miércoles, 14 de abril de 2010

volar

Ignoro si tengo un futuro estando en este presente, pues lo único cierto es que tan sólo me pertenece el pasado.

A pesar de no tener alas, sigo volando en mis sueños y cuando me es posible, en mis realidades. Hoy, sin motivo ni razón, necesito volar… simplemente… No hay realidad, permitidme pues que me refugie en mis sueños





viernes, 9 de abril de 2010

Vergüenza

El silencio también puede ser un cómplice

Vergüenza.
(Del lat. verecundĭa).
1. f. Turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena.



Estos días, estoy sintiendo vergüenza… vergüenza ajena cómo reza la primera acepción del diccionario de RAE. Los políticos de mi país, ajenos a sus deberes políticos, sociales, morales o éticos, continúan mirando sus propios egoísmos, más allá de límites imaginables, para intentar enriquecerse a un precio que este país, sumido ya en una tremenda crisis y con un porcentaje de paro cercano al 20% de la población activa, soporta estoicamente como si de un esclavo al que se le exige al límite se tratase.

Vergüenza de que, sin querer parafrasear a Luis XIV de Francia, conviene recordar a la clase política que “El estado soy yo”, somos todos nosotros y que lo que hemos decidido en unas urnas, resulta que no han sido más que mentiras a las que nos sometemos una y otra vez sin poder ni saber evitarlo… Las herramientas del poder, las connivencias entre distintos estamentos, los oportunismos de todo tipo, el abuso de autoridad y poder, el vivir, en definitiva como carroñeros, esperando a que el pueblo al que sirven muera entre estertores silenciosos para devorar y aprovechar sus despojos…

¿Cuántos años llevamos con casos de corrupción??? ¿Qué partido político ha quedado exento de ellos???

Los emperadores romanos solían dejar que las legiones formadas por tropas bárbaras compartiesen parte del expolio de las conquistas, a fin de que dichas tropas siguiesen disfrutando de beneficios y no se alzasen contra el César… No ha cambiado mucho el mundo en 20 siglos, a pesar de que las tropas extranjeras se han sustituido por organismos públicos o privados, y quien más quien menos, procura recibir una ayuda, una subvención, o unas migajas de un jugoso pastel del que todos desean participar y que sólo el pueblo llano y simple es capaz de construir, por que no hay que olvidar que todo el dinero que se “regala” de forma tan alegre en miles de subvenciones, ayudas o sobornos, procede de los impuestos que todos pagamos…

Hoy, siento vergüenza ajena por haber sido cómplice involuntario con mi voto de haber creado tanta podredumbre en un país que camina más a la miseria de la mayoría para gloria y esplendor de una minoría que cada vez se aleja más de una realidad que ahoga a tantos millones de ciudadanos.

Nunca he intentado que este blog sea un estrado donde se expongan críticas, ya que estas son muy fáciles de realizar pero muy complicadas a la hora de buscar alternativas válidas, pero, sinceramente, hoy yo también me siento expoliado, engañado, vilipendiado, humillado y naturalmente, atracado por aquellos que prometieron ayudarme, protegerme y cuidarme…

martes, 6 de abril de 2010

Escritorio

Hay cosas que no valen nada… otras no tienen precio.

Todavía rezuma el aroma de la madera de nogal con la que fue construido el escritorio. El tiempo lo ha envejecido, pero no lo han deteriorado. La trabajada marquetería que decora los laterales y la balda superior, entre ornamentos florales y arabescos, nos muestra figuras que aún a pocos centímetros se pueden considerar perfectas y sólo al ojo de la lupa se aciertan a vislumbrar los minúsculos defectos de un artesano que puso dedicación y corazón en la creación de su obra.

