domingo, 15 de mayo de 2011

División

La mayoría de las veces, lo más importante es una insignificante llave... la que abre la caja de tus tesoros.

Un célebre general romano llamado Julio Cesar, fue el que dijo, con bastante acierto, aquella célebre frase de “divide y vencerás”… que cada cual saque sus conclusiones

No voy a hablar de política aunque estemos en plena campaña, pero sí de divisiones, de vencedores y de vencidos… y es que quiero imaginarme cuantos problemas se han causado por hacer un comentario inadecuado en un momento inoportuno

Tal vez el ser humano no sea tan fuerte cómo pensamos… tal vez nosotros mismos no tengamos tanta confianza en nosotros como intentamos aparentar y un simple comentario puede hacer que nuestras creencias se tambaleen…

Podemos tener mucha confianza en nuestra pareja, pero es suficiente que alguien nos diga que la vigilemos más, para que comencemos a desconfiar de ella… Podemos tener mucha confianza en nuestro trabajo, pero es suficiente que alguien nos diga que nuestro compañero cobra más que nosotros para comenzar a sentirnos incómodos… Podemos tener mucha confianza en nuestros amigos, pero es suficiente que alguien nos diga que no son de fiar para que los miremos con otros ojos.

Incluso el refranero español, tan rico en sabiduría popular, nos obsequia con un aviso que no deberíamos olvidar: “piensa mal y acertarás” y es que parecería que la confianza en el ser humano que tenemos más cerca, no debería entregarse sin antes un certificado notarial que nos garantice que no habrá equívocos…

Y a pesar de todo, a pesar de que como en la parábola de la cizaña, esta crece junto al trigo, parece que contra todo pronóstico, aún confiamos en las personas… y tropezamos una vez, y otra y otra más… y varias más si ha de ser menester… parece que no terminamos de aprender…

Pero en realidad, lo que ocurre es que si desconfiamos de una persona es por que nunca hemos llegado a confiar en ella… y así, nuestra pareja, nuestros compañeros, nuestros amigos, son quienes en callada paciencia están a nuestro lado, nos apoyan con su actos, con sus silencios y algunas veces, hasta con unas pocas palabras que sólo nacen del corazón… y no hay que preguntar más…

Y es que hay pocas cosas con tanta fuerza como un “te quiero” cuando es sincero.

No hay comentarios: