jueves, 16 de febrero de 2012

Prisas


Hay quien presume de no tener miedo a la muerte pero tiene pánico a la vida.

Algunas veces me sorprende el gran poder de comunicación. Estamos en la era tecnológica y difícilmente nos podemos plantear llevar una vida sin internet, sin teléfono o sin televisión. No es tan reciente todo eso y algunos (al menos yo) recordamos una niñez donde estas “necesidades” eran desconocidas

La vida ha cambiado, y las personas hemos cambiado… Hoy en día, cuando viajo en el metro a primera hora, no puedo por menos de asombrarme de la gran cantidad de jóvenes que usan un sin fin de aparatos para estar en constante comunicación… las redes sociales se han hecho tan necesarias que la mayoría de las personas están en ellas… incluso yo tengo cuenta en una de ellas, jamás he escrito una sola palabra y ya tengo dos seguidores!!!

Es realmente necesario??? Pues no sabría que decir, pero todos sabemos que sin tanta comunicación nuestra vida seguirá su curso al igual que sin tantas cosas que en su día nos vendieron como necesarias y ahora no sólo tenemos que desprendernos de ellas por la crisis, si no que además, hemos de pagarlas

Nos decían que para ser felices necesitábamos un coche más grande, una vivienda más grande, un viaje más lejos, un traje más caro y poco a poco fuimos accediendo y a cambio de más esfuerzo y más sacrificio, a cambio de horas de ocio y vida y el trabajo se convirtió en lo principal y la vida personal en lo secundario

No sé si es o no necesario pero está ahí… en realidad hay tanto que contar???  He de reconocer que también soy “tecno-adicto” aunque mis limitaciones ya son tantas (por ejemplo, jamás podré mover los pulgares con la soltura que lo hace la juventud actual) que creo que he llegado a un límite que no deseo sobrepasar…

No, no piensen ustedes que dejaré esto, al menos de momento…  mientras las musas no vengan de donde estén, seguirá tranquilo ya que los problemas del país se tocan demasiado frecuentemente y por demasiados estadios diferentes…  pero sí debo reconocer que llegado ese momento de decidir, he decidido comunicarme con los que quiero con la intensidad de lo personal, de dar respuestas a sus preguntas, de dar un abrazo para aliviar una lágrima, de tomar una cerveza mientras compartimos unas risas o de no renunciar jamás, al sabor de un beso… y eso no lo sustituye ninguna tecnología… al menos de momento (daos prisa, por si acaso)


2 comentarios:

Pablo Galván dijo...

Coinicido totalmente. Es hora de abandonar esa creencia que nos implantaron de que las personas valemos por los objetos que tenemos... y respecto a las nuevas tecnologías, yo creo que son muy útiles siempre y cuando les demos un uso adecuado, y mientras no dejemos de lado las relaciones personales, cara a cara, que son las más importantes. Me gustó tu blog! ;) te sigo...

Unknown dijo...

Me encanta niño.. tocar, ver, sentir, entregarse a nuestra vida y entregar lo mejor..

no hay nada más gratificante..

Un beso..