domingo, 13 de noviembre de 2011

Encuentro

Algunos de los universitarios revolucionaros que protestaron en el ayer, son los patronos explotadores que callan hoy.

Al asomarme a la ventana, pude vislumbrar la silueta de “La Narraja” y efectivamente me vino a la cabeza la gran similitud con un pecho de una mujer… una vertiente suave y redondeada que culminaba en un pequeño altillo de roca a modo de aureola que remataba con otra ligera altura que simulaba un pezón… Recortado entre las sombras de la noche, aquella pequeña montaña era motivo de burlas cuando éramos pequeños. “La teta” siempre había presidido la parte oeste del pueblo y todos los atardeceres era ella quien se ocupaba de guardar el sol

Me dirigí a la ducha y me vestí con calma… había tiempo de sobra… volvía mirar por la ventana y la sombra comenzaba a difuminarse con las luces del día… la silueta negra comenzaba a llenarse de colores bajo el manto de un cielo que comenzaba a clarear…

Cogí el coche y me dirigí al aeropuerto… miré el reloj… aún había tiempo de sobra y el día prometía ser radiante de sol y cálido otoño… El viaje no llegaría a una hora y en aquel tiempo no habría cabida siquiera para enumerar todos los momentos felices que viví con ella… A medida que me acercaba, no podía evitar sentir una sonrisa más amplia en mi rostro y una emoción más desbordante en mi corazón… No sé cuánto tiempo había estado fuera, y tampoco importaba, pues ahora regresaba…

Al entrar en la terminar, miré el tablero de llegadas… puntual… aún quedaba cerca de una hora pero aun así me dirigí directamente a la sala de llegada. La espera fue un trasiego de breves paseos entre la puerta de la sala de llegada y el tablero de llegadas, pendiente si una leyenda de “retrasado” aumentaría más la espera… no, todo estaba bien hasta que unos minutos antes de la hora prevista de la llegada, el tablero mostró la palabra “landed” y como si un mecanismo me hubiese lanzado hacia adelante, fui raudo a la sala de llegadas, clavado ante la puerta… aun tardó en salir, pero sabía que ella ya estaba al otro lado de la puerta…

Comenzaron a salir los primeros viajeros… al poco la vi aun cogiendo las maletas… como si estuviésemos coordinados, también ella giró la cabeza y me miró con esas gafas de cristales azulados que le cubrían sus ojos pardos… sonrió y pareció que el día se volvía aún más radiante y yo, lleno de orgullo y felicidad, casi rompo a llorar en aquel mismo instante… era una mujer admirable… siempre lo había sido, pero ahora, tal vez por que se iba haciendo mayor, lo demostraba de una forma que me enloquecía…

Cogió al fin su maleta y con aire rápido y decidido, aumentando si cabe su sonrisa, se dirigió a la puerta, allí donde yo estaba… deseaba abrazarla más a cada momento… Cruzó la puerta y de ambos corrimos en pos de un abrazo… sabía lo que iba a decirme, conocía de memoria aquellas dos palabras que siempre me repetía, pero que necesitaba en esos momentos… Nos encontramos y como si fuese un colegial, la levanté en volandas y la hice girar una vuelta… ella reía al tiempo que me decía: “hola papá”


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Mediciones

¿Y si fuese yo quien tuviese razón???

Fue en el metro… Como siempre, en hora punta, lleno de gente que, cansada y algo somnolienta, ya volvía a su casa. Caras de desidia e indiferencia y la vista perdida entre lecturas y puntos distantes que seguramente, aunque se miraban, no se veían… Paraguas y abrigos ya son compañeros de viaje habituales y el calor que aún existe en los túneles no ayuda a mitigar el olor ya conocido que se genera dentro de los vagones.

