Huyendo del estío, intenté buscar refugio entre las supuestas frescas aguas de una piscina. Allí pude observar, una vez más, la disparidad de las personas, que se incrementaba gracias a su desnudez, o al menos a esa ligereza de vestido que todos llevamos en la piscina o en la playa.No obstante, me preguntaba si realmente, nos desnudamos de verdad… si somos transparentes para los demás… Estoy observando en estos días en que dispongo de algo más de tiempo, la cantidad de bitácoras donde encuentro historias tan sinceras que pienso que quienes las escriben, son de cristal puro… transparentes… ¿o sólo es una imagen???
La cuestión me asaltó cuando leí en un periódico sobre un programa de TV, donde un equipo de “investigación” se hizo pasar por una niña, para contactar con un pedófilo y así, poder hacer un programa que, siendo sensacionalista, tendría la audiencia asegurada…
Las preguntas que me surgen sobre eso, son muchas y diversas, pero la primera es si realmente es moral, o al menos lícito, “engañar” a alguien para reprocharle su comportamiento… La segunda es que, a mi entender, un pedófilo que se excite con desnudos de niños, incluso de bebes, es un auténtico enfermo… y aunque esté reconocido por la ley como delito, pues debe (evidentemente) proteger a los menores involucrados, no es menos ciertos que hoy, se consideran enfermos a los ludópatas, drogadictos, alcohólicos, cleptómanos y similares y personas famosas, ídolos de la juventud actual, salen a sus actuaciones o en programas de televisión, totalmente beodos (por ejemplo) y a nadie parece preocuparle… sí.. es su “personalidad”
No, hoy en día, me imagino que no es fácil ser transparente… y a pesar de que la mayoría de los que escribimos en públicos podamos dar la sensación de claridad, creo que ya una parte hermética que muy pocos conocen… esa parte oscura de la que podamos avergonzarnos, por que nuevamente, así lo exige la sociedad…
Ya los clásicos (sobre todo, los filósofos griegos, más conocidos por mí que sus antecesores más orientales) incidían continuamente en que el camino de la virtud es duro, complejo, sacrificado… sí… la virtud… pero acaso la virtud no es un convencimiento social de lo que está bien en su conjunto??? Una de las acepciones del diccionario sobre la virtud es: “Disposición constante del alma para las acciones conformes a la ley moral” así pues, al cabo de no se sabe cuántos años, resulta que los valores objetivos son los que aún, nos marcan nuestra ética y nuestra moral, pero permiten que, por el simple echo de aumentar la audiencia, un programa de TV
Y curiosamente, me encuentro perdido, muchas veces, en este mundo de locos disparates opuestos… no defiendo ni condeno nada… sólo opino según, evidentemente, mi particular punto de vista





