
Sigue siendo Selene, en su creciente cuarto, quien siendo testigo mudo del cambio de estación, contempla impávida que nada ha cambiado en realidad... A sus pies la tierra cansada a las horas que ella más brilla y sin embargo, en las ciudades artificialmente iluminadas, la vida bulle cómo si se temiese perder el momento que no ha de regresar... Madrugadas de verano, frescas aún, demasiado frescas aún...
Cuanto tiempo para ver la luna... miro las calles y aún se muestra la ciudad palpitante y viva... coches, gente, movimiento en suma... madrugada... las luces encendidas de las ventanas... buenas noches para unos... buenos días para otro... siempre es así... la vida perdura más allá de la noche, más allá del amanecer... la vida sigue a nuestro lado y aunque pensemos que no es justa tampoco podemos afirmarlo...
Tal vez la vida sea justa y nos dará un premio por nuestros esfuerzos y sufrimientos... o tal vez sea un simple castigo de todo aquello que hemos recibido y que no hemos sabido agradecer... o simplemente sea un cúmulo de coincidencias que benefician a unos perjudicando a otros... Nos quejamos de la mala suerte que tenemos por los problemas económicos en los que estamos inmersos mientras que miles de personas no tienen que comer y mientras miramos un programa donde los magnates de las finanzas nos muestran sus incalculables posesiones terrenales... Nos quejamos de nuestra mala suerte por haber enfermado y estar sometido a un largo proceso de medicación tendente a aliviar nuestras molestias mientras cientos de personas desconocen siquiera que están enfermos por que simplemente no tienen tiempo para ello o mientras otros se hacen enormes y costosas revisiones de todo su cuerpo, implantándose prótesis o mejorando su estética para intentar aparentar menos edad de la que realmente se tiene... Nos quejamos de aquel amor que perdimos cuando no debería haber sido así y que nos hizo sufrir mientras hay miles de personas que están abandonadas a su soledad y en su triste rutina sólo pueden recibir palabras de cariño de aquellos que cobran por cuidarlos, o esos otros que sin saber cómo ni por qué, han conseguido mantener vivo el espíritu del amor hasta el último día de su existencia y aunque haya sido una mentira, ellos han sentido ese amor inagotable...
Es posible que Némesis sea más caprichosa de lo pensamos y reparte sus bendiciones de forma tan irresponsable que siempre creeremos que la mejor parte, cayó en otro lugar...
Suerte tengo de poder contar con la compañía de Selene en las noches largas de fantasmas… “Thank you”, de Dido, suena suave en los cascos… la vela de olor aún tiembla… hace fresco… ya es verano, pero… hacer fresco aún.