De improviso, un olor conocido pero totalmente fuera de lugar, rompió la monotonía del viaje y aunque mis ojos no buscaron su origen, a mi olfato le satisfizo ese olor a naranja… era una naranja que seguramente alguien, en mitad de aquel ordenado caos, comenzó a degustar mientras su aroma impregnaba el vagón y apartaba con descaro y fuerza cualquier otro olor a los que ya casi no prestamos atención.

Fue justo en ese momento cuando pensé que no necesariamente habría de ser una naranja muy grande, pero sí, muy aromática… y pensé que eso sería difícil de medir. Difícil, posiblemente, pero no imposible… estoy convencido de que alguien, en algún sitio, podría determinar cuántas partículas de componentes químicos específicos habría difuminados en aquel enrarecido ambiente donde todos íbamos apiñados… Estoy convencido de que alguien, en algún sitio, podría ser capaz de medir “el olor” de una naranja o de cualquier otro producto… Pensé entonces en la hermosa imagen con la que me regaló el atardecer, cuando el sol cansino se retiraba por entre las montañas, y el cielo repleto de jirones de nubes oscuras, perdió su azul para convertirse en rojo y el espectáculo del atardecer fue la comidilla de todos aquellos que tuvimos la oportunidad y la curiosidad de poder contemplar… Sí, estoy seguro que alguien en algún sitio sería capaz de efectuar una cuadratura del espacio, de consagrar a cada uno de esos puntos, una diferente calidad de los luxes, del fondo de contaminación o no, del grado de humedad existente en ese momento… Es más, estoy seguro que alguien habría que podría hacer comparaciones entre distintos atardeceres y otros más podrían, incluso, determinar en función de esas posibles mediciones, cual es más bello… aquél que tenga más luz, más tiempo, más de esto o menos de lo otro…

Y es que creo que, tenga utilidad práctica o no, en el fondo, casi todo es medible… Si alguien se pusiera a ello, seguramente sabríamos a ciencia exacta cuanta cantidad de agua hay en el planeta, en un río concreto o en un mar específico… cuantas patatas serán cosechadas en tal o cual lugar durante un tiempo determinado y aunque hoy en día el universo se mide en “años luz”, (es decir, mucha mucha mucha distancia) alguien que se ponga a ello, podría decirnos cuantos milímetros exactos mide una galaxia o incluso un conjunto de ellas… eso sí, sería un número bastante exagerado como para poder escribirlo, entenderlo y pronunciarlo… de momento, quedémonos en los años luz para estas cosas.

Así que continuando con la duda, ¿qué es lo que no se puede medir??? Pues sólo se me ocurre que los sentimientos… podemos hablar de que te amo con toda el alma, pero ¿Cuánto mide el alma???... o cuando confirmamos que odiamos con toda nuestro ser… ¿Cuánto de grande será este???

Es curioso… sí, me resulta curioso… podemos medir cuantas lágrimas lloramos, pero no el dolor que las causan… podemos contar los besos que damos, pero no la felicidad que nos proporcionan… pues mejor así, por que como alguien se empeñe en medir y valorar todo aquello que nos hace estremecer por una u otra causa, entonces, tal vez pierda parte de su propia esencia y deje de ser, como el atardecer, o el aroma de una naranja, bello de por sí.

domingo, 30 de octubre de 2011

Jalogüin

No sé si estoy perdiendo la memoria o si estoy perdiendo la ilusión por recordar

Hay mucha gente que se queja de la importación de la fiesta de Halloween, aunque en realidad, lo único que ha ocurrido es que esta fiesta que, según quien la cuente, tiene una connotaciones distintas, si bien parece que el origen de la misma siempre ha sido el mismo (celta) y siempre por lo mismo, siendo aceptada y adaptada por los católicos que la amoldaron a sus tradiciones.

Así pues, durante no sé cuánto tiempo, el primero de noviembre ha sido siempre un día para rendir culto a los difuntos, para recordar a quienes nos dejaron y a intentar que allá donde estén si es que están, que estén bien… todo un propósito espiritual que ha perdurado durante siglos.