Tres pequeños cajones que otrora ocultaron cartas, contratos, confidencias y más de un secreto, y que al abrirlos aún respiran el aroma de lavanda que envolvía delicadamente todos los papeles que allí se depositaban intentando disimular el olor a tinta fresca... dos tinteros que se reponían con frecuencia y un elaborado juego de plumillas, reposaban siempre del lado derecho, mientras que el espacio izquierdo estaba inundado de la luz de una lámpara de cristal y estaño... papel en blanco siempre dispuesto y por encima, sobre la repisa, varios diccionarios y algún que otro libro de aquellos que requieren tiempo y entrega en su sosegada lectura... En el centro, el cartapacio de badana verde oscuro, protegía del papel y amortiguaba la pluma, y sus remates de pan de oro finamente trabajados, le otorgaban ese aire señorial que tal mueble reclamaba desde la penumbra de su rincón...

En él, decía mi abuelo, que no se escribía, si no que se reflejaban los pensamientos, los sentimientos... y es que las palabras que son huecas no resuenan en el eco del tiempo y sólo caen en olvidos y desidias, mientras que aquellas otras que son ciertas, pasionales o dignas de honra y grandeza, han de ser conservadas en el papel que les soporta para que sean conocidas por siempre

Las palabras, ya sean escritas o dichas, no tienen significado por si, si no que tan sólo adquieren valor cuando son escritas o dichas con el sentimiento que las forma y da cuerpo… la palabra puede herir o hacernos sonreír… la palabra puede doler o llenarnos de amor… la palabra puede dar o quitar la libertad e incluso la vida… Gracias doy a todos aquellos quienes hablan con el corazón, a quienes entonan con el alma y a quienes aderezan su cariño con una sonrisa… y es que un “te quiero” sin sentimiento, es cómo la lluvia sobre el mar… bella pero poco práctica



martes, 30 de marzo de 2010

Espera

Cuando hablas con el corazón, escuchas con el alma

Espera... el tiempo pasa pero ella espera... sentada, callada, paciente... Mira cómo pasa la vida, ausente de ella... espera e intenta recordar por qué está esperando, por quien está esperando... aguarda expectante una carta, una llamada, un mensaje que nunca llega... espera esas palabras mágicas que la arranquen de su letargo, que termine con su espera insufrible y eterna... pasó por delante el amor y la desdicha, pero ella no hizo caso, pues esperaba... siempre atenta a cualquier señal...

Siente nacer los días y consiente en ver florecer las noches en el atisbo de la visión que la luz de la ventana le otorga... a veces llueve, otras hace sol... paciente espera que todo sea igual que antes, que todo sea distinto de ahora... Mira las calles vacías y sólo el tiempo corretea por ellas empujado por la vida que se escurre entre sus dedos...

El humo de un cigarro enturbia el horizonte… ora valle, ara cordillera… ora cielo, ora tierra… no hay caso… ella espera… entre luces y sombras, dejando escurrir las horas entre los cristales…

De nada sirve que deje las puertas abiertas si nadie desea entrar... tan sólo la muerte, pero eso será a su debido tiempo...

viernes, 26 de marzo de 2010

Noche

…Y de nuevo la necesidad de escribir cartas a nadie... o tal vez a todo... siempre que hay algo que decir, me gusta decírselo a alguien...

la tarde ha seguido siendo triste, otoñal tal vez... no es de primavera aunque esté recién estrenada... dos velas con aroma de vainilla lucen tímidamente en un rincón y la música de Miten y Deva intenta poner una cierta calma a la estancia... me gustaría sentir el viento pero en el fondo, deseo que la tormenta estalle igual que lo hizo ayer, con fuerza, con furia, con toda la energía de la que yo no soy capaz... el baile de las nubes al son del viento me distrae y el olor de la lluvia se filtra por todos los lados... sigue lloviendo de forma leve y suave… Las nubes se entremezclan en el degradé de perla y plomo bajo un cielo oscuro, casi negro…

