martes, 30 de marzo de 2010

Espera

Cuando hablas con el corazón, escuchas con el alma

Espera... el tiempo pasa pero ella espera... sentada, callada, paciente... Mira cómo pasa la vida, ausente de ella... espera e intenta recordar por qué está esperando, por quien está esperando... aguarda expectante una carta, una llamada, un mensaje que nunca llega... espera esas palabras mágicas que la arranquen de su letargo, que termine con su espera insufrible y eterna... pasó por delante el amor y la desdicha, pero ella no hizo caso, pues esperaba... siempre atenta a cualquier señal...

Siente nacer los días y consiente en ver florecer las noches en el atisbo de la visión que la luz de la ventana le otorga... a veces llueve, otras hace sol... paciente espera que todo sea igual que antes, que todo sea distinto de ahora... Mira las calles vacías y sólo el tiempo corretea por ellas empujado por la vida que se escurre entre sus dedos...

El humo de un cigarro enturbia el horizonte… ora valle, ara cordillera… ora cielo, ora tierra… no hay caso… ella espera… entre luces y sombras, dejando escurrir las horas entre los cristales…

De nada sirve que deje las puertas abiertas si nadie desea entrar... tan sólo la muerte, pero eso será a su debido tiempo...

viernes, 26 de marzo de 2010

Noche

…Y de nuevo la necesidad de escribir cartas a nadie... o tal vez a todo... siempre que hay algo que decir, me gusta decírselo a alguien...

la tarde ha seguido siendo triste, otoñal tal vez... no es de primavera aunque esté recién estrenada... dos velas con aroma de vainilla lucen tímidamente en un rincón y la música de Miten y Deva intenta poner una cierta calma a la estancia... me gustaría sentir el viento pero en el fondo, deseo que la tormenta estalle igual que lo hizo ayer, con fuerza, con furia, con toda la energía de la que yo no soy capaz... el baile de las nubes al son del viento me distrae y el olor de la lluvia se filtra por todos los lados... sigue lloviendo de forma leve y suave… Las nubes se entremezclan en el degradé de perla y plomo bajo un cielo oscuro, casi negro…

Tomo el té caliente impregnado de limón y algo de azúcar... su sabor amargo y fuerte me recorre el paladar y me hace sonreír... sigo mirando por la ventana mientras deseo escuchar de nuevo el crepitar del agua que se debería hacer más y más intenso... la luz de la calle ya ha desaparecido, la noche se ha asentado… me gustaría que hubiese una intensa cortina de agua que separe los faroles que intentarían sin mucho éxito volver a colocar el día donde la oscuridad es reina absoluta... Nadie por las calles desiertas... algún vehículo que sin prisa asoma por las calles… llueve despacio, es casi imperceptible… me lleno del tenue aroma de la noche y sonrío…

Quisiera describir esa sensación de paz que ahora me llena... quisiera compartir, con ella esa calma que me inunda... quisiera volver al pasado para soñar el futuro, pero quiero disfrutar también del presente, por que aunque apenas esté lloviendo, la tormenta ha comenzado a rezumar magia nuevamente... Caen inexistentes e invisibles muros infranqueables y ahora el horizonte está a la vista... es posible que nunca lo alcance, pero podré intentar llegar a él... pero no ahora... ahora quiero seguir disfrutando de la mágica noche, aliada y amiga… noche de vela y recuerdos... y es que algunas veces, la belleza es tan evidente que cuesta verla... otro sorbo de té, paro la música... el silencio se ahoga en un inexistente eco de un trueno que nunca fue, en la lluvia casi inexistente…


jueves, 18 de marzo de 2010

Absurdo

Basta de violencia inútil

Nuevamente la absurda locura de unos cuantos autodenominados luchadores de lo que la mayoría pensamos que son inciertas libertades, han sesgado una vida humana, en esta ocasión en Francia… Ignoro si realmente estos radicales de ideas extremas, son conscientes de lo que hacen, pero lo que es peor, si en realidad creen en lo que hacen, el querer convencer a todos por la fuerza de las armas, de sus inútiles razones…

No creo que la libertad se construya a base de asesinatos… No creo que un asesinato lleve a nadie a la libertad.




domingo, 14 de marzo de 2010

Pueblo

Lo que se empezó una vez, no se puede volver a comenzar, sólo continuarlo hasta el final.