Y sin embargo, hoy en día, hemos hecho de esta fecha, como de la mayoría, un producto de fiesta y consumo tal vez exagerado… es más, creo que hemos hecho del miedo en sí, un estado necesario que nos hace elevar la adrenalina y sentirnos vivos… Ya no sólo la festividad de Halloween se ha convertido en un extraño carnaval donde los vivos nos disfrazamos de muertos, si no que además, en la mayor parte de los parques de diversión, existen zonas específicas donde el miedo y el terror están presentes y pagamos por ello

Supongo que es por que en el fondo, esa sensación de “pasar miedo” está condicionada a la lógica de que sabemos que no nos va a pasar nada… Imagino que si en cualquier lugar hubiese una atracción que se llamase, por ejemplo, el francotirador, donde alguien anónimo pegase tiros reales de forma indiscriminada a los visitantes, seguramente nadie acudiría… aunque siempre encontraríamos gente decidida a entrar y lo peor, gente decidida a disparar…

Pero es que somos muchos quienes tenemos la sensación de que es justo a los demás a quienes le pasan las cosas malas… es a los demás a quienes les suceden los accidentes, son lo demás quienes pierden el empleo, son los demás quienes enferman, son los demás lo que llevan los cuernos, son los demás quienes tienen problemas… ¿seguro???

Sea como fuere, ruego a las empresas patrocinadoras de eventos y festividades diversas y que se lucran con la venta de disfraces y máscaras (más-caras) de goma y látex, y demás zarandajas encaminadas a llevar calabazas y como es habitual, ingerir alcohol sin mayor control que el límite que la botella imponga, que sepan disculparme por que yo no me apunte a estos festejos ni me considere inmerso en la vértigo de este consumo que ha nacido a base de ver películas y que muchos fomentan por el beneficio que les reporta.

Feliz día a todos… vivos y muertos…


jueves, 20 de octubre de 2011

Aprendizaje

Nadie puede domesticar el sueño de otro.

Realmente ignoro como se hace, pero la educación de las personas es muy compleja… De niños, nos dedicamos a hacer trastadas y a decir palabras que no dejan de ser graciosas y a las que quienes nos rodean, no pueden evitar sentirse bien con nosotros

Ignoro en qué momento se produce, cuando de repente, nuestros padres, nuestros tutores, nuestros mayores en definitiva, comienzan a decirnos “eso no se hace”, “eso no se dice” y poco a poco comienzan a aparecer los castigos… poco a poco comenzamos a doblegarnos a la voluntad ajena… comienza la “educación”

Este proceso de educación ya se mantendrá para siempre con nosotros quienes nos diga lo que está bien y lo que está mal…

Así, primero nuestros padres, luego nuestros profesores, después nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestro jefe… y si eso no es suficiente, comienzan a aparecer líderes políticos, líderes religiosos, líderes sociales… y en casos extremos, son los que ahora se denominan “asesores” quienes nos dicen lo que hay que hacer, y así nos asesoran de cómo invertir nuestro dinero (el que lo tenga), nos asesora un experto en leyes cómo actuar ante un conflicto, nos asesora un técnico de medio ambiente que bombillas debemos comprar, un médico que drogas tomar y por supuesto, la publicidad continua que es lo que tenemos que comprar…

Asi pues, me pregunto si de verdad somos libres para escoger nuestros caminos o siempre habrá alguien que nos guie por ellos...

