viernes, 10 de octubre de 2008

Noruega

Nunca he estado en Noruega. Es posible que tampoco ella lo conozca, pero es allí, justamente allí, donde comienza esta historia.

Los fiordos noruegos siempre han sido una especie de imán y la curiosidad de poder verlos, siempre ha sido un aliciente para aventurarme en algún viaje y poder disfrutar de su contemplación. No voy a ensalzar la belleza de los mismos, y más aún en el tiempo de otoño cuando el viento helado ya recorre aquellas inmensas paredes mientras que el agua, casi negra e impresionante por la profundidad que tiene, exhala un gélido vaho que cuando el tibio sol del norte se pone, se introduce por todos los poros del cuerpo.

Así pues, en cuanto tuve la posibilidad, me apunté a un viaje de esos programado, todo incluido y donde la mayor parte del tiempo se consume en el interior de autocares, aviones, trenes, salas de espera y si hay suerte, seis horas en un hotel para intentar descansar y tomar una ducha, siempre, claro está, que haya ducha y el agua funcione…

Con esas premisas, me aventuré a lo que a priori era uno de los viajes más deseados que siempre había soñado y que comenzaba a hacerse realidad… Maletas, nervios y carreras me acompañaban a la hora de llegar al aeropuerto y coger el primer transporte que me llevaría a la tierra de los vikingos.

Tras casi un día completo de viaje, llegué a un pequeño pueblo costero, de nombre casi impronunciable, donde parecía que el tiempo se había detenido hacía unos cuantos años y las estructuras de los edificios, no daban lugar a dudas de donde estábamos.

En la cena, ya la vi. Su estatura, algo superior a lo normal, la hacía resaltar por encima de quienes allí estábamos, y su larga melena de pelo negro azabache refulgía con una intensidad que era imposible no advertirla. Durante un brevísimo instante nuestras miradas se cruzaron y mientras la de ella siguió camino, la mía intentó retener la imagen de aquellos ojos negros y brillantes que rebosaban vida.

Tras unos pocos días recorriendo los pueblos costeros e incluso los del interior, siguiendo la línea del ferrocarril de Flamsbana, y disfrutando de todo ese encanto peculiar que surge de descubrir un mundo totalmente distinto, llegamos a nuestro destino, el fiordo de Sognefjord, donde un pequeño crucero ya nos aguardaba para el momento cumbre de nuestro viaje.

Habíamos coincidido en alguna ocasión en los momentos de las comidas, y ella siempre se mostraba feliz dentro del pequeño grupo que la acompañaba, y aunque yo me había fijado en ella, resultaba evidente que yo era un completo desconocido y casi invisible, pero en aquella ocasión, todo cambió.

En un inglés bastante más fluido que el mío, y con una sonrisa que eclipsaba al tímido sol noruego, me preguntó si le daría tiempo para hacer unas compras y yo, mirando el reloj, calculé que el ferry saldría en unos 45 minutos, así pues, convendría que se diese prisa. Ella, sorprendentemente, me invitó a acompañarla para asegurarse de que no se demoraba más de lo debido, y dado que no había otra cosa que hacer, acepté de sumo gusto.

Un par de vestidos, un extraña figura de madera y una caja de galletas fue todo lo que con sumo desparpajo y fluidez, pudo comprar en tan breve tiempo y mientras, su conversación fue haciéndose más y más fluida e interesante. Continuamos hablando al embarcar y yo bebía de sus palabras. Sus historias me descubrían a cada instante un mundo desconocido pero soñado y tantas veces intuido.

El crucero comenzó entre una breve bruma que seguramente terminase en una cerrada niebla en la mañana, pero nosotros seguimos con ese diálogo tan cómodo que tenía la sensación de que éramos amigos desde siempre y sólo estábamos poniendo al día. Al cabo de un rato, le pregunté si le apetecía tomar algo, y mostrándome su sonrisa, me miró a los ojos y me dijo: “sí, pero antes…” y me besó.

Todo lo demás, ocurrió sin orden y sin control… Durante 36 horas estuvimos amándonos y sin habernos propuesto nada, descubrimos un mundo nuevo.

Llegamos al final del crucero y tuvimos que, de forma obligada, recuperar la calma… Nuestros caminos se volvieron a separa y nos despedimos, con tímido beso, sabiendo que sería la última vez que nos veríamos… las lágrimas nos acompañaron hasta llegar a nuestro destino y desde entonces, sueño con hacer un crucero por los fiordos noruegos, por que para el que no lo sepa, yo nunca he estado en Noruega, y es posible que tampoco ella lo conozca… pero es allí, justamente allí, donde comenzó esta historia…

martes, 7 de octubre de 2008

Dinero

Si es cierto que el dinero no da la felicidad...
¿Por qué nos está quitando el sueño esta crisis???



viernes, 3 de octubre de 2008

Amanecer


El día que yo me vaya, me gustaría, como siempre, ver el amanecer




Hoy, sinceramente, me hubiese gustado colocar el video de "Norah Jones" SUNRISE, pero es que ese ya lo coloqué hace tiempo...