En el recuerdo perdura el pueblo, uno de los pocos que ni han muerto ni agonizan… El pueblo ha crecido pero a los ojos del niño, hoy ya mayor, se ha hecho más pequeño… Paseando por los rincones aún se escuchan los ecos de los amigos gritando entre tropelías y juegos… las sombras de aquellos chiquillos aún corretean entre las calles, otrora sin tráfico, donde la imaginación convertía un palo en espada, en poste de futbol, en varita mágica, en caña de pescar y en todo aquello que la imaginación del momento demandaba…

No hay referencias que indiquen donde estamos, pero nadie se pierde en el pueblo… todos nos conocemos… perdón, todos nos conocíamos… las calles no tienen nombre, o tal vez sí pero yo no las conozco, pero las casas siempre han tenido habitantes… y todos sabíamos donde vivía cada uno de ellos…

Hoy, algunas casas ya no están… otras amenazan ruina y otras están irreconocibles por el abandono y la desidia… “Mea culpa” cuando vi la fábrica abandona de piensos con todas las cristaleras rotas… algunos de esos cristales los rompí yo… ¿por qué??? me pregunto ahora… tal vez por la rebeldía, o tal vez por que sabíamos que era algo que por mucho que nuestros padres nos dijesen que no deberíamos hacerlo, ellos también lo hicieron… sí, también yo le dije a mis hijos que no debían hacerlo… ellos no lo hicieron… no tuvieron esa posibilidad…

En las afueras, las huertas y terrenos de escasos pastos, se han quedado yermos tras un obligado barbecho… y el trabajo duro y agotador, no se ha traslado de padres a hijos, si no que con estos, emigró a la ciudad en busca de mejor oportunidad…

Ahora, cuando nos hemos consagrado cómo urbanitas consolidados, retomamos la mirada atrás, y miramos con júbilo el calendario sabiendo que pronto podremos volver al pueblo y a todo lo que allí nos espera… una excelente parte de nuestra vida.

viernes, 12 de marzo de 2010

Reencuentro

Se pueden repudiar los recuerdos, pero eso no nos garantiza el olvido

Es posible que ahora no sea el mejor momento, ni tampoco la mejor situación... incluso, tal vez, no sea este ni el lugar adecuado para hacerlo, pero hoy, hace seis años...

La vida es ese conjunto de sensaciones, buenas algunas, malas otras muchas y la mayoría tan mediocres que pasan desapercibidas para siempre... la vida es ese discurrir del tiempo que nos acerca a un irremediable final y que en la mayoría de las ocasiones, nos sentimos impasibles mientras nos acercamos a él... De vez en cuando, una extraña sensación dentro de nosotros nos dice que algo no es como siempre y entonces despertamos de ese letargo amuermado en el que la rutina nos sumerge... y por un breve instante de tiempo, estamos vivos... nos sentimos vivos, y podemos ser felices o sentirnos terriblemente desdichados... blanco y negro, día y noche, principio y fin...

Hoy, hace seis años ya... me sentí vivo, tal vez por primera vez... y a pesar del tiempo transcurrido, no puedo de dejar sentir un escalofrío cada vez que lo pienso... y es que aquel que habita en el corazón de una persona, lo hace para siempre... Tal vez por que no es lo mismo enamorar que estar enamorado.

Decía Neruda: “Es tan corto el amor, es tan largo el olvido”… No puedo estar más de acuerdo, pues cómo si fuese una maldición, el amor se torna con rapidez en polvo que se lleva el viento y queda sólo la sombra de un inmenso dolor que no consigue difuminarse nunca a pesar de que con el paso del tiempo, nos acostumbramos a él, a esa maldita soledad, a ese vacío que nunca se acaba de llenar, a esas noches de vela, a esos paseos en silencio, a tender una mano sin que nadie nos la recoja…

Pensaba hoy en los bólidos, en esas noches de Perseidas donde tras un breve momento de observación, es fácil ver como cruzan el cielo iluminando brevemente su entorno y ese corto instante, nos llena de satisfacción… sólo unos segundos… un momento de eternidad que hay que encapsular para poder disfrutar cuando sea necesario… También pensaba en esas personas que, día a día, comparten amaneceres, y miradas, y sonrisas, y que sólo hace falta hablar para ser escuchado, sólo hace falta tender la mano para encontrar otra, sólo hace falta decir una sola palabra para que la soledad no tenga cabida… Sí, reconozco que hoy sentí una terrible añoranza del tiempo pasado…

No hay más que decir, por que es posible que no sea el mejor momento, ni tampoco la mejor situación... incluso, tal vez, no sea este ni el lugar adecuado para hacerlo, pero hoy, hace seis años...





miércoles, 10 de marzo de 2010

Oscuridad

El corazón de la noche, no es la oscuridad

El suave movimiento del escalpelo sobre mi piel, hizo brotar de forma muy escasa la primera sangre que fue derramándose cual inútil ofrenda de una vida casi hueca... una aparentemente decidida y segura mano, se movía con una frágil rapidez y una lejana voz llegaba a mis oídos, sabiendo que no era a mí a quien se dirigía...