Por tanto, permitid que hoy me sienta libre, plenamente libre para escribir que me parece mal que ETA haya hecho “sólo” un anuncio del “fin de la lucha armada” ¿lucha??? Ojalá que esta banda de terroristas jamás hubiese empezado de forma unilateral esa “lucha” que tanta sangre ha derramado de forma esteril. Espero que ahora no sólo comience una etapa de paz (difícilmente se encuentra la paz a base de disparos) si no que ahora, las voces que la gente escuche, no sean las de quienes en su locura opta por la violencia Ojala que la noticia fuese que no hay noticia por que nunca hubo violencia… pero la realidad está ahí y hoy, cuando los asesinos insinúan que no van a seguir matando, es, al menos, un alivio


martes, 18 de octubre de 2011

Trenes

Por muy grande que sea el Universo, sin ti está incompleto

La mañana había sido fría y poco a poco la ciudad despertaba entre antes de que el alba hiciese aparición.

Como arroyuelos, filas de personas que se dirigen absortas en sus pensamientos hacia la estación que poco a poco va llenándose de gente… cada tren que llega es como una bocanada de alivio que descongestiona los andenes pero que abarrota todo el convoy

Es mi turno… las puertas se abren y apenas pierdo unos instantes de mi lectura para no tropezar en los escalones… los mismos empujones y el mismo ambiente cargado de todos los días. Un pequeño hueco me sirve de territorio conquistado donde me aferro a una barra y me aíslo del mundo entre las letras de mi libro…

Llegó el túnel… la iluminación se intensifica y el ruido del tren retumba con mucha más estridencia acentuado por el eco de las paredes que nos rodean… yo sigo inmerso en la lectura… Al poco observo que hoy el túnel es más largo de lo habitual… miro el reloj… es extraño pero creo que ya deberíamos haber salido…

El camino se me estaba haciendo inusitadamente más largo y una cierta inquietud comenzó a recorrerme… miré a mi alrededor y no podía reconocer a aquellos que con el uso del transporte público ya me eran familiares… todo aquel vagón iba repleto de personas jóvenes, estudiantes en apariencia… y el túnel que no acababa…

Al cabo de un rato, la luz del día me sorprendió casi de improviso y mis ojos quedaron cegados al igual que mis oídos resentidos al perderse de improviso el eco del tren en las paredes angostas del túnel… apenas unos segundos para adaptarme a la luz y poder mirar por la ventanilla… Todo aquello me era desconocido, no recordaba haber pasado por allí nunca… todo era nuevo y la inquietud iba dejando paso a un sentimiento de angustia…

Me sentía incapaz de moverme, expectante de un desarrollo que no intuía mío, si no más bien como si fuese algo que se reflejase en mi cabeza, un sueño, una película o la misma historia que Follet recreaba en su libro, pero me así con fuerza a la barra del tren y supe que era verdad y cierto lo que ocurría… Aquellos jóvenes, inmersos en su cotidianeidad, se mantenían alejados de mi angustia que lentamente se iba transformando en miedo…

El tren seguía su curso por desconocidas tierras, por lugares que jamás vi y que no sabría identificar en un mapa… los silencios de los viajeros se multiplicaban en el sordo crepitar de las vías al paso del pesado convoy… sus miradas perdidas en el horizonte o al igual que yo, entre libros, me inquietaban tanto como mi destino… ¿Qué pasaba???

Al cabo de un buen rato donde todos los que allí estábamos permanecimos inmóviles, el tren comenzó a aminorar la marcha hasta que llegó a una estación, clásica, casi antigua diría yo, pero limpia y bien conservada… no había ningún indicador visible, pero todos los pasajeros descendieron con calma pero sin demora alguna… sólo yo me quedé en el vagón y el pánico se apoderó de mí, por lo que envuelto en la luz del día, corrí presuroso hasta la puerta para intentar encontrar alguna explicación a todo aquello…

Aquel instante de duda había servido para que el andén se despejase y ahora todo parecía desierto… crucé la puerta de la estación y descubrí un enorme edificio que me resultaba vagamente familiar… sí, pese al silencio que rodeaba todo descubrí que estaba frente a mi antigua universidad… No había vuelto allí hacía unos 20 ó 30 años, pero la reconocí sin duda alguna… me di la vuelta… vi la estación que parecía haberse escapado de un siglo anterior para detenerse allí… el entorno estaba desierto… volví a mirar la universidad… son horas de clase… sí, ahora lo entiendo todo… me he equivocado de tren!!!

viernes, 7 de octubre de 2011

Preguntas

La incertidumbre es una gran sala con algunas puertas cerradas y que no sabemos dónde nos conducen.

