miércoles, 8 de junio de 2011

Quijote

A veces la objetividad es tan personal que raramente deja de ser subjetiva.

Todos sabemos que las cosas son dependiendo del cristal con el que se miran y ni todo lo blanco es blanco ni todo lo negro es negro

Hoy en día, cuando recurrimos a la justicia para muchas más cosas de las necesarias, incluso entorpeciendo procesos importantes, nos creemos cargados de razón en todo cuanto hacemos… Es posible que así sea, pero lo cierto es que algunas veces, la justicia no es tan justa como debería…

Pero esto no es ninguna novedad y posiblemente, el español medio, continúa siendo un fiel reflejo de aquel noble aunque algo soñador hidalgo que Cervantes describió en su “Quijote”. Soñador en pos de un mundo mejor, donde la justicia fuese más causa de respeto que de castigo y cuyas andanzas de casi todos son conocidas…

Así pues, ¿Quién condenaría hoy a tal valeroso hidalgo a prisión por luchar contra infernales ejércitos de caballería que luego no resultaron si no inofensivos rebaños de borregos??? ¿quién llevaría hoy a los tribunales a quien defiende a los ciudadanos de los bandazos y temidos aspavientos de terribles gigantes que supieron transformarse en molinos??? ¿quién pagaría la factura hoy, de aquellos pellejos de vino perforados una y mil veces por la espada que defendía a quien la llevaba de una horda de malandrines??? O quien se arriesgaría a dar el gobierno de una ínsula a su único amigo, camarada y compañero, aconsejándolo para que siga lo que dicta su sentido común para el buen orden y gobierno de aquellas tierras??? Incluso si me apuran, quien podrá compensar a aquel barbero que recorría los pueblos en pos de su sustento y a quien este noble hidalgo, amparado por la buena intención de su escaso séquito, se hizo con la bacía a título de yelmo…

Estoy convencido de que cualquiera de estas acciones realizadas por el hidalgo de la triste figura, estarían tipificadas en el código penal y no exentas de castigos, multas o cualesquiera otra sanción. Pero también es cierto que ahora que conocemos, al menos parte de su historia, en realidad podríamos decir que es culpable???

Más bien, muchos pensarán que sólo se trata de un pobre loco, de un demente que cabalga tras una absurda utopía y al que cómo hizo el cura y otros de sus convecinos, tan sólo hay que seguirle la corriente…

Pero eso no arregla los daños y molestias causados a quienes los sufrieron… la locura no atenúa las sorpresas y los sustos (más que cualquier otra cosa) que quienes se enfrentaron al famoso caballero sufrieron… mas… ¿es de justicia condenarlo???

Tal vez tan sólo fue enloquecido en pos de un mundo mejor, en pos de su Dulcinea, en pos de ese amor… o tal vez fuese, precisamente eso… por que posiblemente la mayoría de las ocasiones el amar es locura, pero la mayoría de las veces, el amor es injusto…

1 comentario:

Unknown dijo...

Lo que yo creo que es mas importante, al menos para mi, es que D.Quijote....tenía siempre buenas intenciones y noble corazón, su finalidad última no era hacer el mal, sino el bien, pero en su locura erraba..

y no de seres humanos errar al intentar hacer el bien??

lo que no es de recibo es que se intente querer convencer al otro de que se está haciendo el bien y en el fondo del corazón es solo maldad, e intereses personales egocéntricos..

y por otro lado amigo, el amor es injusto, o nosotros no somos lo suficientemente adultos como para aceptar lo que la tozuda realidad nos va marcando a su antojo y no al nuestro.

espero que tu amor no sea injusto contigo, puesto que no te lo mereces.

un beso y no sabes como me alegra que te pases por Mi Mirada..

que te siente bien el coctel, es de los sanitos..y simples como yo..