Creo que la vida está compuesta de esas “circunstancias” a las que aludió Ortega. Para mí, mis circunstancias más importantes, siempre han estado protagonizadas por personas que en un determinado momento, configuran algo que marca y que la memoria se encarga de aflorar los buenos momentos y dejar perdidos por algún rincón aquellos que no fueron tan buenos…
Amores, compañeros, amistades, vecinos… Personas con nombres, apellidos y corazón que de una u otra forma, mucho o poco, han formado parte de mi vida, y por ello, han participado en construir lo que yo soy… ellos han sido pilares de mi personalidad y sobre ellos he ido configurando lo que soy… han sido mis ejemplos, mis maestros, mis héroes y siempre tuve la oportunidad de aprender más de lo que pude aportar
Tras muchos años hibernado, ese pasado ha regresado con una fuerza enorme y los años inmediatos, llenos de vorágine de vida tan intensa, han dado paso a un tiempo más alejado que cobró un protagonismo absoluto este fin de semana… compañeros y amigos que ni el tiempo ni la distancia han conseguido salir de mi memoria ni de mi corazón… Gente con la he trabajado, con la que he reído, con la que he sufrido y con la que siempre (es lo que hoy recuerdo) he sido feliz…
No puedo si no, desde aquí, una y otra vez, dar un abrazo fuerte a todos y cada uno de ellos… a los que estuvieron presentes y a los que estuvieron ausentes… No estaban todos los que eran, pero si eran todos los que estaban
El tiempo pasado, esta vez, no es tiempo perdido.




