jueves, 26 de mayo de 2011

Alcohol

Los amigos y los amantes no se pierden… sólo se van.

Las últimas semanas habían sido muy complicadas… difíciles… crueles incluso… el alcohol había sido un compañero y un alivio al mismo tiempo… Una cerveza, un vaso de vino, un cuba libre, un whisky… poco a poco la intensidad había ido subiendo y yo no había sido consciente de que me estaba empezando a dominar.

Anoche encontré uno de esos lugares extraños y escondidos que sirven de refugio más que de escondite, para esas personas que cómo yo, desearían perderse en otro lugar y con otras historias que no fuesen tan complicadas ni tan amargas.

Un bar con escasa luz, donde los rincones oscurecidos ocultaban los rostros y los cuerpos de las pocas parejas que allí reposaban apurando su bebida… donde la barra era larga y la clientela escasa por no decir prácticamente nula… donde el camarero no era curioso ni entrometido y dejaba a cada cual con su bebida y sus penares, pues todos buscábamos allí algo que algunas veces sólo se encuentra en el fondo de un vaso lleno de algún licor… Un poco más allá, casi escondido a la vista de todos, un perro grande dormitaba perezoso sin alterarse por nada… Un lugar triste para un hombre triste

Me fijé en un hombre que estaba bebiendo casi enfrente de donde yo estaba… no se le distinguía muy bien por la escasez de luz, pero llevaba corbata, como yo… me hizo gracia que nos pasamos el día protestando por que llevamos corbata y cuando podemos ir a algún lugar sin ella, no nos la apeamos… sonreí y levanté mi vaso a modo de saludo a aquel hombre que me devolvió el gesto de forma instantánea…

Sin proponérmelo, me fijé más en él… supongo que él hacía lo mismo conmigo… le miraba la barba que a esas horas del día ya raspaba y el pelo algo alborotado y no muy bien peinado… la ropa arrugada aunque no sucia, y una cara decrépita y pálida que era propia de alguien que no ponía mucho interés en sí mismo y unos ojos vidriosos que reflejaban que había bebido más de lo necesario y que había dormido menos de lo que necesita… Estaba claro que bebía por que era un auténtico perdedor, una persona que por no enfrentarse a su vida se ocultaba en ese oscuro tugurio perdido en la ciudad, a salvo de responsabilidades y exento de decisiones… alguien que tal vez, a pesar de que estaba ahí vivo, en realidad ya no tenía mucha vida…

Y yo??? No, nada que ver conmigo… mi sitio no era aquel, mis problemas podía solucionarlos yo solo aunque las últimas semanas hubieran sido complicadas… me apuré el vaso y decidí salir de allí…

Al darme la vuelta y dirigirme a la salida, mi reflejo en el espejo que tenía enfrente se fue diluyendo en la oscuridad… el perro, perezoso se levantó presto y el camarero siguió mis pasos para cerrar el local…

En la calle había comenzado a llover…

No hay comentarios: