domingo, 6 de septiembre de 2009

Jardin

La riqueza no consiste en poseer mucho, si no en disfrutar lo que se posee

El aroma del limonero aún desparrama su fragancia entre los rayos de sol que, a última hora de la tarde, juegan a colarse entre sus hojas frescas, y se proyectan como puntos de luz en el suelo de un suave jardín donde una pareja, en esa sombra entrevelada, descansa, habla y sueña con amapolas blancas y su inimitable aroma…

Pronto llegará el otoño…


4 comentarios:

arda dijo...

los árboles y las plantas nos regalan los aromas de sus flores y frutos, pocas cosas hay que me produzcan tanta felicidad como olerlas! Me transportan a un mundo mágico instantáneamente... Entre mis preferidos: flores del almendro, azahar, jazmín, limonero y rosas.

El otoña tb nos regala sus olores, esas hojas que se desparraman, la tierra mojada y algunas flores valientes que aun se atreven a asomar la cabeza...

Hojas Nuevas dijo...

El charrusquido de las hojas en Otoño es sensacional, pasear por un camino lleno de ellas con árboles a ambos lados; si es que la vida tiene cosas super maravillosas, aunque a veces gritemos en silencio.

Besos olorosos...

Unknown dijo...

Es verdad amigo..

Opino que la clave está en saber gestionar lo que sí se tiene, ese capital que a veces olvidamos que lo tenemos.. como esos limoneros... que a veces tenemos la suerte de contemplar y oler.... los atardeceres de la playa.. el paseo matutino hasta el trabajo.... viendo en la enorme urbe.. como amanece el cielo..

.. y tantas cosas.. con las que de verdad se puede ser feliz...

.. si tantas veces no deseasemos, al menos en mi caso ser otra cosa.

Besos y muchos

Luna Azul dijo...

Disfrutar en cada momento de lo que se tiene, una buena práctica sin duda.