Mi destino está en mis manos… mi felicidad en las tuyas.Hoy comentaba sobre la sutil diferencia entre recordar e imaginar… sutil pero importante, ya que yo puedo imaginar que vuelo, pero jamás podré recordar que volé por que estoy impedido para ello.
Luego, en esas extrañas tertulias de filosofía doméstica donde siempre aparece de forma innegable la realidad que todo lo controla, lo domina, lo doblega… y en contraste, tal vez en rebeldía inútil pero necesaria, esa otra sensación de sueños, de deseos, de esperanzas…
Así pues tal vez mi vida, no es si no un extraño castillo de naipes en frágil equilibrio donde la imaginación, los recuerdos, la realidad y los sueños son en realidad los cuatro palos de la baraja con la que se construye…
Hay veces que la construcción no es fácil… es necesario encontrar un hueco para seguir poniendo las cartas una encima de otra… tal vez sobre los sueños haya que colocar la realidad y sobre la imaginación los recuerdos… y así, cómo si fuesen capas, en cada momento algo requiere de su importancia… Pero aún así no estamos exentos de errores, de que algunos naipes caigan perdiendo el equilibrio y nos obliguen a reforzar aquella parte… enmendar los errores y cambiar sueños por realidades… quien sabe…
Pero no os preocupéis si alguna vez todo aquello cae… será en ese momento, cuando la construcción esté acabada.