Tomo el té caliente impregnado de limón y algo de azúcar... su sabor amargo y fuerte me recorre el paladar y me hace sonreír... sigo mirando por la ventana mientras deseo escuchar de nuevo el crepitar del agua que se debería hacer más y más intenso... la luz de la calle ya ha desaparecido, la noche se ha asentado… me gustaría que hubiese una intensa cortina de agua que separe los faroles que intentarían sin mucho éxito volver a colocar el día donde la oscuridad es reina absoluta... Nadie por las calles desiertas... algún vehículo que sin prisa asoma por las calles… llueve despacio, es casi imperceptible… me lleno del tenue aroma de la noche y sonrío…

Quisiera describir esa sensación de paz que ahora me llena... quisiera compartir, con ella esa calma que me inunda... quisiera volver al pasado para soñar el futuro, pero quiero disfrutar también del presente, por que aunque apenas esté lloviendo, la tormenta ha comenzado a rezumar magia nuevamente... Caen inexistentes e invisibles muros infranqueables y ahora el horizonte está a la vista... es posible que nunca lo alcance, pero podré intentar llegar a él... pero no ahora... ahora quiero seguir disfrutando de la mágica noche, aliada y amiga… noche de vela y recuerdos... y es que algunas veces, la belleza es tan evidente que cuesta verla... otro sorbo de té, paro la música... el silencio se ahoga en un inexistente eco de un trueno que nunca fue, en la lluvia casi inexistente…


jueves, 18 de marzo de 2010

Absurdo

Basta de violencia inútil

Nuevamente la absurda locura de unos cuantos autodenominados luchadores de lo que la mayoría pensamos que son inciertas libertades, han sesgado una vida humana, en esta ocasión en Francia… Ignoro si realmente estos radicales de ideas extremas, son conscientes de lo que hacen, pero lo que es peor, si en realidad creen en lo que hacen, el querer convencer a todos por la fuerza de las armas, de sus inútiles razones…

No creo que la libertad se construya a base de asesinatos… No creo que un asesinato lleve a nadie a la libertad.




domingo, 14 de marzo de 2010

Pueblo

Lo que se empezó una vez, no se puede volver a comenzar, sólo continuarlo hasta el final.

En el recuerdo perdura el pueblo, uno de los pocos que ni han muerto ni agonizan… El pueblo ha crecido pero a los ojos del niño, hoy ya mayor, se ha hecho más pequeño… Paseando por los rincones aún se escuchan los ecos de los amigos gritando entre tropelías y juegos… las sombras de aquellos chiquillos aún corretean entre las calles, otrora sin tráfico, donde la imaginación convertía un palo en espada, en poste de futbol, en varita mágica, en caña de pescar y en todo aquello que la imaginación del momento demandaba…

No hay referencias que indiquen donde estamos, pero nadie se pierde en el pueblo… todos nos conocemos… perdón, todos nos conocíamos… las calles no tienen nombre, o tal vez sí pero yo no las conozco, pero las casas siempre han tenido habitantes… y todos sabíamos donde vivía cada uno de ellos…

Hoy, algunas casas ya no están… otras amenazan ruina y otras están irreconocibles por el abandono y la desidia… “Mea culpa” cuando vi la fábrica abandona de piensos con todas las cristaleras rotas… algunos de esos cristales los rompí yo… ¿por qué??? me pregunto ahora… tal vez por la rebeldía, o tal vez por que sabíamos que era algo que por mucho que nuestros padres nos dijesen que no deberíamos hacerlo, ellos también lo hicieron… sí, también yo le dije a mis hijos que no debían hacerlo… ellos no lo hicieron… no tuvieron esa posibilidad…

En las afueras, las huertas y terrenos de escasos pastos, se han quedado yermos tras un obligado barbecho… y el trabajo duro y agotador, no se ha traslado de padres a hijos, si no que con estos, emigró a la ciudad en busca de mejor oportunidad…

Ahora, cuando nos hemos consagrado cómo urbanitas consolidados, retomamos la mirada atrás, y miramos con júbilo el calendario sabiendo que pronto podremos volver al pueblo y a todo lo que allí nos espera… una excelente parte de nuestra vida.