Se ha terminado
No me persigue mi sombra… sólo vamos juntos
No me persigue mi sombra… sólo vamos juntos
Resulta sorprendente lo que podemos encontrarnos cuando nos
fijamos en algo… No, no es igual ver que mirar y de eso soy plenamente
consciente y tal vez, también caiga en la desidia de abandonar el control de mi
sentido de la vista para volverlo, tan sólo, en un acto reflejo que me sirva
para evitar bultos que al igual que yo, se mueven dispares en cualquier
sentido.
Hoy en día, la gran ciudad se ha convertido en una enorme pista
de competición para aquellos que, nuevamente, intentan arañar unos minutos de
libertad a su escaso tiempo para poder perderlo con gusto y ganas más adelante…
Hoy en día, la gran mayoría de nosotros salimos a la calle con la mente puesta
en el destino y dejamos a un lado el disfrutar del camino… hoy, nos cruzamos
con cientos, con miles de personas a las que ni tan siquiera vemos por que no
nos dignamos a mirarlas, y cuando esto ocurre, cuando dos miradas desconocidas
se cruzan, una de ellas enseguida abandona para intentar romper ese inexistente
lazo que pueda dar lugar a un pequeño atisbo de curiosidad
Luego, estamos deseosos de llegar a casa, conectarnos a las
redes sociales, comprobar que tenemos correos, mensajes o más y más seguidores
y nos agazapamos en el anonimato mientras dejamos que miles de mensajes de ánimo
nos hagan reflexionar sobre nuestra vida… “Sigue adelante, persigue tus sueños,
tú puedes…”
Y sin embargo, si somos incapaces de mirar a alguien a los
ojos, temerosos de que nos puedan culpar de algo, ¿cómo pretendemos conocer a
la gente??? “persigue tu sueños” me dicen… ¿acaso no soñamos con el amor??? Y sin embargo, somos incapaces de mirar a
alguien a los ojos…
Curiosa paradoja esta de la vida moderna… hoy, más que
nunca, estamos incitados (sí, incitados) a comunicarnos con mayor libertad y
oportunidad que nunca y curiosamente, hoy la gente se siente más sola, más
lejana, más triste… curiosamente, hoy somos incapaces de mirar a alguien a los
ojos, pensando que hacemos mal, que incumplimos las normas, que violamos sus
derechos… hoy, que somos incapaces de mirar a alguien a los ojos, ¿cómo vamos a
poder decir “te amo”?
No se puede volver a un lugar que jamás se abandonó
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