¿Hola???... ¿Hay alguien ahí arriba???, ¿Un dios???, ¿un ser superior???, ¿un extraterrestre???, ¿algún ser que tenga respuestas???. Yo tengo un montón de preguntas que nadie sabe contestar…

Desde hace ya mucho tiempo, creo que, pese a que todos aseguran que “todos somos iguales”, creo que hay algo que no termina de convencerme… ¿por qué unos son altos y yo no???, ¿Por qué unos son ricos y yo no???, ¿por qué hay gente muy lista y yo no???, ¿por qué unos son delgados y yo no???... bueno, no, de esa sí sé la respuesta

No es lo mismo nacer aquí que nacer allá… estudiar aquí que allá… ¿Por qué el amor viene sin aviso y se va cuando quiere???, ¿por qué unos enferman y otros no???, ¿por qué hay quien encuentra un buen trabajo y otros no encuentran nada de nada???.

Todos me dicen que debo esforzarme, que debo luchar por mis sueños, que debo continuar levantándome por mucho que caiga… estoy cansado… de verdad, estoy muy cansado. Imagino que todos en algún momento ha pensado que la vida no es justa… y hay quien dice que la vida es una breve temporada de sufrimiento que nos será compensado después… Pero hay quien dice que la vida es lo que sentimos y hay temporadas que la vida duele… duele mucho y curiosamente, no por nosotros si no por las malditas circunstancias que Ortega nos dejó adheridas al alma y de las que no podemos desprendernos aunque queramos… no podemos desprendernos del dolor cuando quien amamos no nos corresponde, o cuando nuestros hijos se acercan lentamente a la miseria, o cuando nuestros padres pierden la noción del tiempo, del espacio y del recuerdo… ¿de qué sirve luchar en una batalla perdida???, ¿sólo para sufrir más???.

No… hoy es de esos días en los que creo que la vida no es justa… donde los problemas se agolpan sin que pueda encontrar soluciones, donde el tiempo se escurre entre los dedos sin que pueda retenerlo, donde el otoño es sólo una palabra en el diccionario y donde el mañana tiene la misma cara triste que el ayer, que el hoy…

¿Luchar???... ¿y contra qué o contra quién he de luchar???. ¿He de luchar contra los dioses para que devuelvan la salud de los que quiero???, ¿para que les proporcione un trabajo???, ¿para que me devuelvan el amor???, ¿para que no me falte que comer???,... ¿Quién es mi enemigo???,

Si… estoy cansado… de esta maldita cárcel sin barrotes que me obliga a vivir una vida que yo no escogí, si no que me escogió a mí… Miles de personas están atadas a sus seres queridos y precisamente por eso, no pueden abandonarlos… miles de prisioneros… todo un ejército que está perdiendo la vida día tras día, sabiéndolo, luchando contra no se sabe muy bien el qué, pero intentando hacer la vida de quienes les rodean más fácil y agradable aunque no siempre se sepa y lo peor, cuando la mayoría de las ocasiones, no sirve de nada…

Así que ha llegado el momento de buscar respuestas, respuestas sencillas… ¿por qué???, ¿por qué hay quien vive a la orilla del mar y yo estoy en mi prisión de la ciudad???, Miles de preguntas a las que no encuentro respuestas… luchar… sí, sigo luchando, pero estoy cansado… así que termino aquí esta historia para descansar un poquito.


jueves, 6 de octubre de 2011

Ausencia

"¿Por qué enrolarse en la armada cuando puedes ser un pirata?" (Steve Jobs)

Steve Jobs se ha ido... :-(