Ayer compré un frasco de champú. Era un champú “for men” (es decir, para hombres en inglés). Supongo que no nos sorprende, pero lo curioso es que también venía escrito en portugués, y ahí, si ponía claramente “para homens”.Supongo que hasta ahí, todo es algo normal.
Hoy, leyendo el periódico, había algo extraño… en varios comentarios se hacía mención a “Catalunya” y a “Euskalerria”, así como luego a las “Illes Balears”. También todos sabemos de lo que estamos hablando…
Pero si hablamos en castellano, ¿por qué viciarlo con otras palabras??? Si lo que pretendemos es enriquecer la lengua, también podríamos introducir otros extranjerismos y darle un aire mucho más exótico con el sánscrito (ইন্টারনেট ), el japonés (メジャーリーガ ), el árabe (البحث الاكثر شمولاً عن الصور في الويب. ) o el ruso (нажмите стрелку для ). Sinceramente, espero no haber escrito muchas tonterías, por que yo, estos idiomas no los domino en absoluto
A veces, oímos comentar que nos vamos a London en lugar de Londres, a USA en lugar de Estados Unidos, pero nadie dice que se va a Deutschland cuando quiere ir a Alemania.
Ya que hacemos algo, no podemos intentar hacerlo bien??? El catalán, el vascuence, o cualquier otro idioma, es tan digno como el castellano que yo intento conocer, pero curiosamente (y no es crítica política, si no un elogio por el gran esfuerzo que hacen para salvaguardar su idioma) no suelen usarse palabras en castellano en ellos.
Castellanicemos el castellano descastellanizado, ya que el castellanizador que lo castellanice, buen castellanizador será.
Hoy estoy pijotero... no puedo evitarlo... pero para intentar compensar, os dejo esta escena, a ver si os gusta (y de paso, me perdonáis)
El día 7 de julio, se hará pública la lista de las nuevas 7 maravillas del mundo.
Esta es mi propuesta... miles de especies similares podrían estar aquí representada, pero una simple flor, creo que sigue siendo una auténtica maravilla
Imagino que todos, alguna vez, hemos sentido miedo…
Supongo que de pequeños, miedo al “coco” , luego de adolescentes, a esa jerga de monstruos fantásticos que convierten en otro monstruo a todo a quien devora, y ya de mayores, miedo a que hacienda nos revise la declaración de la renta o bien a que justo ese día que “sin hacer nada” decidimos quedar con alguien del trabajo, nos pilla nuestra pareja…
Claro que también están los miedos a la integridad física… el instinto básico de la supervivencia y de la salud, es algo innato en las personas, y no sólo el propio, si no de aquellos que de una u otra forma, dependen de nosotros…
Pero tal vez existan otros miedos… miedos al cambio… tal vez el auténtico miedo sea ese, el del cambio…
Hace ya mucho tiempo, un poema me hizo ver la vida de otra manera…Pablo Neruda escribió “Muere lentamente” y curiosamente, me di cuenta de que estaba muriendo de forma lenta... Luego llegaron otros, y otros, y otros… y charlas con personas y escritos y compartir cosas… sencillas unas, complejas otras…de alguna manera, volví a tomar conciencia con la vida…
Pero no he perdido el miedo… Muchos soñamos con dejarlo todo e irnos a esas playas que pululan incesante en cientos de presentaciones de internet… muchos sabemos que podemos hacer mucho más de lo que hacemos… muchos estamos esperando la oportunidad para poder reconducir nuestra vida… Tenemos nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestras responsabilidades… una enorme bola de presidario que nos vamos atando al pie… y que muchas veces, hemos deseado deshacernos de ella…
Tal vez esté equivocado, pero creo que tenemos miedo a ese cambio… a dejar, de verdad, nuestro trabajo y jugárnoslo para hacer lo que de verdad nos gusta…pero estamos sumidos en un círculo que nos obliga y preferimos la seguridad de lo conocido que la incertidumbre de un incierto futuro (más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, reza el refrán). Necesitamos el trabajo para pagar los estudios y el alimento de los hijos, la hipoteca y los plazos de la GPS que duerme en un cajón constantemente por que sabemos de sobras donde vamos siempre…necesitamos tiempo para arreglar la casa, hacer la compra y mantener la higiene, no sólo corporal, si no de la ropa y de nuestro entorno… necesitamos tecnología para complementar nuestros ratos de ocio, escribiendo aquí, hablando por el Messenger, o por el móvil, o viendo la televisión, o una película, o escuchando música…
Sí, supongo que tengo miedo de renunciar a todo eso y alejarme de mi tierra y de mi gente… hacerme un ermitaño, un voluntario, un aventurero…y comenzar a recorrer el mundo conociendo rincones y personas… en realidad no hace falta mucho dinero para eso… no hace falta nada…podría tirar todo por la borda e irme a ayudar a algún pueblo de la Polinesia francesa (por ejemplo), donde sólo hay playas, cocos y pesca…esa “vida soñada” que muchos tenemos… pero… yo, al menos, tengo miedo…y busco las mismas excusas de siempre… hasta que algún día, alguien me diga que estoy equivocado y que lo que realmente deseo hacer, es lo que debo hacer… y pueda librarme de la pesada bola de hierro que he ido forjando en mi persona y que me impide moverme, no de donde estoy, si no de lo que soy…
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!
