jueves, 3 de junio de 2010

Amapola

El tiempo sólo es finito cuando es medido

Margaritas, rizomas, tomillos, jaras, mostazas, espinos, manzanillas, cardos y otras especies de plantas asilvestradas que crecen en los terrenos abandonados al sur de la ciudad, y que han sido cubiertos poco a poco con mantos de arena de miga y de desechos urbanos, ponen un punto de color verdoso y ocre en esta época del año… Un poco más allá las primeras plantaciones de cereales… trigo, avena, centeno… ya hemos dejado atrás la ciudad y sus interminables periferias… estamos recorriendo campos de trabajo, donde las pequeños pueblos sólo son conocidos por los nombres que figuran en los carteles de los desvíos que nos muestran las carreteras, pues estas, orgullosas ya, no se dignan siquiera en acercarse a ellos…

Sin embargo, hoy, todo el campo, todo esos tonos verdes tenues o incluso amarillentos por el agostamiento de las plantas, van pasando inadvertidos cuando el campo va cambiando de color rojo intenso de las amapolas que, casi a buen seguro, sin haber pedido permiso, se han instalado con fuerza en los campos que hoy pude disfrutar…

Tal vez la fragancia de las plantas se perdían entre la intensidad del aroma de la lavanda, también salvaje, y que bordeaba los campos haciendo límites naturales entre los caminos y los cultivos…

No había nada que podría sorprenderme… todo ha sido tan rutinario, tan conocido, incluso tan cotidiano, que ha sido cómo el volver a ese rinconcito sencillo donde podemos descansar tras un día de duro trabajo… la excepción de la excepción… Se acerca el solsticio…

Busqué una amapola blanca… esta vez no pudo ser, pero no eso no importa…



Hoy, la canción ha sido fácil de seleccionar…

4 comentarios:

Tarta de Amapola dijo...

Habrá que expandir semillas de amapolas, tanto por su olor como por su adivinación de sueños...

Besos de golondrina :)(bella canción)

Anónimo dijo...

¿Ya has levantado el vuelo otra vez búho?
Un besazo

Ericarol dijo...

Amapolas? Creo que nunca las he visto. le preguntaré al floristero. Aquí abundan las cayenas, rosas de todos los colores, claveles, y muchas más cuyo nombres no conozco....y no hay cambio de estaciones. solo un perenne verano.

Besos!!!

Unknown dijo...

Ummm amopolas... mis prefes.. bueno una de mis prefes...que es que las azucenas.... son de infarto...

.. son tan sugerentes... y desde luego hacen que la vida no sea toda rutina, hacen que la vida sea belleza, belleza, belleza

...y el espíritu descanse.

Un beso