miércoles, 22 de diciembre de 2010

Medias

A todos los que son, los que están, los que estuvieron y estarán, los que quiero y los que no, los que me quieren y los que me ignoran, los que rien y los que lloran… a todos quienes la diosa fortuna les ha guiñado el ojo y a los que nos hace esperar, a todos ellos, muy feliz navidad.

Durante estos días de cierre de año, el trabajo se ha multiplicado y no hay un momento de tranquilidad, y es ahí donde me he dado cuenta de la importancia de las estadísticas.

Hoy en día, con esos programas de presentaciones tan maravillosos, todo es perfecto. Haces un círculo en gris pálido al que extraes un pequeño gajo que pintas en rojo chillón y al que llamas “ingresos” y prácticamente nadie se fijará en la gran masa gris a la que podemos llamar “pérdidas”. Y no sólo eso, si no que además, puedes conducir un importante debate sobre este tema y decir que los ingresos han aumentado con respecto al pasado año el 6% y que se prevé que aumenten para el próximo un 20%, y entonces separas el gajo del círculo y lo amplias de tal forma que lo único que se pueda apreciar en un rápido vistazo, sea ese pequeño gajo rojo chillón que capta la atención de todos.

Pero como el tema de los porcentajes puede llevar a confusión, mucha información se procesa en “medias”. Es decir, que a un salario de 100, se le incrementa un 2% y son 2, a uno de 1.000 son 20 y a uno de 10.000 son 200… 200??? Pero esto no es el doble que el primero??? Así que para evitar estas odiosas comparaciones, se ha creado la media… así se crea el salario medio que es de 1.000 y la subida media que es de 1 y todos contentos… o casi todos

Y es que aquí es donde interviene el símil con aquel cuento famoso del traje nuevo del emperador. Y claro si el salario medio es de 1.000 nadie quiere reconocer que está por debajo de él… pero yo sí, yo lo reconozco… mi salario está por debajo de la media… y no sólo eso…

De media se hace el amor 3 veces por semana… pues tampoco… vamos ni de media, ni de cuarto… y no es que me preocupe. Lo que sí que me preocupa es que mi pareja lleve esa media… ¿con quién??? Pues evidentemente con alguien que está por encima de la media…

De media nos gastaremos 300 euros en regalos… ya me gustaría, ya… Esto hay que unirlo a lo del sueldo… si estoy de media en el sueldo, también lo estoy en los regalos??? Pues sí, y lo puedo demostrar por que lo más que me regalan son calcetines “made in China”

De media las hipotecas son de 500… ¿será por persona??? Por que en este caso, la media mía es la entera de los demás…

De media se duerme 8 horas al día… Bueno, eso será quien puede aprovechar tantas horas para dormir… ¿de verdad que se puede???

De media se habla 30 minutos al día por teléfono… No, tampoco… yo sólo escucho… no me dejan mete baza…

Y así sucesivamente, las medias nos dicen donde deberíamos estar, y yo, particularmente, no estoy en ninguna media… todas me quedan grandes o pequeñas… y mira que hay medias para compararnos!!!!

Pero siempre participamos en los mismos deseos… y aunque es ahora cuando parece que afloran con más intensidad, seguro que el resto de los días, seguimos deseándonos lo mejor todos

viernes, 17 de diciembre de 2010

Recuento

Los viejos piensan que los jóvenes se equivocan. Los jóvenes piensan que los viejos se equivocan. Tal vez ambos tengan razón

Siempre que llega esta época, tengo la sensación de que es casi necesario hacer un recuento de cómo ha ido el año… ese balance que todas las empresas hacen para determinar si han ganado o han perdido y que muchos de nosotros también hacemos, aunque en nuestro caso, el dinero (por su constante escasez) no es el protagonista de nuestro beneficio.

Cómo poder saber por lo tanto si el año ha sido bueno??? Quiero pensar que por todas las sensaciones que hemos tenido oportunidad de disfrutar… Pienso en las cosas que han salido mal… puff… demasiadas cosas, demasiados problemas… pienso en las cosas que no he podido hacer… en las que no he sabido hacer… en las que no he querido hacer… pero también en aquellas que salieron bien… Sí, reconozco que tal vez no sean muchas, pero las que han salido bien… que bien han salido!!!

(Por si acaso MUCHAS FELICIDADES)

viernes, 10 de diciembre de 2010

Viajeros

El pensamiento nos distingue de los animales. El comportamiento, en algunos casos, también.

