Ingrid Betancourt fue secuestrada por las FARC el 23 de febrero de 2002 mientras hacía campaña como candidata a la presidencia para las elecciones de ese mismo año. Betancourt se encuentra, actualmente en cautiverio (privada de libertad) en la selva colombiana
Ignoro cómo se puede buscar la libertad de todo un pueblo cuando no se sabe respetar la libertad individual
Ignoro si Ingrid se convertirá en emblema de las injusticas humanas basándose en “no sé qué”… o no sé si convertirá en mártir de locuras absurdas…
Lástima que todos entendamos la teoría y prácticamente nadie (al menos de los que deben) la lleven a la práctica
El gorila era un espécimen precioso y mantenía mi mirada con gran curiosidad por su parte. Hacía mucho tiempo que no veía una mirada tan llena de curiosidad en un primate y sabedor de su gran fortaleza, me sentía a salvo con la separación de seguridad que el zoo disponía.
Durante un largo rato, estuvimos mirándonos, como si intentásemos mirar en el interior del otro... Un silbido avisaba de que la hora de cierre había llegado y todos los visitantes comenzaron a moverse de forma lenta y perezosa...
Ayesha tenía 9 años cuando viajó a la ciudad de Pekambaru por primera vez de la mano de su padre.
Ella, como toda su familia, siempre había vivido en su pequeña aldea, ayudando en lo que buenamente podía a su familia, sobre todo, cuidando de sus hermanos pequeños.
Ayesha era una niña despierta y como todos los niños, curiosa por naturaleza, así cuando su padre le dijo que irían a la ciudad, no dejó de intentar averiguar que era “la ciudad” y naturalmente, dejó volar su imaginación de todo aquello que de forma tosca y escasa y siempre sin ningún interés, le habían contado
Cuando llegaron a la ciudad, Ayesha caminó durante un largo rato y los arrabales fueron transformándose en edificios más señoriales, y las calles, más pobladas, con más luces y tiendas… Ayesha estaba encantada y no conseguía digerir todo aquello que la maravilla y la sorprendía…
Llegaron a un lujoso hotel y su padre preguntó al portero… tomó a Ayesha de la mano y se dirigió, por un callejón adyacente, hacia una puerta. Cruzó el umbral y esperó en una sala entre tenues luces y un olor intenso que difícilmente se podría precisar…
No habían pasado cinco minutos cuando se presentó alguien y les hizo un ademán para seguirle. Recorrieron pasillos, y salas y sin tardanza, llegaron a una especie de gran sala, con muebles apilados y algo destartalada… allí había hombre que si no era viejo, sí bastante mayor, pero que a vista de un occidental, podría decirse que era un caballero… Este, les miraba intrigado… El guía entonces se dirigió al hombre y el dijo algo en inglés que Ayesha no entendió. El guía, dirigiéndose al padre, le dijo que quería saber si la niña era virgen. El padre aseguró y afirmó con una inmensa sonrisa y una reverencia…
El hombre, le entregó un sobre de dinero y el padre le dijo a Ayesha: “Ve con este señor y haz todo lo que te pida y si no entiendes algo, déjale hacer a él. Ahora, este será tu nuevo trabajo”
Hace 50 años que China invadió Tíbet alegando “no sé qué”. Desde entonces, ambos países han sido venerados por muchas causas… Tíbet por una espiritualidad exportada y por ser la cima del mundo. China, por ser el gigante que ha despertado de su sueño y que apenas sin proponérselo se hará el mayor consumidor y productor del mundo.
Durante estos últimos años, las relaciones económicas, culturales y sociales con ambos pueblos por parte de los países occidentales (¿civilizados???) han ido creciendo a ritmo vertiginoso y hoy en día, es difícil no encontrar a nuestro alrededor, algún producto “made in China”.
Pues bien, con independencia de todo eso, ahora nos damos cuenta de que China invadió Tíbet, nos damos cuenta de que durante 50 años, los derechos de los tibetanos, han estado constreñidos y estrechamente vigilados, y ahora nos damos cuenta de que ambos pueblos son independientes el uno del otro… y es ahí cuando alguien decide que hay que hacer un boicot a Chinaen el único acontecimiento que, a mi juicio, debe estar exento de circunstancias políticas (a pesar de que no será la primera vez) como son los juegos olímpicos.
Imagino que el Barón de Coubertin, cuando comenzó su aventura rememorando el esfuerzo de los antiguos griegos, no se imaginaba que “citius, altius, fortius” iba a convertirse en una parafernalia política de primer orden y que el “lo importante es participar” quedaría relegado al último lugar, y ahora lo importante es “estar en la primera página de las noticias”.
No sé por qué se pretende hacer un boicot a los juegos olímpicos (sea de China o Chinchón) ya que la política, nuevamente, dejará en la estacada a cientos de atletas que, como el caso de algunos españoles no hace mucho tiempo, tenían que entrenar por su cuenta y riesgo y con unos medios precarios, impulsados y animados solamente por la ilusión de estar en un evento mágico.
Tras ese boicot, los dirigentes mundiales seguirán dándose la mano, seguirán intercambiando dinero y muchos de nosotros, boicoteadores manipulados por los medios de comunicación, seguiremos comprando productos “made in China” (por que es imposible evitarlo) … dejando rotas las ilusiones de los miles de deportistas y de un pueblo, mayoritariamente ajeno a la política, con una riqueza cultural impresionante, y continuando favoreciendo la más importante economía emergente del mundo…pero eso sí, siguen buscando apoyo al boicot a los juegos olímpicos…