lunes, 2 de abril de 2012

Envases


Con el griterío de una multitud enardecida, no se puede escuchar el llanto

Es posible que aún hoy en día, alguien recuerde que hace ya unos cuantos años, íbamos a buscar leche con un recipiente que se llamaba “lechera” con una forma característica… también recuerdo que para comprar el vino, había que llevar la botella vacía de casa, o incluso cuando algún afortunado quería llevar un litro de gaseosa o una simple cerveza a casa, en el establecimiento en cuestión, o llevabas el envase vacío, o te cobraban lo que se denominaba “el casco”

Era raro ver por aquel entonces botellas tiradas por el suelo, ya que cada una de ellas tenía un coste y ese dinero se podía recuperar cuando la devolución definitiva de “el casco”, suponía que ya no nos interesaba más el contenido…

El paso del tiempo y una enérgica mecanización, desbancó a esos famosos “cascos” de vidrio por otros envases mucho más prácticos, de esos de “usar y tirar”. Quiero pensar que ese cambio productivo se debió a un abaratamiento de costes y por ello, el “casco” dejó de tener valor y nuevos envases supusieron cambios y beneficios, aunque no sé si siempre en la parte del consumidor

Hoy, me piden que recicle y procuro hacerlo… que si le medio ambiente, que si la contaminación, que si el planeta… madre mía, cuantas excusas para reciclar… y sí, procuro hacerlo… pero no puedo dejar de pensar que es ahora a mí a quien pretenden convencer de que si no reciclo, hago mal… yo, que pago el nuevo envase cada vez que compro el producto y que me veo en la necesidad de desecharlo cuando lo he consumido… y me incitan a que mi planeta necesita que le cuidemos y por eso las miles de toneladas de plásticos y polímeros que se arrojan al medio ambiente, han de ser recicladas y yo soy una pieza básica en ese proceso.

¿Acaso yo he producido ese envase??? ¿Por qué hoy en día ya no es válido el intercambio del viejo “casco”??? Oh, tal vez por que hay importantes valores económicos y empresariales por medio o simplemente por que es inviable el hacer miles de envases de vidrio para que sean retornados al fabricante una vez ya no tengan su valioso contenido???

Desconozco la respuesta y aunque puedo tener varias hipótesis, cualquiera de ellas puede ser válida

Pero aun así, lo que no me gusta es que me culpen de que la contaminación está creciendo más y más… cierto que yo contribuyo a esa contaminación al usar mi coche, al encender mi televisor o al estar escribiéndote, pues en definitiva, gasto energía… pero, ¿acaso es menos cierto que ese mismo sistema que se queja de que el planeta está en peligro es el mismo que nos incita a consumir más y más??? ¿Acaso el gobierno no nos dicta unas recomendaciones para ahorrar energía y nos remite a sus páginas web donde necesitamos energía para consultarlo???

Y es que tengo la sensación de ser una especie de marioneta en manos de cientos de partes de la sociedad, donde cada cual mira por sus propios intereses sin ser capaces de encontrar un punto de encuentro… y entonces la moral se convierte en un elemento primordial en el contexto de intentar convencer al individuo y la propia moral de la sociedad (muchas veces inmersa en su propia inmoralidad) llama a nuestra conciencia para decirnos que es lo que está bien y que es lo que está mal… ¿y alguien me ha consultado??? No importa… siempre hay quien se erigirá portavoz de nuestros intereses, quien sin conocernos hablará por nosotros, quien luche por nuestros ideales sin saber siquiera cuales son…

Y tras una pacífica pero feroz revolución, todo será distinto… y me dirán que hay que reciclar por el planeta, si no, puede enfermar y apelarán a mi responsabilidad, a mi ética… y yo seguiré pensando en aquellos “cascos” de antaño, cuando era niño, que había que transportar vacíos al salir de casa para devolverlos llenos de aquello que nos hacía falta y que no había ni uno solo tirado u olvidado en ningún sitio…

No hay comentarios: