mi parte sería que sólo los “grandes” son artistas…
No, no señores… y es que aunque haya quien se dedique a decidir y confirmarnos
qué es arte y qué no lo es, en realidad, para mí, arte sigue siendo aquello que
me gusta, que me hace estremecer, que me entusiasma y que además, ha sido
creado por el hombre. Tan arte puede ser una pequeña novela como una gran
sinfonía, unos pasos de baile, como un enorme rascacielos, un conjunto de
colores como una piedra pulida y con forma… Sí, para mí, arte es aquello que me
conforta
La cultura, es algo mucho más complejo… No creo que la saga
de James Bond aporte nada a mi cultura si no el propio entretenimiento, ni
mucho menos que “Avatar” me haga plantearme mis ideas con respecto al mundo… Ni
que “La piel que habito” haya sido base para que mis planteamientos sociales,
políticos, religiosos, sexuales, laborales y demás, hayan sido ni siquiera,
acariciados
No, no señores… Sin restar el mérito que merecen actores y
actrices, no creo que haya que enmarcarlos dentro de una definición cultural más
allá de lo que supone el cine, el teatro y el entretenimiento que ello
conlleva. Cierto que hay historias que son o han podido ser reales, pero ellos
sólo fingen ser quienes no son en realidad… Arte??? Sí, tal vez eso sea arte…
cultura??? No… nunca me han enseñado nada.
jueves, 22 de agosto de 2013
Ver
Se ha terminado
No me persigue mi sombra… sólo vamos juntos
No me persigue mi sombra… sólo vamos juntos
Resulta sorprendente lo que podemos encontrarnos cuando nos
fijamos en algo… No, no es igual ver que mirar y de eso soy plenamente
consciente y tal vez, también caiga en la desidia de abandonar el control de mi
sentido de la vista para volverlo, tan sólo, en un acto reflejo que me sirva
para evitar bultos que al igual que yo, se mueven dispares en cualquier
sentido.
Hoy en día, la gran ciudad se ha convertido en una enorme pista
de competición para aquellos que, nuevamente, intentan arañar unos minutos de
libertad a su escaso tiempo para poder perderlo con gusto y ganas más adelante…
Hoy en día, la gran mayoría de nosotros salimos a la calle con la mente puesta
en el destino y dejamos a un lado el disfrutar del camino… hoy, nos cruzamos
con cientos, con miles de personas a las que ni tan siquiera vemos por que no
nos dignamos a mirarlas, y cuando esto ocurre, cuando dos miradas desconocidas
se cruzan, una de ellas enseguida abandona para intentar romper ese inexistente
lazo que pueda dar lugar a un pequeño atisbo de curiosidad
Luego, estamos deseosos de llegar a casa, conectarnos a las
redes sociales, comprobar que tenemos correos, mensajes o más y más seguidores
y nos agazapamos en el anonimato mientras dejamos que miles de mensajes de ánimo
nos hagan reflexionar sobre nuestra vida… “Sigue adelante, persigue tus sueños,
tú puedes…”
Y sin embargo, si somos incapaces de mirar a alguien a los
ojos, temerosos de que nos puedan culpar de algo, ¿cómo pretendemos conocer a
la gente??? “persigue tu sueños” me dicen… ¿acaso no soñamos con el amor??? Y sin embargo, somos incapaces de mirar a
alguien a los ojos…
Curiosa paradoja esta de la vida moderna… hoy, más que
nunca, estamos incitados (sí, incitados) a comunicarnos con mayor libertad y
oportunidad que nunca y curiosamente, hoy la gente se siente más sola, más
lejana, más triste… curiosamente, hoy somos incapaces de mirar a alguien a los
ojos, pensando que hacemos mal, que incumplimos las normas, que violamos sus
derechos… hoy, que somos incapaces de mirar a alguien a los ojos, ¿cómo vamos a
poder decir “te amo”?
No se puede volver a un lugar que jamás se abandonó
domingo, 5 de mayo de 2013
Noches
Sé que la observas… en las largas noches cargadas de silencio y al olor de una falsa asepsia, sé que vagas por los pasillos en busca de algo que, por tu actitud, aún no ha llegado… Sé que cuando el sueño me vence te acercas a ella y nos miras a ambos… y creo entender que aún sonríes y te marchas sin más… Sé que en tu macabro juego siempre vences, pues tarde o temprano a todos nos encuentras y nos llevas contigo…
Pero no entiendo el porqué de la espera… el porqué de tu inmenso placer prolongando la exigua existencia que se consume día tras día… robando el tiempo de los que suponemos aún no estamos en los primero lugares de tu lista… ¿por qué esa hipócrita y maliciosa sonrisa???
Sé que su dolor y mi dolor te complacen y que eres indiferente al temor o al valor con que muchos desean enfrentarse a ti… Total, siempre has de vencer… te colmas de paciencia infinita y te acercas, tal vez, sólo tal vez, para comprobar que el nombre que tienes en la lista, es el correcto, o si el momento es el justo donde puedes hacer más o menos daño... Me pregunto si te satisface, si esas angustiosas horas de incertidumbre, de lucha y esfuerzo humano para mantener unas horas más de vida, te llegan a conmover o si sólo es algo con lo que disfrutas mientras las horas que los vivos entregamos a prolongar la existencia ajena, es sólo un pequeño tributo, un anticipo del pago que todos hemos de darte,
Y así, día tras día, sé que nos visitas, que te acercas, nos miras… y te marchas, esperando, tal vez, sólo tal vez, que el momento finalmente nos pille por sorpresa y el dolor sea lo suficientemente intenso como para que, una vez que uses la guadaña, vuelvas a ser único protagonista de la historia… y es que tú eres quien, finalmente, decides cuando la historia de una persona ha llegado a su fin.
martes, 12 de marzo de 2013
Paquetes

No hace aún mucho tiempo, compré un tintero con tinta líquida… compré un plumín de acero y bola y una pluma de recio plástico “Made in China”. No sé por qué extraña sensación tenía una dulce debilidad por poder escribir con pluma, al igual que lo hice ya hace muchos años. Pensé que sabría hacerlo, pero no… tengo en mi cabeza todo lo necesario para hacerlo pero algo ha cambiado y mi escritura fue más bien grotesca, sucia, desigual y más bien tirando a fea… Sí, he de confesar que ya no sé escribir… ni tampoco sé hacer “cuentas”… ni otras muchas cosas que otrora me vi obligado a hacer.
Hoy, las letras y por consiguiente las palabras, vienen “empaquetadas” y listas para su uso… la tecnología nos permite escribir de igual forma una G que una Z y es que sólo es presionar la tecla correspondiente y ya está todo el trabajo hecho… Y de esta manera tan sencilla, llego a la conclusión de que hoy todo lo tenemos empaquetado y listo para su uso... las letras, la ropa, la comida... incluso los caminos y senderos están delimitados para hacernos llegar allá donde se ha decidido que lleguemos...
Sí… supongo que la época romántica y artística ha sido devorada sin piedad por esta otra de tecnología y prisas… Siempre habrá quien diga que aún quedan cosas por descubrir y entonces se cargan mochilas de materiales especiales, con prendas de abrigo especiales, calzado especial, e instrumentos de precisión para no perderse… Atrás quedaron los descubridores y aventureros con los que la mayoría hemos soñado y es que no es extraño que el cine aún nos entregue una buena ración de nostalgia de un tiempo desconocido al ver películas de un pasado irrepetible... Tal vez por que ya no hay nada que descubrir.
Sí... todo avanza desmesuradamente y el seguir el ritmo del progreso nos obliga, en ocasiones, a sacrificar una parte de nuestra vida… o tal vez no. por que hay cosas que la tecnología no puede sustituir… y es que a pesar de que hoy en día todos podemos tener cientos de amigos en las redes sociales, no creo que muchos de nosotros renunciasen a una tranquila velada en compañía de un amigo de verdad… hacer unas risas, compartir un café, sentir un abrazo… O tal vez, un poco más allá y sentir la intensidad de un beso, el destello del deseo, una caricia que eriza la piel, una sonrisa en los labios y un te quiero al oído…
Sí, tal vez no haya romanticismo ya, y la gente nos veamos dirigidas a usar, como ya hemos dicho, hasta las palabras empaquetadas… pero siempre seremos seres humanos y por ello, un gesto de cariño, hará que todo tenga sentido…
Hace ya nueve años..
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