
Hoy he recibido, dentro de esos correos que con gracia y simpatía solemos intercambiar con nuestros mejores deseos, un texto que bajo la presunta firma de Pérez Reverte, incita poco más que a una revolución o alzamiento contra nuestros representantes y nuestra sociedad.
No es ningún deshonor gritar que no se está conforme con lo que tenemos… Yo mismo puedo decir aquí, por que me siento libre de decirlo y cuento con la posibilidad de hacerlo, que creo que la clase política en España deja mucho que desear, que la justicia es lenta y qué sé yo cuantas cosas más…
Lo que me ha parecido un poco hipócrita es que la firma del supuesto manifiesto no creo que haya sido escrita por quien se supone, y con eso sólo busca crear mayor creencia (No he podido resistirme a buscar en Internet dicho manifiesto y no aparece)… pero lo triste es que el autor, con sus quejas y sus reproches, ya comienza engañando a sus lectores…
Cierto que en España somos complacientes y tranquilos y que solemos adaptarnos con bastante pereza a las circunstancias, aceptando con vehemencia que uno de cada cinco trabajadores no tenga trabajo, que nos suban los impuestos aquellos que prometieron que no lo harían, o que el tan traído estado del bienestar se haya quedado en una vacuidad entre panfletos olvidados…
Pero aún así, creo que debemos mantener un mínimo de dignidad, un mínimo de ética, un mínimo de civismo y mucho, mucho afecto para quienes están a nuestro lado… puedo equivocarme, pero será mi responsabilidad… claro que también es muy popular “tirar la piedra y esconder la mano”
Vale, vale… la música, tal vez no tenga mucho que ver con esto, pero es que hoy la escuché a un artista callejero, en una genial interpretación y me ha llenado el alma… aquí la dejo…