Vida y muerte caminan de la mano. La vida da el primer paso,
la muerte el último
Hasta hace poco tiempo, no lograba imaginar como aquellos
grupos terroristas, fanáticos de creencias religiosas, podían convencer a
jóvenes, o no tanto, para inmolarse en nombre de un dios a quien nunca vieron y
que seguramente, jamás verán.
Pero ahora, viendo como en Cataluña, una región a la quiero
en la tengo buenos amigos, ha crecido tal odio contra aquellos que piensan
distinto, creo que la manipulación es muy sencilla. Y sí, digo manipulación y
no digo educación… creo que si se hubiese existido una objetividad en la
educación, no se habrían creado enemigos donde hasta ayer mismo había amigos…
Recuerdo que hace poco más de un año, había manifestaciones a favor de la
acogida de los exiliados de guerras y miserias, donde todos gritaban al unísono
que no había extranjeros, que todas las personas tienen los mismos derechos…
Hace pocas semanas, España y el mundo se rompía de dolor por que en Cataluña se
había cometido un terrible atentado que costó varias vidas y en el que nadie (o
mejor dicho, casi nadie) hizo distinción de si las víctimas eran de aquí o de
allá… todos éramos iguales en ese momento.
Y de repente, Cataluña se ha fraccionado, se ha roto, se ha
separado en dos bandos opuestos y confío que no siga albergando más odios ni
rencores… la lucha por la independencia es lícita pero lamentablemente la
independencia sólo se consigue con dos opciones: la legalidad, dando los pasos
necesarios para ser reconocidos internacionalmente, o por medio de la sublevación
y creo que se está buscando este último punto.
No sé si el gobierno de Cataluña es consciente de lo que
está haciendo… esa idea romántica de la libertad, de la independencia no es tan
hermosa como sucede en los cuentos… Hoy, cuando estamos inmersos en la
globalización, todo nos va a pasar factura. Se quiere la independencia de España,
pero se pretende, al mismo tiempo, seguir sometido a las normas de Europa…
contradicción a mi modo de entender, ya que Europa es la que marca los pasos
más importantes de cada país, encaminados a la convivencia y la solidaridad
entre los estados miembros.
España nos roba llegué a oír. Tal vez para lo que unos sea
robar, para otros sea necesidad. Hace muchos años, muchas personas tuvieron que
emigrar de sus ciudades de origen hacia aquellos lugares donde la prosperidad
parece que brillaba con más fuerza… con trabajo, esfuerzo y muchas más ganas
que fruto, consiguieron cumplir a medias parte del sueño español, que exento de
un plan Marshall, se tuvieron que conformar con un 600, un piso de dos
habitaciones y el poder viajar al pueblo en el verano. Esas personas, hoy
catalanas de adopción, son las que con esa parte de sus impuestos que van al
resto de España, contribuyen a que sus regiones de origen, que aún siguen
empobrecidas y algo atrasadas, puedan contar con vías de comunicación, con
colegios, universidades, hospitales, algo de industria… sin ser, evidentemente,
ese motor que ruge y empuja al resto como puede ser hoy Cataluña.
No soy independentista ni mucho menos, y no creo que la
acción del gobierno haya sido la adecuada, pero si ha de haber un juego, que
tenga las mismas reglas para ambos… No se puede enfrentar a un equipo de
baloncesto con sus reglas, con otro de futbol con las suyas… No sé si muy bien Cataluña desea que el
gobierno la intervenga a su gobierno y de esta forma, este poder evitar una
debacle aún mayor siendo proclamado por el pueblo como un héroe (es difícil que
esto no suceda) o si realmente creen que la independencia resolverá los males
que la sociedad catalana tiene…
El gobierno de España, los gobiernos de España, han contribuido
y acaso fomentado con su inacción ante sucesos graves, que la corrupción fuese
algo tan usual entre los políticos que ya dejó de ser noticias… prácticamente
ningún gobierno central ni autonómico se ha visto libre de aquellos que tenían
la mano demasiado larga… millones y millones de euros despilfarrados en infraestructuras
inútiles cuyo único propósito claro era que alguien se llevase una buena
comisión con dinero público, dinero que siempre fue de todos… y mientras unos
se culpaban a otros, en el fondo todos se protegían entre sí y el pueblo,
seguía (y sigue) pagando las facturas de sus desmanes y de su incapacidad
manifiesta al crear infinitas comisiones que no conducen a ningún sitio y que
sólo se preocupan de tapar todo lo posible…
Quizás sea esa la causa por la que el pueblo catalán, ya cansado de un
3% aplicado casi por decreto, haya visto en la independencia un escape de todo
eso… quien sabe
Lo único que sé, a ciencia cierta, es que el odio hoy
recorre las calles de Cataluña, que se señala a quien no piensa como tú, a
quien no habla como tú, a quien no se manifiesta como tú… No me importa quién
sea culpable de todo esto ya que aunque tengo mis ideas, tampoco estoy seguro
de estar acertado en ellas, pero si me preocupa que aquellos que otrora fueron
mis amigos, me recriminan el que no les apoye en su “lucha”, que aquellos con
los que antes tomaba un café y compartíamos nuestra vida, se hayan alejado y me
miren con recelo y desconfianza… me preocupa y me entristece pensar en todos
aquellos catalanes que sintiéndose españoles se encuentran encerrados en una
Cataluña que parece que sólo aceptará a quienes se sientan catalanes al 100%, y
también me preocupa y me entristece pensar en todos aquellos catalanes que sintiéndose
catalanes, hayan tenido que hacer su vida fuera de su tierra (como tantos
emigrantes de antaño), y que deban sentirse hoy extranjeros en su tierra y, por
qué negarlo, también sintiéndose acosados por los que antes eran sus vecinos y
amigos…
No quiero dar esa educación a mis hijos… y espero que lo que
hoy se está manifestando como un brote de violencia, de esa rara xenofobia, de
odio a un supuesto invasor, desaparezca para que volvamos a abrazarnos y seguir
gritando que todas las personas son iguales, que todas tienen derechos y que
seguimos siendo un país (o dos) de acogida y de gente abierta donde aceptamos a
todos.