En realidad no iba a escribir sobre esto, pero me he ido enrollando y... ¿por qué no???
Durante estos días de ausencias que se repetirán de vez en cuando, se me pierden las ideas y se me olvidan las palabras. Guardo, afortunadamente los sentimientos, los sueños, las ilusiones.... y algunos recortes de prensa.
Leí en estos días un comentario sobre los blogs, que, como resulta lógico, algunos ya han sido abandonados a su suerte como náufrago en islas desiertas, ocupando memorias y espacios cibernéticos con ideas o palabras...
Me pregunto que pasará dentro de... 500 años??? Es posible que alguien haga un estudio sobre nuestros blogs, sobre nuestras palabras, sobre nuestros sentimientos, sobre nuestras expectativas, sobre nuestra cultura.... y ¿seremos juzgados??? Sí, supongo que dependiendo de la evolución, en el futuro algunas de nuestras ideas serán válidas, pero otras, serán totalmente absurdas... la política, la economía, el trabajo, la comunicación, la guerra, la libertad, incluso me atrevería a decir que la mayoría de los sentimientos, serán distintos... tal vez mejores, tal vez no... pero distintos... será la sociedad de dentro de 500 años, y sí, pensarán que estábamos un tanto locos... y por ello nos extinguimos???
Os dejo un vídeo que espero que os guste... la magia celta sigue ahí... tal vez sea por que es noche de luna...
No importa lo grande que sea mi ciudad No importa lo grande que sea mi país No importa lo grande que sea el mundo No importa lo grande que sea el universo
Todo lo que yo desconozco, simplemente, no existe... Que pequeño es mi jardín !!!
La quería... habíamos convivido algún tiempo juntos y no puedo decir que no me importase... pero desde el principio sabía que esto tendría que ocurrir... era su destino y de alguna manera, también era el mío.
Pensé que necesitaría un par de días para preparar todo el material necesario para acabar con su vida... Nunca había matado antes, pero lo había visto hacer tantas veces en la televisión, y lo habíamos comentado en tantísimas ocasiones, que parecía que ya no tenía ningún secreto... Extendí ante mí todos los cuchillos que pude encontrar en la cocina y cogí los de hoja más grande y fuerte. No sé por qué me entretuve durante un buen rato en limpiarlos. No tenía ni idea cual de ellos sería más efectivo para segar su vida, pero desde el primer momento, pensé en el de mayor tamaño. Supongo que por instinto y lógica.
Había comprado una piedra de esmeril y me dediqué a afilar los cuchillos... No pude dormir… durante toda la noche estuve afilando y limpiando, mientras que en un rincón de mi cabeza se esforzaba una y otra vez por nacer, una idea para convencerme de que no debería matarla... pero siempre el mismo argumento: Ella era una cerda...
Pero aún así, algo en mi interior me decía que seguro que habría otra forma...
Antes de que el sol saliese, yo ya estaba en pie... me vestí con calma e intenté mantener la esa tranquilidad y la serenidad de cara al exterior aunque por dentro la sensación de angustia me llenaba casi hasta hacerme vomitar...
Cogí los cuchillos y los envolví en un paño para evitar accidentes, aunque en el fondo pensé que lo hacía para evitar que su hoja, tan cuidadosamente trabajada en la noche, pudiese mellarse y que el golpe no fuese tan certero como debía...
Salí a la calle y aparentemente todo era normal. La poca gente con la que me crucé, me saludó como habitualmente hacía y sus sonrisas denotaban que todo estaba tranquilo… En realidad, nada había pasado aún…
De camino, pensé que no hacía tanto que nos conocíamos... apenas un par de años, y tampoco habíamos tenido grandes problemas ni habíamos hecho nada espectacular... Nuestra relación podría haber pasado inadvertida aun en nuestro pequeño pueblo... pero sí, ella era cerda y tenía que morir... y con ese pensamiento, apreté con fuerza los cuchillos hasta casi hacerme daño en las manos...
Llegué donde ella estaba y abrí la puerta. Sus ojos se posaron en los míos y por un instante, el mundo se detuvo. Saqué el cuchillo más grande que llevaba y arrojé el resto al suelo . Me dirigí sin decir palabra hacia donde se encontraba, y ella, supongo que instintivamente, retrocedió hasta la pared donde comenzó a gritar con desesperación, sabedora de lo que se le avecinaba.
Arrinconada en un rincón, sin posibilidad de escapar, pude sujetar su cabeza y de un golpe certero en el cuello, supe que su vida se iba entre la sangre caliente que fluía de su garganta...
No recuerdo como fue, pero enseguida alguien puso un cubo para recoger la sangre... empezaron a llegar los vecinos y entre todos, cogieron a la cerda y la ataron... la matanza había comenzado y por fin, ese invierno tendríamos alimento... Mis ojos lloraban de pena, pues le había cogido cariño... pero es que teníamos que comer... por cierto, que jamones tan ricos salieron!!!