miércoles, 13 de abril de 2011

Contaminación

Lo más fácil en una guerra, es comenzarla

Hace pocos días, tuve la posibilidad de pasear por un amplio y concurrido parque de Madrid… lo cierto es que desde una cierta distancia, daba satisfacción poder contemplar las praderas verdes, cuajadas de pequeñas flores multicolores y los niños, juguetones siempre, arrancando los “dientes de león” para hacer volar sus semillas con la fuerza de sus soplos…

Pero al ir acercándonos pude advertir que entre el césped y las flores se han depositado, y no de forma casual, papeles, bolsas de plástico, colillas, y un sin fin de objetos y productos que no deberían estar allí. Esto es lo que entendemos como contaminación

Supongo que ahora que estamos todos tan preocupados por la contaminación nuclear, no prestamos demasiada importancia a ese otro tipo de contaminación que, no por simple, si no por accesible y seguramente por que tal vez de forma involuntaria somos nosotros mismos quienes la provocamos, no le prestamos ninguna atención y en muchas ocasiones parece algo arraigado en la naturaleza…

Y así, poco a poco, de forma inconsciente pero clara, vemos como nuestras calles van acumulando porquería, como nuestros parques van perdiendo lo natural, como el aire se va ensuciando, como los solares que sirven de aparcamiento se llenan de aceite sucio, y como poco a poco, todo lo que debería estar de una forma, nos la encontramos de otra… Y todo ello, de una manera tan pausada y consentida que ya forma parte de nuestro entorno… de nuestra vida

Curiosamente, esta es la contaminación a la que nos enfrentamos todos los días y a la que ya estamos tan acostumbrados que no damos ninguna importancia, nos resulta repugnante cuando alguien nos la señala con el dedo y nos hace tomar conciencia de ella… y cuando llegamos a algún lugar en el campo o en la playa donde nuestros (nuestros, insisto) deshechos se han ido amontonando, levantamos la voz en crítica expectante y pidiendo soluciones a nuestros gobernantes… y es que pensamos que los ríos sólo los contaminan las fábricas, pero cuando baja por el agua un bote vacío de refresco, o una bolsa rajada de un hipermercado, no se les puede culpar a ellos…

Pero aún así, esa contaminación es leve y puede arreglarse… hay personas que se dedican a limpiar aquello que nosotros ensuciamos y que con su trabajo procuran que todo esté como debe estar… hay personas que procuran coger menos sus vehículos para evitar echar a la atmósfera el negro humo que luego respiramos… hay personas que se molestan en aguantar una colilla de cigarrillo o un pañuelo de papel en la mano hasta encontrar una papelera…

Y sin embargo, este tipo de contaminación no debería ser preocupante, ya que es sólo cuestión de educación… de aprender ese viejo refrán que reza: “no es más limpio quien más limpia, si no quien menos ensucia”

El problema mayor es, a mi juicio, el de esa otra contaminación imperceptible y sibilina, esa que poco a poco se nos va metiendo en el cerebro y que nos impide ver las cosas desde otro punto de vista del que nos van acostumbrando… esa en que las convicciones ajenas toman posesión de las nuestras propias y en las que nos volvemos meros transmisores de las ideas de otro… No quiero decir que no podamos compartir las mismas ideas, pero sí que, desafortunadamente, nos estamos olvidando de la capacidad de crítica, de independencia, de escoger los elementos que creamos buenos y desechar los malos y a día de hoy, pienso que muchos de nosotros hemos sido contaminados por ideas que no están del todo limpias, debiendo aceptar las ideas en “lotes completos” por que eso es “políticamente correcto” de acuerdo a lo que hemos sido educados y por ello, son “nuestras ideas”

Y así puedo ver como el debate político de la corrupción, donde los partidos sólo saben contestar con un “y tú, más” se ha trasladado a las calles con la coletilla de “y vosotros, más”… o donde la religión “verdadera” obliga a la conversión forzada del resto… o donde reclamamos justicia a los jueces y luego convertimos en héroes o mártires a los reos confesos… donde la política convierte en buenos o malos a los gobernantes…

La información está desbocada, desbordada tal vez, pero no sé si es imparcial… alguien lanza en internet la información de que los eurodiputados no quieren apretarse el cinturón y todo el mundo piensa que deberían hacerlo (yo al menos así lo creo) aunque si analizásemos en profundidad ese pensamiento, tal vez no fuese tan sencillo… pero es cierto que si alguien lanza en internet que hay vida extraterrestre, cientos de miles de personas creerán a pie juntillas que eso es así, simplemente por que lo han leído, lo han escuchado, se lo han contado…

Es posible que esté equivocado pero creo que mucha gente tiene las ideas contaminadas y se aferran a los elementos externos como el alcohólico a la botella, sabedor de que sin ella le será mucho más complicado enfrentarse a su realidad… y posiblemente por que ya lo dijo Aristóteles: “El necio afirma, el sabio duda” o corroborando a Kant: “El sabio puede cambiar de opinión. El necio se aferra a la suya”… pero ahora, aludiendo a Descartes,” pienso, luego existo”… por mí mismo (o lo intento)


3 comentarios:

Unknown dijo...

Bueno no puedo estar mas de acuerdo, las dos contaminaciones son terribles, la ambiental, nos generará a la larga un cambio de vida impuesto,a eso vamos.

y la mental.. nos limita cada día mas, cuanto menos pienses y mas hables.. mejor, mas manipulable

Bueno vengo a darte las gracias tu relato.. está ya colgado en mi Halcón, con mi rigurosidad, que ya conoces, miércoles..

espero que te guste la música,si no la ves adecuada.

por favor dime la que apetezca que pongamos y la pongo.. no sabía muy bien cual colgarla, pero esta del bello día en que la conoció me pareció la mejor.

Un beso y ya me dices.

y nuevamente gracias.

Unknown dijo...

Sabes lo que pasa Buho que estoy un poco cansada de que la gente hable mal de la red de redes, yo no sé en el tuiter ese o en facebock.. en los blogs.. somos muy buena gente..

y eso hay que demostrarlo y hablar de ello y decirlo.

yo al menos así pienso es mi experiencia.

un beso

dale calor dijo...

los niños hacen lo que ven y desde luego que no somos buen ejemplo, ni los padres que casi son unos desconocidos, ni la TV, ni los profesores que la mitad no tiene vocación ni personalidad (y ya que les quitarón la autoridad sin esas armas es imposible combatir con ellos), la sensación de grupalidad y de chuleria generalizada en ellos y lo peor, que no serán capaces de pelear por su futuro porque se lo estamos dando todo y se estan volviendo medio tontos.

saludos

http://dalecalor.blogspot.com