Ya hace casi 30 años que la sonda espacial “Pioneer” comenzó su periplo dispuesto, primeramente a facilitar información sobre planetas más o menos cercanos, y posteriormente a adentrarse en lo misterioso del cosmos para dar una señal de que en esta parte del universo, hay vida (supuestamente inteligente).

Durante los primeros días, meses, años… la información era inspeccionada con entusiasmo, en busca de información tan deseosa cómo escasa en aquellos momentos. Todo era meticulosamente analizado, medido, estudiado, registrado… Pero el tiempo ha ido pasando y nuevas sondas más potentes se han lanzado con el mismo objetivo.

La nueva información enviada por las nuevas sondas, es más amplia y valiosa; los ingenieros de aquella primera misión ya fueron retirando y poco a poco y todo el interés que despertó la “Pioneer”. Al tiempo, el espacio exterior se fue haciendo más vacío y la información cada vez era menos preciosa, menos necesaria, menos interesante…

Un día, esa información, ese control, simplemente se cerró y ya nadie se preocupó de aquello

Pero la “Pioneer” siguió su curso y un día encontró lo que buscaba: vida. Una vida medianamente inteligente que tardó en descifrar el significado de la placa que marcaba quienes éramos, quienes somos…

Nadie sabe con exactitud cuánto tiempo pasó desde que la sonda salió de nuestro planeta hasta que alguien se decidió a venir a vernos, pero sucedió.

Con meticulosa precisión exploraron el cosmos, analizaron nuestro planeta y descubrieron las zonas más pobladas para saber dónde debían llegar.

Al fin llegó el momento en que su nave, siguiendo precisas coordinadas, tomó tierra justo donde sus detectores habían anunciado la mayor concentración de vida… apenas unos minutos y la nave sintió que todo se movía… no comprendían que podía suceder ya que no habían reparado en eso…

Rápidamente intentaron comprobar que pasaba; revisaron cálculos, y efectivamente, estaban en la zona más poblada del planeta… pero intuían que algo no iba bien. Intentaron comprobar con sus recursos que no se habían equivocado y descifraron los letreros que desde sus ventanillas se podían ver: “Vertedero central. Cinta de transporte a la incineradora”. Su nave de apenas unos centímetros de envergadura no aguantó tan altas temperaturas…

Vaya forma de promocionar el turismo, ¿no???

martes, 7 de diciembre de 2010

Intimidad

El presente es el único momento donde puedes hacer los recuerdos del futuro.

Es una humilde habitación
que todos solemos usar
y más en esta ocasión
donde no podía esperar

Con mayor o menor decoro
me sorprende la decoración
he aquí, que me acomodo
y la miro con admiración

Completa y rebosante de espejos
mientras de la ropa me despojo
En todos los ángulos mis reflejos
Tan conocido que no me sonrojo

Pues en tamaña desnudez
pienso sin vergüenza alguna
pero que bello soy pardiez!!!
casi tanto cómo la luna

En ese preciso instante
por el que todos hemos de pasar
coloqué ese pensamiento distante
pues esto no se puede retrasar

Ya no importa que seamos reyes
o simples plebeyos feos e incultos
pues que de la vida son las leyes
y no importan piropos ni insultos

Y no es ningún disgusto
aunque ahora lo dicen todos
"no te demores más de lo justo
y aunque estés sereno o beodo

cuando visites el retrete
siéntate, caga… y vete"

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Educación

Hay quien hace lo que puede; hay quien hace lo que debe

Continuando con esta etapa de reflexiones humanas que están surgiendo en ciertas conversaciones, quisiera exponer una cita de Pitágoras:

“Educad a los niños para no tener que castigar a los hombres”

La verdad es que muy poco se puede agregar a esta frase, donde se desprende que la educación es la base fundamental del comportamiento humano.

Pero cómo casi todo, tiene sus matices… y es que algunas veces da miedo pensar quien es el que educa y sobre todo, sobre todo… que es lo que se transmite en la educación


lunes, 29 de noviembre de 2010

Comparaciones

Si enseñas a volar, no uses luego jaulas.

Este texto que reproduzco más adelante y que particularmente suscribo en gran parte, me hace reflexionar sobre la condición humana y su propio control dentro de la sociedad. Está claro que la vida en sociedad requiere de unas normas mínimas, pero es posible que estas normas sean no sólo insuficientes, si no ineficaces.

La vida, para mí, es algo tan confuso como maravilloso, donde los errores se suceden en el mismo orden aleatorio que los aciertos… curiosa la libertad que nos hace depender de las personas… o mejor dicho, de los sentimientos, por que sólo suelen importarnos las personas que nos hacen sentir a pesar de que esa parte verdaderamente humano que llevamos dentro, algunas veces consigue que un desconocido nos importe y en ese momento algo ocurre… tal vez sea eso que se empeñan en llamar amistad, caridad, amor, cariño, compañerismo… o simplemente es dar sin esperar nada… generosidad es eso???