Con esfuerzo logré separar los párpados y un inmenso haz de luz artificial me cegó, justo a tiempo de poder comprobar que estaba sobre una mesa de acero y a mi lado, varios instrumentos cuyo nombre no sabría decir, pero que sabía perfectamente para lo que se usaban... un pequeño serrucho para los huesos, unas tijeras de cortas costillas, pinzas... y todo eso controlado desde lo que me parecía ser un bisoño médico en su nuevo menester...

Recordé por un momento... el golpe... un accidente. La discusión con ella, el dolor del pecho, la caída en la calle y aquel vehículo que no pudo frenar a tiempo... recuerdo el golpe, fuerte y seco y el hosco parecer de la gente que se acercaban mientras el inmenso dolor cercenaba mi vida...

Miré de nuevo... me están haciendo la autopsia pero... estoy vivo... necesito gritar, necesito gritar... estoy vivo...

Apenas tuve tiempo de ver al adusto forense... tenía mi corazón en sus manos... "estaba roto antes del golpe... ", alcancé a escuchar antes de que la oscuridad apagase todo...





sábado, 6 de marzo de 2010

Caballos

Soledad no es estar solo… es estar sin ti

Apenas tres años y el potro ya se sentía adulto… pero toda su existencia se había desarrollado entre los límites de un pequeño cercado… Algunas veces, se asoma entre los travesaños que forman el vallado, mirando cómo el Sol se pone tras los árboles…

Quiere ir con el Sol…

Cargándose de osadía, una tarde, poco antes de que el sol acariciase siquiera el horizonte, el joven potro se atrevió a saltar la barda que le separaba del exterior y corrió en pos del Sol… A pesar de saberse libre, en aquella ocasión se sintió más obligado que nunca pues deseaba acompañarle antes de su partida y sabía que debía ser veloz en su carrera

Corrió entre encinas, hayas, castaños, robles… cientos de aromas nuevos llegaban a él y el contraste de los colores que la suave luz crepuscular ponían a su alcance, le estaban hechizando y por un instante, se dejó engullir por el conjunto de sensaciones nuevas que estaba descubriendo… fue justo ahí cuando el bosque terminó en un abrupto abismo, justo ahí donde el sol se escondía todas las noches, justo ahí, donde el joven potro no supo frenar su carrera…




jueves, 4 de marzo de 2010

Revolucion

No siempre lo que más vale, es lo que más cuesta

Permitidme que hoy sea algo crítico. He leído un reportaje sobre un programa de televisión en el que un grupo de mujeres ha de “conquistar” a un famoso guapo y soltero. La persona que firmaba tal reportaje, era totalmente contraria a ese tipo de exhibicionismo de la mujer en la que ella misma se tilda de objeto.

Ignoro por qué motivo me vino a la memoria lo poco o mucho que sé del famoso “mayo del 68” donde la imagen (que nunca vi) de la quema de sujetadores por las mujeres, representaba el símbolo, precisamente, de la liberación y de la opresión.

Pues vean ustedes que hoy en día, una vez que la mujer está liberada y no oprimida (se supone, al igual que los hombres), pues se les critica por hacer, precisamente, aquello que desean hacer.

Y he aquí, que la libertad parece que no se adquiere, si no que nos la regalan… claro, siempre que aceptemos las normas… Al final la mujer ha de usar sujetador…

No, no pensemos que esto es tan sólo una idea de radicales… al fin y al cabo, todos los somos, de alguna manera, en nuestros postulados, un poco radicales… los políticos, parapetados en las palabras que muchos quieren oír y que no son si no cantos de sirena; los patronos, cuyo único acicate consiste en mantener su beneficio a costa de vender, si es preciso, su propia ética; sindicatos, anclados en un pasado del que no saben escapar por la connivencia con los poderosos; muchas de las ONG y Fundaciones, cuyo único estímulo real es mantener puestos para amigos y conocidos… y todo ello, por supuesto, pagado con dinero ajeno… y sí, todos esos y muchos, muchos más que no menciono pero que ahí están, se empeñan una y otra vez en decirnos… en recordarnos lo que está bien, lo que está mal, lo que debemos hacer y lo que es peor… lo que debemos pensar…

Errare humanum est: Perseverare diabolicum (Séneca)