
Supongo que la mayoría sabe que la denominación de “caramelo”, se refiere al azúcar que se ha fundido con el calor y que al volver a enfriarse se endurece. Este principio químico que no viene al caso, ha dado lugar a esos dulces que todos conocemos bajo el común nombre de “caramelos” y cuyo principio activo siempre ha sido el azúcar. Luego, se le han ido añadiendo condimentos, sabores, conservantes, y otra serie de sustancias que le han dado la diversidad que todos conocemos… incluso ahora hay caramelos sin azúcar… o lo que viene a ser lo mismo, caramelo sin caramelo (azúcar fundido) y están tan ricos!!!
Me pregunto si eso no nos pasará igual con la felicidad… y es que tal vez a las cosas simples de la vida, les hemos aliñado con tantas esperanzas en las grandes y magnánimas cosas que nos ha de traer la vida que no somos capaces de disfrutar de esas otras, más pequeñas y menudas… y es queremos encontrar ese caramelo tan perfecto y sano que olvidamos el propio caramelo… y así, poco a poco, buscamos realizarnos cómo personas y comenzamos a trabajar, a participar en ONG’s, a configurarnos nuestras propias ideas en función de lo que los demás nos cuentan, a construir una pareja o una familia y a forjarnos dentro de una sociedad que cada vez tiene más “añadidos” y menos “azúcar”… No sé, ciertamente, si el secreto de la felicidad es simplemente levantarse por la mañana, mirar el horizonte y descubrir que el sol sale despacio… disfrutar de ese momento entre otros muchos que la vida nos entrega sin más… tal vez muchos de vosotros pensareis que es un momento estupendo, pero cuantos de nosotros realmente lo hace??? Y por qué no??? Cuantos de nosotros está tomando caramelos sin azúcar buscando el dulzor???