Pero volviendo a lo que teníamos… ¿cómo sabemos quien nos hace sentir??? Bueno, de momento, dejo esto aquí para seguir reflexionando un poco…



Un Mensaje de GEORGE CARLIN:

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemás, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.

La historia de esta carta, es así de simple… la escribió el autor, un famoso cómico, cuando su esposa falleció.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Canelo

Sentidos y sentimientos han de ser receptivos para que sean útiles.

No hace mucho tiempo comentaba con alguien sobre la capacidad que tiene el ser humano para ayudar a sus semejantes. Me resulta muy paradójico, no puedo evitarlo, el que muchas personas estén moralmente involucradas de muchas maneras para ayudar al desprotegido, bien en forma de voluntariado en organizaciones gubernamentales o no, e incluso recaudando dinero de muchas y varias formas… y sin embargo, parece que nos cuesta mucho, muchísimo diría yo, acercarnos a alguien que está llorando y preguntar si podemos ayudar. Es posible, sólo es posible que, nos es más cómodo dar unos cuantos óvolos que unos minutos

Tal vez sea que el ser humano esté perdiendo parte de su individualidad y se esté convirtiendo en una pieza social, moldeada para que forme parte de un tremendo engranaje que nos mantiene casi prisioneros y que nos mide, casi hasta las emociones.

En ese punto recordé que había un texto de George Carlin que quise recuperar por que apenas recuerdo (ese texto creo que está muy bien y seguramente lo ponga pronto) pero las casualidades me llevaron a encontrar la historia de “Canelo”.

No conozco ninguna placa ni monumento en Cadiz sobre este tema pero sí conozco las cualidades de la enorme fidelidad de muchos perros para con sus amos. En cualquier caso, el enlace de donde obtuve la información está
aquí

Hay cientos de historias que en cada pueblo se cuentan de la lealtad de los perros, la siguiente es una formidable historia que en Internet circula, misma que se dio en Cádiz, España, con un perro llamado “Canelo”. “Era una mascota que seguía a su dueño para todas partes y en todo momento. Este hombre anónimo vivía solo, por lo que el buen perro era su más leal amigo y único compañero. La compañía y el cariño mutuo los hacía cómplices en las miradas y hasta en los gestos.

Cada mañana caminaban juntos por las tranquilas calles de la ciudad cuando el buen hombre sacaba a pasear a su amigo. Una vez a la semana uno de esos paseos eran hacía el Hospital Puerta del Mar ya que debido a complicaciones renales el hombre se sometía a tratamientos de diálisis.

Obviamente, como en un hospital no pueden entrar animales, él siempre dejaba al Canelo esperándolo en la puerta del mismo. El hombre salía de su diálisis, y juntos se dirigían a casa. Esa era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.

Cierto día el hombre sufrió una complicación en su tratamiento, los médicos no pudieron superarla y éste falleció en el hospital. Mientras tanto Canelo como siempre, seguía esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del centro de salud. Pero su dueño nunca salió. El perro permaneció allí sentado, esperando. Ni el hambre ni la sed lo apartaron de la puerta. Día tras día, con frío, lluvia, viento o calor seguía acostado en la puerta del hospital esperando a su amigo para ir a casa.

Los vecinos de la zona se percataron de la situación y sintieron la necesidad de cuidar al animal. Se turnaban para llevarle agua y comida, incluso lograron la devolución e indulto del Canelo una ocasión en que la perrera municipal se lo llevó para sacrificarlo.

Doce años fue el tiempo que el noble animal pasó esperando fuera del hospital la salida de su amo. Nunca fue en busca de alimento, tampoco buscó una nueva familia. Sabía que su único amigo había entrado por esa puerta y que él debería esperarlo para volver juntos a casa. La espera se prolongó hasta el 9 de diciembre de 2002, en que murió atropellado por un auto en las afueras del hospital.

La historia de Canelo fue muy conocida en toda la ciudad de Cádiz. El pueblo gaditano, en reconocimiento al cariño, dedicación y lealtad de Canelo, puso su nombre a un callejón y una placa en su honor: ‘A Canelo. Que durante 12 años esperó en las puertas del hospital a su amo fallecido.

El pueblo de Cádiz como homenaje a su fidelidad. Mayo de 2002’.”

No digo que haya personas que no sientan de igual forma, e incluso más, pero tal vez nos siga costando demostrarlo.