domingo, 9 de marzo de 2008
jueves, 6 de marzo de 2008
Complemento...

Todos necesitamos muchas cosas en nuestra vida... Unas son imprescindibles, otras simplemente accesorias.
Tal vez lo más difícil sea saber discernir cuales son unas y cuales son otras.
En estos días de elecciones, he comentado con varias personas sobre las promesas que los políticos nos hacen intentando conseguir nuestro voto. Es muy posible que ninguno se ajuste a nuestras expectativas en realidad, y tan sólo por aproximación de algunas ideas básicas, o por simple eliminación de otras, podremos escoger (si lo hacemos) nuestro voto y tan sólo algunos fanáticos creerán que todo aquello que afirma el candidato de su elección, es justamente, todo aquello que necesita.
Desde hace tiempo, deseo, sin mucho éxito, extraer la idea de lo necesario y de lo accesorio a toda la realidad de las cosas que nos suceden... Cada vez con mayor frecuencia, las personas necesitamos de más y más cosas... tantas, que, muchas veces, nos sentimos perdidos... y algo tan sencillo como la compañía, se convierte en algo tan deseado como escaso...
No me sorprende que cada vez haya menos gente con tiempo para tener pareja, cuando no tiene tiempo ni para tomar un café con un amigo... No me sorprende que cada vez haya más gente que necesita "algo" en su interior...
No juzgo, si no que reflexiono, que una sociedad cada vez menos enraizada en una fe que le ha condicionado desde la cultura, la educación, el arte, el comportamiento social y tantas otras cosas, todos esos valores se están relegando, mientras que ese hueco, curiosamente, se intenta rellenar con otros... No deseo, por que no puedo, generalizar, pero me resulta muy curioso que antiguos practicantes del catolicismo, ahora se han convertido en practicantes de otras creencias, generalmente orientales, haciendo de esa práctica un elemento ornamental y sintiendo el mismo vacío interior que antes...
Quiero pensar que la principal creencia, está en uno mismo, en tener fe en lo que se es… cimientos indispensables de toda la edificación de la propia vida…
Caribe

Una carta desde el Caribe... Antigua, para ser exactos.
El tiempo no es bueno, y lo que antaño fue un paraíso de turistas exóticos y ricos, hoy se ha convertido en un lugar de encuentros populares de gente pudiente y caprichosa procedente del industrializado continente americano
Los mares siguen limpios y el exotismo de sus aguas perdura con cientos de especies de seres vivos que los habitan y que ponen un contrapunto a ese otro exotismo que queda en tierra, entre unos parajes salvajes y un controlado y muy cuidado desarrollo urbanístico destinado al turismo, casi única fuente de ingresos de los países caribeños, contrasta con esa otra imagen, casi escondida al tiempo que mantenida, de los barrios clásicos de lugareños, chabolas que adquieren la categoría de "encantadoras" para los visitantes que son llevados de paso desde el lujoso hotel, hasta la inexplorada selva que ya goza de caminos más que transitados...
Miró el sol que ya comenzaba a declinar sobre el horizonte... Muchas horas de viaje por delante... No hay mucho equipaje para llevar
Recorrió las playas exóticas... miró los arrabales de chabolas donde a esas horas los chiquillos se recogían, más intentando recoger algún alimento, que por ganas de abandonar sus juegos al aire libre… Miró el mar que aún sabiendo que sería el mismo, ya no sería igual… miró la selva, el cielo, el atardecer.
Tomó su pequeño equipaje y se dirigió hacia donde había dejado su pequeña embarcación… había calculado que duraría una semana su travesía hasta llegar a las costas del país de sus grandes esperanzas…
Una carta desde el Caribe… una despedida desde Antigua, para ser exactos
domingo, 2 de marzo de 2008
Sardinas