lunes, 29 de septiembre de 2008

Hartazgo


Estoy harto de:

intentar ser amable con quien me quiere fastidiar

jugar a la lotería y que nunca me toque

que me digan lo bonita que es la vida cuando no me dejan vivirla

que salga el sol cuando llevo paraguas

que me den con las mochilas, las bolsas o las maletas en el metro

hacer los trabajos por los que cobra mi jefe y no yo

los correos de las cadenas infinitas sin sentido

que arañen los coches por diversión

los vecinos que no sólo hacen ruido, si no que luego piden una taza de azúcar

tener que esperar en los médicos

la birria de sueldo que tengo

protestar en la OCU para que no hagan caso

que los deportes minoritarios que aportan medallas en las olimpiadas, se olviden

la gente a la que no le importo y se empeñan en venderme cosas

la hipoteca que sólo sabe subir.

no encontrar papeleras cuando las necesito

que no me llamen cuando han dicho que harán

que no pueda dormir por la noche ni levantarme por la mañana

tener que justificar todo lo que hago

de comer lechuga y no bajar el colesterol.

los cuentos de hadas que tienen un final feliz.

los tristes finales de la vida real

y muchas cosas más…


domingo, 28 de septiembre de 2008

Recuerdos...


Dime corazón herido,
Por qué quieres callar
Es por que ella se ha ido
O es por que no volverá

Dime corazón dañado
Por que no me dejas vivir
Es por que ella ha llorado
O es que sin ella he de morir

Dime corazón que añoras
Por que no me dejas olvidar
Es que sin ella no pasan las horas
O si por que no has de perdonar

Dime corazón perdido
Por no me dejas reír
Es por que ella te ha herido
O es por que tras ella, no sabemos ir.





Sirva esta canción de pequeño homenaje a quien nos ha dejado hace poco tiempo:
Paul Newman

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Café


Te apetece un café??? Es una frase que seguro hemos dicho o escuchado muchas veces… pero todos sabemos que lo en realidad se dice, es otra cosa que, por lo general, nada tiene que ver con el café…

lunes, 22 de septiembre de 2008

Repetición

Cómo es posible que nos traten así???, cómo es posible que restrinjan nuestros derechos y socaven nuestra libertad??? cómo se puede pretender que anulen nuestra historia, que supriman nuestra cultura y que borren nuestras ideas??? No se puede consentir, no se debe consentir que nos avasallen e intenten que nuestros pensamientos desaparezcan en nombre de unos derechos que a nosotros no nos incumben

Me imagino que el texto anterior, ha despertado la curiosidad del lector por conocer qué tipo de injusticia se está practicando y quiero pensar que a alguno, le ha hecho, casi de inmediato, tomar partido o simpatía por una causa casi desconocida.

Con arengas tan sencillas, no es difícil encontrar a fieles seguidores que en su propia incultura o en su enorme fanatismo (o ambos en muchos casos) se dejen arrastrar por los arengadores de una hipotética libertad que lo único que hará será cambiar de nombre a los pueblos y de color a la bandera, cambiando o sustituyendo unos problemas por otros, o simplemente, maquillándoles mediante el empuje de un bien común que difícilmente es justificable, salvo que le añadamos los adjetivos de un nacionalismo, una religión, una raza, un sexo… cualquier cosa se admite para intentar justificarse y como bien dijo César, “Divide et vinces” (divide y vencerás) y es que siempre es más sencillo manipular a pequeños grupos que a grandes masas.

El terrorismo vuelve a golpear asesinando e infringiendo daños innecesarios a inocentes cuya única culpa era “pasar por ahí”. Es una política de miedo cruel que favorece a la cúpula que dice luchar por las libertades. No obstante, pienso que en el fondo, sólo es una burda excusa para obtener dinero. Cuantos miles de Euros se embolsan los terroristas en función de un chantaje que muchos asumen como algo ya habitual??? La supuesta protección que los comercios debían pagar a las mafias en los años 30, en las ciudades americanas, han pasado a la historia del cine y hoy, nos podrían parecer un escándalo. ¿Acaso no es lo mismo???

Particularmente, pienso que ETA, es, ni más ni menos, una entidad dedicada a obtener pingües beneficios económicos sin demasiados compromisos sociales. El miedo les proporciona los elementos necesarios para seguir haciendo sus “cobros” y las arengas de restituir una sociedad caduca y extinta, son la excusa en las que se amparan, como todos los terroristas, para llevarlo a la práctica.

Estoy convencido de que la paz por la que dicen luchar, es contraproducente con sus intereses y obviamente, no sólo no interesa esa paz, si no que es bueno, como en este fin de semana ha ocurrido, seguir recordando al mundo que, como si de modernos y crueles bandoleros se tratase, nos siguen obligando a incrementar su riqueza con un implícito “la bolsa o la vida”
En fin, no puedo si no condenar la barbarie, el despotismo, la injustica, el sadismo, la locura, y el quehacer de estos libertadores que lo único que pretenden liberar son su absoluta locura y desprecio hacia sus semejantes