La curiosidad es una llave que abre algunas puertas, pero a veces no sabemos que se oculta tras ellas.Me gustan las cosas viejas… no, no las clásicas, no esas imitaciones de la “new wave” si de las que de por sí han sido útiles en un momento dado y el paso del tiempo y sobre todo la tecnología, las han dejado obsoletas…
Relojes de precisión mecánica, donde la precisión es paciencia hasta ajustar los pasos, plumas estilográficas de depósito de goma y tintero que manchan más que escriben, herramientas en total desuso apartadas por el desarrollo… piezas de esas de difícil pronunciación por el abandono de su uso y que usaban en los pueblos en labores de labranza o con el ganado… una vida que no hace tantos años era la habitual y todos, o al menos la mayoría, conocía, tenía y sobre todo usaba…
Me gusta gastar mi paciencia en intentar comprender su mecánica, su aplicación, el por qué de su existencia, su historia su protagonismo hace un pocos años… al igual que me gusta el modelismo y construir pequeñas cosas en la miniatura que mi casa me permite…
También me gustan las nuevas tecnologías, si bien reconozco que soy un poco torpe para las mismas. Los PC’s y sus múltiples aplicaciones. Teléfonos móviles o celulares cómo se les denomina en la mayoría de los países, con tantas funciones que lo extraño es saber cómo hablar a través de ellos. Películas en 3D, Música para llevar, los GPS, y tantas otras cosas de las que sin duda y aún sin percatarnos, casi hasta dependemos de ellas.
Y??? pues eso, que me gustan, sin más… ¿o es que hay que explicarlo todo???
(es una burda excusa para mantener esto)





