jueves, 2 de junio de 2011

Flechazo

El pensar es un don del ser humano. Aun así, algunos prefieren delegarlo en otros.

Nunca había creído en “los flechazos”, en “el amor a primera vista” ni en esas cosas que hacen que dos personas sepan que la otra es justo que lo necesitan, lo que anhelan, lo que buscan, lo que les hará inmensamente feliz… pero sucedió.

Sucedió mientras iba en el metro a trabajar… Ella se cruzó conmigo… íbamos en direcciones opuestas y apenas fueron unos segundos… su cabello rubio contrastaba con sus ojos verdes de intensa mirada y su sonrisa aderezada con un suave tinte de pintalabios rojizo que hacía destacar sus dientes blancos… era como un haz de luz en mitad de un oscuro túnel…

Y sin embargo, no pudo ser… no tenía tiempo… Qué triste tener que ir a trabajar y no poder “perder” el tiempo en intentar hablar con una persona desconocida… No sé qué es lo que podría haber pasado pero estamos educados para no mantener más contacto del estrictamente necesario y sólo en lugares destinados para ello… no se puede hablar con la gente que está cerca de ti por que es de mala educación y mucho menos querer invitar a un desconocido a tomar un café por que es posible que termines siendo denunciado por acoso...

Se me hace curioso que nos preparamos en la vida… desde niños horas y horas estudiando… colegio, instituto, universidad, doctorado, masters, idiomas, prácticas diversas, cursillos de todo tipo… nos preparamos durante años para intentar llegar a ser lo que sólo unos pocos logran: felices de trabajar donde trabajan… Muchos nos quedamos en el camino y nos hemos de conformar con tener un trabajo… Pero no se nos ocurre pensar que aquello que tal vez nos haga felices pasa junto a nuestro lado y por que hemos sido educados de esa manera, hemos de permanecer en silencio…


Imaginaos por un momento lo que ocurriría si alguien, casi sin aviso previo os detiene y os dice que cree que eres una persona maravillosa y que le gustaría conocerte más… imposible, verdad??? No por que no seáis maravillosos, si no por que no se debe hacer así… por lo tanto, cuando queremos sentirnos halagados por desconocidos, hemos de acudir a lugares concretos, como discotecas o bares donde la relación social está más permitida…

Ahora se me hace un tanto curioso y hasta triste si me permite la expresión, el que por vergüenza o por haber sido educados así, podamos perder ocasiones de conocer a gente maravillosa. Yo soy (sería por que jamás me ha pasado) el primero que si un chico se me acerca en el metro y me dice que parezco una persona interesante, pensaría que está algo perturbado… o simplemente que es un gay y que se ha equivocado… y si fuese mujer, pesaría que está algo perturbada o que es una fresca… pero hasta hoy no se me ha ocurrido que antes de pensar en eso, habría que dar un voto de confianza y saber mirar (siempre habría que hacerlo) al fondo de los ojos de la otra persona…


Sí… nos educan y educamos para trabajar, para subsistir, para vivir en una sociedad que muchas veces es cruel e injusta, pero nadie nos ha educado ni tampoco educamos para tentar a la diosa fortuna e intentar conseguir la felicidad que otras personas nos puede proporcionar, en los sitios más insospechados

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ummm Andrea que bella es y que bien canta..

me gusta..

yo quiero ser como ella y que un desconocido en el ascensor me diga esas cosas que tu dices que nos callamos...

que será que todos las deseamos y no nos las decimos..... ????

estamos locos..

a todos nos gusta que nos digan que desean y nos aman y que poquito lo decimos..

Un besazo.. me ha gustado mucho..

tu relato..

y tu tambien.....ja,ja, ja,

ksss

Unknown dijo...

Paso y te dejo un besazo..esperando tu nuevo relato..