jueves, 24 de mayo de 2012

Cuentos

No hay conocimiento demasiado pequeño ni sabiduría demasiado grande

No hay conocimiento demasiado pequeño ni sabiduría demasiado grande Supongo que todos asimilamos a la palabra “cuento”, aquella historia que nos contaban de niños donde ciertos personajes de ficción hacían cosas imposibles para lograr mágicos prodigios…

Luego, poco a poco vamos cogiendo afán por la lectura y los cuentos ya no nos los cuentan, si no que somos nosotros quienes los sentimos y los vivimos a medida que entramos en historias de todo tipo y así los cuentos dejan paso a las novelas y las historias mágicas y casi imposible, se pueden ver desplazadas por otras más reales y cercanas con las que tal vez podamos identificarnos mucho mejor

De esta manera, supongo que los cuentos y las historias que los acompañan, de una u otra forma comienzan a acompañarnos en nuestra vida y tal vez, sólo tal vez, podamos entender que la vida debe ser de esa manera tan organizada donde los amantes terminan casándose, los buenos vencen a los malos y los mendigos terminan siendo grandes y poderosos reyes.

Un día nos damos cuenta de que los cuentos sólo son historias y que la realidad es mucho más dura y cruel de lo que pensábamos, pero nos cuesta mucho renunciar a esas historias que ya desde pequeños nos acompañan y entonces nos damos cuenta que la gente nos sigue contando cuentos… y nos cuentan cuentos cuando nuestros padres nos castigaban diciéndonos que era por nuestro bien… o cuando el profesor nos examinaba de aquello que no había dado tiempo a repasar cuando nos dijo que no nos preocupásemos… o nos cuando nuestra pareja o nuestros amigos nos aseguran que siempre nos querrán y permanecerán siempre a nuestro lado, hasta que los necesitas… o en el político que nos pide el voto prometiéndonos que se encargará de solucionar todos nuestros problemas… o ese líder religioso que nos asegura que si hacemos lo que él nos indica, luego tendremos felicidad… o ese jefe infame que nos pide amablemente que trabajemos más horas y que en cuanto sea posible nos lo recompensará… o ese trabajador holgazán que no hace más que pedir permisos para evitar que le den tareas ingratas… o incluso el presidente de la comunidad que iba a pintar de blanco de la escalera según se aprobó en la junta y termina de color avellana por que era más barata…

Sí..., la realidad está llena de cuentistas que intentan colarnos su cuento… Eso no es lo malo. Lo malo es que creamos que la realidad es un cuento y un cuento sea la realidad… y así, pensemos que pronto encontraremos a una persona que nos hará felices, en lugar de pensar que la felicidad ya está en nosotros… pensaremos que alguien nos librará de los malhechores, en lugar de pensar que también nosotros hemos de poner remedios a los males que tenemos… y pensaremos que nuestro esfuerzo será recompensado en lugar de saber que habremos de luchar de forma continua sin saber si alguna vez obtendremos algún premio…

La realidad, en definitiva, es un cuento que estamos escribiendo y cada uno, tiene su propia historia…

Espero que la tuya tenga un largo y agradable desarrollo y un final feliz.

 

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