En estos últimos días, han ocurrido tragedias de toda índole que han ocasionado miles de víctimas mortales. Huracanes, terremotos, accidentes… Nadie tenemos la garantía de evitar ser el centro de un desastre o de un accidente
Desgraciadamente, tampoco nadie tenemos la garantía de ser el blanco de la violencia o de lo absurdo del terrorismo
Nuevamente, mi condena a esa violencia absurda y sin sentido que sólo busca, sembrar el miedo para seguir chantajeando a los ciudadanos a cambio de darles “libertad” por un puñado de monedas…
El azar, nuevamente, ha puesto a mi alcance un comentario sobre el ADN, responsable de la transmisión dela información genética y de todos esos “bichos” que hacen que la generación posterior, siempre esté más adaptada al medio que la anterior.
Además de eso, y aunque no sé si está demostrado o no, parece que también cierta información de la memoria o instintos, son transmitidos y así, de forma lenta pero ininterrumpida, la humanidad se encuentra cada vez mejor preparada para afrontar su destino… ¿destino???
Pues sí… el destino, pero ¿cuál es nuestro destino??? ¿Alguien lo sabe???
Biológicamente, está claro que nuestra existencia es sólo un mero tránsito hacia alguna parte y por otro lado, parece evidente que nuestro astro rey, que nos mantiene con vida, terminará consumiéndose como una cerilla… luego, parece que es lógico que el futuro, personal y colectivo, está sentenciado…pero entonces ¿qué pintamos aquí??? ¿para qué tenemos que evolucionar??? ¿cuál es nuestro destino???
¿Para qué estamos aquí??? Será mejor no darle muchas más vueltas… aunque no nos guste, no nos van a devolver el dinero. Por si acaso, yo de ti, haría lo que más me gustase... por si acaso...
No sé donde he leído no hace mucho eso de “Nadie es perfecto” y luego la retahíla personal de alguien que decía “yo tengo mis defectos y los reconozco”
Pues señores, permítanme que discrepe de todo eso… Yo no tengo defectos, por que si los tuviese, evidentemente, intentaría solucionarlos (sería idiota si no lo hiciese así). No obstante, siempre (y de nuevo) nos enfrentamos a un espejo donde nos vemos reflejados y todo aquello que no se ajusta a unas normas comúnmente aceptadas, parece que es un “defecto”
Sería absurdo suponer que a una persona, por el mero echo de tener una pareja, dejase de sentir atracción por otras personas…Y es ahí cuando el defecto de “mujeriego” o de “mujer fácil” salta como una sirena e intentamos disimularlo para no quedar “marcado” (“Es una buena chica, pero algo ligera de cascos…” )
Me niego señores, me niego… me gusta ser como soy, por que como he dicho, no tengo defectos aunque el resto de la sociedad piense que estoy cuajado de ellos… y si me gustan las mujeres, me gustan…. y no creo que sea un defecto… en mi responsabilidad está lo que haga después…
Acaso si me pica el culo no voy a rascarme???Claro, que si lo hago en público es una falta de educación, y entonces debo ir a un lugar donde nadie me observe y rascarme plácidamente…pero lo peor es cuando paseando en un transporte público, uno siente unos retortijones gaseosos insufribles y necesita evacuar metano por la parte posterior…Que guarro!!! Pues sí, señores, sí… soy un guarro, pero soy humano… ¿imperfecto por tirarme un pedo??? Pues a la porra con la perfección… ¿acaso debo estar sufriendo dolores y malestar por intentar forzar mi cuerpo??? Pues lo siento, y a pesar de que este escatológico ejemplo puede ser válido, siempre procuro ventosear en lugares donde la intimidad sea la máxima posible…
¿Está claro que “todos” tenemos defectos???, pues yo creo que son más condicionantes ajenos que defectos en general… para el jefe, el trabajador siempre será un vago que gana mucho más de lo que merece (generalizando, claro) y para el trabajador, el jefe es un sinvergüenza que le está explotando por una miseria que le paga…
Pues señores, sí… yo no tengo defectos, y si los tuviese, intentaría corregirlos… y evidentemente, cada uno me verá como quiera…como yo también veo a cada persona a la que miro, y en ocasiones, hasta admiro
Mayo del 68, fue un mes que por muchos motivos, pasó a la historia de la humanidad. Cuarenta años después, muy poco ha cambiado en realidad…
Tengo ganas de meter mis manos en los bolsillos y comenzar a caminar… No pretendo cambiar el mundo... no deseo convencer a nadie... no enarbolo ninguna bandera... no es importante el camino... y creo que mucho menos lo es el destino… sólo necesito… sólo necesito… lo sabré cuando lo encuentre.
El cansancio me domina el dolor hiere una y otra vez sin tregua despreciando mi debilidad sin culpa sin conciencia…
Ajados huesos quebradizos se rompen bajo los golpes del destino que sin maldad ni malicia se dedica, simplemente, a vencer
Levantarse una y otra vez la piel desgarrada tatuada de heridas sin marcas desconocidas inadvertidas crueles la mayoría de las veces otras, dulces y breves
Lágrimas del alma alimento de cínicas sonrisas en corazones desconocidos o lo que es peor en aquellos que sí conocemos
Caer, levantarse el sudor se mezcla con el barro el cansancio con la derrota la impotencia se confunde con la desesperación y caigo… me levanto… vuelvo a caer…
Se enciende un foco y tú eres la única persona que queda iluminada. De pronto, te sientes importante, pero sabes que estás encima de un escenario donde sólo se presentará una exclusiva función, única e irrepetible.
No existe guión ni tiempo para ensayar… A pesar de que la idea está clara en tu mente, muchas veces has de improvisar y muy pocas veces tienes opción de repetir…
El foco se encarga de que te sientas sólo en el escenario, y tú, con tu propio monólogo, debes comenzar la actuación…
Cuando acabes, las luces se encenderán y tal vez, sólo tal vez, podrás encontrarte con los aplausos… o con el silencio… Será ese momento cuando hayas de valorar si tu obra te ha gustado a ti.