Tras un intenso fin de semana de amor y pasión, nos tocó abandonar el lujoso hotel de la costa y volver nuevamente a enfrentarnos a la vida cotidiana en nuestra ciudad.
El viaje no fue en absoluto pesado, pero la distancia nos obligó a hacer un par de paradas. En la última, Silvia fue al baño y al poco, profirió un grito que congeló a la poca clientela que allí estaba, arremolinándose una vez repuesta de la impresión, en torno a la puerta del baño de señoras, donde la dueña del establecimiento, se había apresurado a entrar
Al poco, Silvia salió pálida y con la cara desencajada… me miró a los ojos, con el terror reflejado en su mirada… “Una cucaracha” me susurraba mientras intentaba arrastrarme fuera de allí
Durante un largo rato, no supe que decir, tan sólo alcanzaba a abrazarla y tomarla de la mano, esperando que aquello se le borrase pronto de la memoria…
Poco antes de llegar a Madrid, le dije: “imagina que eres una alegre sardina, y que vives nadando feliz en el mar (el lector, en opción, puede añadir sonidos de cancioncillas infantiles para darle mayor énfasis a la escena) y en esto, te das cuenta de que se te echa encima un barco enorme… ¿Qué pasaría entonces???”
Pues eso…
jueves, 28 de febrero de 2008
Pistolas

El tacto del frío metal, le pareció chocante… no parecía ni que fuese tan pesado ni tan frío… Con cuidado se lo colocó en la mano y el frío fue desapareciendo, a medida que el peso parecía también disiparse…
Se sintió importante… poderoso… respetado… tal vez, temido… sabía que en aquel momento, él era alguien especial, importante, único…
Apretó el gatillo y sintió el golpe en su propio cuerpo… el ruido intenso, el olor a pólvora, el calor que desprendía de pronto… y la adrenalina que había alcanzado cotas extraordinarias…
Así de sencillo… ahora se creía con el poder de dios… no para dar vida, pero sí para poder quitarla…
Que juego tan excitante…
miércoles, 27 de febrero de 2008
Jueces

John Boyne, en su libro “El niño con pijama de rayas” nos descubre, desde el punto de vista simple e ingenuo de un niño, imágenes de una situación que nosotros, cargados ya de picardía y sabedores de la malicia, entendemos aunque no compartamos
No fue hace muchos días, cuando leía una noticia de un atraco en el periódico, donde se decía que los ladrones iban “bien vestidos”. ¿qué es ir “bien vestido”??? Todos aludimos de forma automática a ir con traje y corbata… así pues, el resto del mundo está “mal vestido”.
Hoy en día, hay plataformas contra el canon digital, contra la celebración de corridas de toros, contra… “lo que sea”
Somos jueces y juzgamos a los demás
Criticamos a nuestros jefes cuando nos dan una incomprensible orden, y objetamos que “no tienen ni idea”… les juzgamos: Culpables. Criticamos a nuestras parejas por que no son capaces de mantener nuestro interés en ellas… le juzgamos: Culpables. Criticamos a la juventud por que su irresponsabilidad raya lo grotesco y su desvergüenza nos exaspera, a pesar de que nosotros no sólo intentamos ser así, si no que les hemos educado para que así sean… les juzgamos: Culpables.
Nos quejamos de quienes entran en el metro y nos empuja sin ningún miramiento, aunque esta persona esté a su vez empujado por la prisa y movido por la inercia… Nos quejamos de quienes no ceden su asiento, sin saber si llevan a su espalda muchas horas de trabajo y esfuerzo… Nos quejamos de los vecinos que hacen ruido a las 3 de la madrugada y no nos dejan dormir sin saber cual es la causa…
Cuando una persona viste de forma algo diferente, las juzgamos y sentenciamos colocándoles etiquetas que difícilmente podremos quitarles nunca… cuando vemos trabajar a alguien y no lo hace como a nosotros nos gustaría… cuando alguien no se ciñe a nuestras personales normas, entonces, es culpable… tal vez, por que no sabemos leer en sus ojos…
Ego sum… culpable.
martes, 26 de febrero de 2008
Oportunidad

Supongo que todos hemos tenido dudas cuando llega la hora de escoger una opción… quedarse o irse, subir o bajar, decir si o no…
Y si pudiésemos volver atrás en el tiempo??? Y si pudiésemos terminar ese libro antes de perderlo??? Y si pudiésemos decir que no cuando sabemos que la historia no nos gustará???
Me pregunto, cuantas cosas que ni tan siquiera he llegado a imaginar, he perdido por el sólo echo de desconocerlas…